domingo, 26 de abril de 2015

¿Qué quiere Putin?

Un importante análisis para entender lo que pasa en esa región del mundo.


Por Rostislav Ishchenko

Traducido del Ruso al Inglés por DenisGideon y Robin
Es gratificante que los “patriotas” no culpasen inmediatamente a Putin por la imposibilidad de lograr una derrota a gran escala de las tropas ucranianas en el Donbás en enero y febrero, o por las reuniones de Moscú con Merkel y Hollande.
Aun así, todavía están impacientes por una victoria. Los más radicales están convencidos de que Putin “rendirá a Novorrusia” de todas maneras. Y los moderados tienen miedo de que él tan pronto como se firme la próxima tregua (si eso ocurre) abandone la necesidad de reagrupar y reponer al ejército Novorruso (lo cual en realidad se podría haber hecho sin el cese de las operaciones militares), para llegar a un acuerdo con las nuevas circunstancias en el frente internacional, y prepararse para las nuevas batallas diplomáticas.
De hecho, a pesar de toda la atención que los diletantes políticos y/o militares (los Talleyrand y los Bonaparte de Internet) le están dando a la situación en el Donbás y Ucrania en general, es sólo un punto en un frente global: el resultado de la guerra está siendo decidido no en el aeropuerto de Donetsk o en las colinas de las afueras de Debaltsevo, sino en las oficinas en la Plaza Staraya 1 y la Plaza Smolenskaya 2 en las oficinas en París, Bruselas y Berlín. Porque la acción militar es sólo uno de los muchos componentes de la disputa política.
Es la más dura y el componente final, que conlleva un gran riesgo, pero el asunto no se inicia con la guerra y no termina con la guerra. La guerra es sólo un paso intermedio que significa la imposibilidad de compromiso. Su propósito es crear nuevas condiciones en las que el compromiso sea posible o mostrar que ya no hay ninguna necesidad de este, con la desaparición de uno de los bandos del conflicto. Cuando es el momento para el compromiso, cuando el combate ha terminado y las tropas regresar a sus cuarteles y los generales comenzar a escribir sus memorias y a prepararse para la próxima guerra, ahí es cuando el resultado real de la confrontación es determinado por los políticos y diplomáticos en la mesa de negociaciones.
Las decisiones políticas no suelen ser entendidos por la población en general o por los militares. Por ejemplo, durante la guerra austro-prusiana de 1866, el canciller prusiano Otto Von Bismarck (más tarde canciller del imperio alemán) hizo caso omiso a las reiteradas peticiones del Rey Guillermo I (el futuro emperador alemán) y las demandas de los generales prusianos de tomar Viena, y él tenía toda la razón para hacerlo. De esa manera aceleró la paz en los términos de Prusia y también aseguró que Austria-Hungría se convirtiera para siempre (bueno, hasta su desmembramiento en 1918) en un socio menor de Prusia y más tarde del Imperio Alemán.
Para entender cómo, cuándo y en qué condiciones la actividad militar puede terminar, tenemos que saber lo que quieren los políticos y la forma en que ven las condiciones del compromiso de la posguerra. Quedará claro entonces por qué la acción militar se convirtió en una guerra civil de baja intensidad con treguas ocasionales, no sólo en Ucrania, sino también en Siria.
Obviamente, los puntos de vista de los políticos de Kiev no nos interesan porque no deciden nada. El hecho de que personas foráneas gobiernan Ucrania ya no es un secreto. No importa si los ministros del gabinete son de Estonia o Georgia; al final son Americanos. También sería un gran error interesarnos en cómo los líderes de la República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Lugansk (RPL) ven el futuro. Las repúblicas existen sólo con el apoyo de Rusia, y mientras Rusia las apoye, los intereses de Rusia tienen que ser protegidos, incluso de decisiones e iniciativas independientes. Hay demasiado en juego para permitir a [Alexander] Zakharchenko o [Igor] Plotnitsky, o cualquier otra persona, tomar decisiones independientes en esta materia.
Tampoco estamos interesados en la posición de la Unión Europea. Mucho dependía de la UE hasta el verano del año pasado, cuando la guerra se podría haber evitado o detenido desde el principio. Se necesitaba una posición dura y de principios en contra de la guerra por parte de la UE. Podría haber bloqueado las iniciativas estadounidenses para iniciar la guerra y la UE se habría convertido en un actor geopolítico independiente y significativo. La UE dejó pasar esa oportunidad y en el lugar de eso se comportó como un fiel vasallo de los Estados Unidos.
Como resultado, Europa está al borde de una conmoción interna espantosa. En los próximos años, tiene todas las posibilidades de sufrir la misma suerte que Ucrania, sólo que con un gran estruendo, un gran derramamiento de sangre y menos posibilidades de que las cosas se reestablezcan en un futuro cercano – en otras palabras, que alguien aparezca y ponga las cosas en orden.
De hecho, hoy en día la UE puede elegir si desea seguir siendo un instrumento de los Estados Unidos o acercarse a Rusia. Dependiendo de su elección, Europa puede caer con un ligero susto, como una ruptura de parte de su periferia y la posible fragmentación de algunos países, o podría colapsar por completo. A juzgar por la renuencia de las élites europeas a romper abiertamente con los Estados Unidos, el colapso es casi inevitable.
Lo que nos debe interesar es la opinión de los dos principales contendores que determinan la configuración del frente geopolítico y, de hecho, están luchando por la victoria en la guerra de nueva generación – la Tercera Guerra Mundial centrada en la red. Estos contendores son los Estados Unidos y Rusia.
La posición de EE.UU. es clara y transparente. En la segunda mitad de la década de 1990, Washington perdió su única oportunidad de reformar la economía de la Guerra Fría sin obstáculos y con ello evitar la crisis que se avecina en un sistema cuyo desarrollo está limitado por la naturaleza finita del planeta Tierra y sus recursos, incluidos los humanos, que entra en conflicto con la necesidad de imprimir dólares de forma ininterrumpida.
Después de eso, los Estados Unidos sólo podía prolongar la agonía del sistema saqueando al resto del mundo. En un principio fue tras los países del Tercer Mundo. Luego fue por los potenciales competidores. Luego por los aliados e incluso amigos cercanos. Tal saqueo podía continuar sólo mientras los Estados Unidos se mantuviera como potencia hegemónica indiscutible del mundo.
Así, cuando Rusia declaró su derecho a tomar decisiones políticas independientes – decisiones no de importancia global, sino regional -, un enfrentamiento con los Estados Unidos se hizo inevitable. Este choque no puede terminar en un compromiso de paz.
Para los Estados Unidos, un compromiso con Rusia significaría renunciar de forma voluntaria a su hegemonía, lo que lo llevaría a una catástrofe sistémica acelerada – no sólo una crisis política y económica, sino también una parálisis de las instituciones del Estado y la incapacidad del gobierno para funcionar. En otras palabras, su inevitable desintegración.
Pero si Estados Unidos gana, entonces es Rusia quien experimentará una catástrofe sistémica. Después de un cierto tipo de “rebelión”, las clases dirigentes de Rusia serían castigadas con la liquidación y confiscación de activos, así como penas de prisión. El estado se fragmentaría, se anexarían territorios sustanciales y el ejercito del país podría ser destruido.
Así que la guerra durará hasta que un lado gane. Cualquier acuerdo provisional debe considerarse sólo como una tregua temporal – un respiro necesario para reagruparse, para movilizar nuevos recursos y encontrar (es decir, robar) aliados adicionales.
Para completar el panorama de la situación, sólo necesitamos la posición de Rusia. Es esencial entender lo que el liderazgo ruso quiere lograr, sobre todo el presidente, Vladimir Putin. Estamos hablando del rol clave que desempeña Putin en la organización de la estructura de poder de Rusia. Este sistema no es autoritario, como muchos afirman, sino más bien autoritativo – lo que significa que no se basa en la consolidación legislativa de la autocracia, sino en la autoridad de la persona que creó el sistema y, como la cabeza de ella, hace que funcione con eficacia.
Durante los 15 años de Putin en el poder, a pesar de la difícil situación interna y externa, él ha tratado de maximizar el papel del gobierno, la Asamblea Legislativa, e incluso las autoridades locales. Estos son pasos totalmente lógicos que deberían haber dado al sistema integridad, estabilidad y continuidad. Debido a que ningún político puede gobernar para siempre, la continuidad política, sin importar quién llegue al poder, es la clave para un sistema estable.
Por desgracia no se ha alcanzado el control totalmente autónomo, es decir, la capacidad de funcionar sin la supervisión del presidente. Putin sigue siendo el componente clave del sistema, ya que las personas pusieron su confianza en él personalmente. Tienen mucha menos confianza en el sistema, como el representado por las autoridades públicas y determinadas agencias.
Por lo tanto la opinión y los planes políticos de Putin se convierten en el factor decisivo en ámbitos como la política exterior de Rusia. Si la frase “sin Putin, no hay Rusia” es una exageración, entonces, en mi opinión, la frase “lo que quiere Putin, Rusia también lo quiere” refleja la situación con bastante precisión.
En primer lugar, notemos que el hombre que durante 15 años ha guiado cuidadosamente a Rusia en su renacimiento lo ha hecho en condiciones de hegemonía por parte de Estados Unidos en la política mundial, junto con importantes oportunidades de Washington para influir en la política interna de Rusia. Tenía que entender la naturaleza de la lucha y su oponente. De lo contrario, no habría durado tanto tiempo.
El nivel de confrontación en el que Rusia se permitió entrar con Estados Unidos creció muy lentamente y hasta cierto punto pasó desapercibido. Por ejemplo, Rusia no reaccionó en absoluto al primer intento de la revolución de color en Ucrania en 2000-2002 (el caso Gongadze 3, el escándalo Cassette 4, y la protesta en Ucrania para sacar a Kuchma 5).
Rusia tomó una posición opuesta, pero no intervino activamente en los golpes de Estado que tuvieron lugar entre noviembre de 2003 y enero de 2004 en Georgia y entre noviembre de 2004 y enero de 2005 en Ucrania. En 2008, en Osetia y Abjasia, Rusia utilizó sus tropas contra Georgia, un aliado de Estados Unidos. En 2012, en Siria, la flota rusa demostró su disposición a enfrentarse a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
En 2013, Rusia comenzó a tomar medidas económicas contra el régimen de [Víctor] Yanukovich, que contribuyeron a hacerlo entender la nocividad de la firma de un acuerdo de asociación [con la UE].
Moscú no podía haber salvado a Ucrania del golpe de Estado, debido a la bajeza, cobardía y estupidez de los líderes de Ucrania – no sólo Yanukovich sino todos ellos sin excepción. Después del golpe armado en Kiev en febrero de 2014, Rusia entró en abierta confrontación con Washington. Antes de eso, los conflictos se entremezclaban con mejoras en las relaciones, pero a principios de 2014 las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se deterioraron rápidamente y casi de inmediato llegaron a un punto en que, de haber estado en la era pre nuclear, la guerra hubiera sido declarada de forma automática.
Por lo tanto en un momento dado Putin se involucró precisamente en el nivel de confrontación con los Estados Unidos que Rusia podía manejar. Si Rusia no esta limitando en este momento el nivel de confrontación, significa que Putin cree que, en la guerra de las sanciones, la guerra de nervios, la guerra de la información, la guerra civil en Ucrania, y la guerra económica, Rusia puede ganar.
Esta es la primera conclusión importante sobre lo que Putin quiere y lo que espera. Él espera ganar. Y teniendo en cuenta que avanza de forma meticulosa y se esfuerza por anticipar sorpresas, pueden estar seguros de que cuando se tomó la decisión de no retroceder ante la presión de los Estados Unidos, sino de responder, el liderazgo ruso tenía una doble, si no triple, garantía de victoria.
Me gustaría señalar que la decisión de entrar en un conflicto con Washington no se tomó en 2014, ni en 2013. La guerra del 8 de agosto de 2008, fue un desafío que Estados Unidos no podía dejar sin castigo. Después de eso, cada nueva etapa de la confrontación sólo subió las apuestas. De 2008 a 2010, la capacidad de los Estados Unidos – no sólo militar o económica, sino su capacidad en general – ha disminuido, mientras que la de Rusia ha mejorado significativamente. Así que el objetivo principal era elevar las apuestas lentamente en lugar de en forma explosiva. En otras palabras, había que retrasar el mayor tiempo posible un enfrentamiento abierto en el que toda simulación se eliminara y todo el mundo entendiera que había una guerra. Pero hubiera sido aún mejor evitarlo por completo.
Con cada año que pasaba, los Estados Unidos se hacía más débil mientras que Rusia se hacía más fuerte. Este proceso era natural e imposible de detener, y podríamos haber proyectado con un alto grado de certeza que para el 2020 al 2025, sin ningún tipo de confrontación, el período de la hegemonía estadounidense habría terminado, y para los Estados Unidos sería entonces más aconsejable no pensar en cómo gobernar el mundo, sino la forma de evitar su precipitada decadencia interna.
Así que el segundo deseo de Putin está claro: mantener la paz o la apariencia de paz el mayor tiempo posible. La paz es ventajosa para Rusia porque en condiciones de paz, sin grandes gastos, se obtiene el mismo resultado político, pero en una situación geopolítica mucho mejor. Es por eso que Rusia extiende continuamente la rama de olivo. Del mismo modo como la junta en Kiev colapsará en condiciones de paz en el Donbás, en condiciones de paz mundial, el complejo militar-industrial y el sistema financiero global creado por los Estados Unidos están condenados a la autodestrucción. En este sentido, las acciones de Rusia son acertadamente descritas por la máxima de Sun Tzu “La mayor victoria es aquella que no requiere batalla.”
Está claro que Washington no está dirigido por idiotas, no importa lo que se diga en programas de entrevistas rusos o se escriba en los blogs. Los Estados Unidos entienden precisamente la situación en la que se encuentran. Por otra parte, también entienden que Rusia no tiene planes de destruirlos y está realmente dispuesta a cooperar como un igual. Aún así, debido a la situación política y socioeconómica en los Estados Unidos, dicha cooperación no es aceptable para ellos. Es probable que se produzca un colapso económico y una explosión social antes de que Washington (incluso con el apoyo de Moscú y Pekín) tenga tiempo para introducir las reformas necesarias, sobre todo si tenemos en cuenta que la UE tendrá que someterse a una reforma de forma simultanea. Por otra parte, la élite política que ha surgido en los Estados Unidos en los últimos 25 años se ha acostumbrado a su condición de dueños del mundo. Ellos sinceramente no entienden cómo alguien puede desafiarlos.
Para la elite gobernante en Estados Unidos (no tanto la clase de los negocios, sino la de la burocracia gubernamental), pasar de ser un país que decide el destino de los pueblos inferiores a uno que negocia con ellos en igualdad de condiciones es intolerable. Probablemente es equivalente a ofrecer a Gladstone o Disraeli el puesto de primer ministro del Reino Zulú bajo Cetshwayo kaMpande. Y así, a diferencia de Rusia, la cual necesita de paz para desarrollarse, los Estados Unidos requieren la guerra como algo vital.
En principio, cualquier guerra es una lucha por recursos. Por lo general, el ganador es el que tiene más recursos y, en última instancia puede movilizar más tropas y construir más tanques, barcos y aviones. Aun así, a veces los que están estratégicamente en desventaja puede revertir la situación con una victoria táctica en el campo de batalla. Los ejemplos incluyen las guerras de Alejandro el Grande y Federico el Grande, así como la campaña de 1939-1940 de Hitler.
Las potencias nucleares no pueden enfrentarse entre sí directamente. Por lo tanto, su base de recursos es de suma importancia. Este es exactamente el por qué de la competencia desesperada entre Rusia y Estados Unidos por aliados en el último año. Rusia ha ganado esta competición. Los Estados Unidos pueden contar sólo con la UE, Canadá, Australia y Japón como aliados (y no siempre de manera incondicional), pero Rusia ha logrado movilizar el apoyo de los BRICS, ganar un firme apoyo en América Latina, y comenzar a desplazar a Estados Unidos en Asia y África del Norte.
Por supuesto, no salta a la vista, pero si tenemos en cuenta los resultados de las votaciones en la ONU, suponiendo que una falta de apoyo oficial a los Estados Unidos significa disidencia y de este modo un apoyo a Rusia, resulta que los países alineados con Rusia juntos controlan alrededor del 60% del PIB del mundo, tiene más de dos tercios de su población, y cubre más de tres cuartas partes de su superficie. Así que Rusia ha sido capaz de movilizar más recursos.
En este sentido, los Estados Unidos tenían dos opciones tácticas. La primera parecía tener un gran potencial y fue empleada por ellos desde los primeros días de la crisis ucraniana.
Esta era intentar forzar a Rusia a elegir entre una situación mala y una aún peor. Rusia se vería obligada a aceptar un estado nazi en sus fronteras y, por tanto, una dramática pérdida de autoridad internacional y de confianza y apoyo de sus aliados, y después de un breve periodo de tiempo se volvería vulnerable para las fuerzas pro estadounidenses a lo interno y externo, con ninguna posibilidad de sobrevivir. O sino podía enviar a su ejército sobre Ucrania, barrer a la junta antes de que se organizara, y restaurar el gobierno legítimo de Yanukovich. Eso, sin embargo, habría traído una acusación de agresión contra un Estado independiente y de suprimir una revolución del pueblo. Tal situación habría dado lugar a un alto grado de desaprobación por parte de los ucranianos y la necesidad de constantemente gastar significativos recursos militares, políticos, económicos, y diplomáticos para mantener un régimen títere en Kiev, ya que ningún otro gobierno hubiera sido posible bajo tales condiciones.
Rusia evitó este dilema. No hubo invasión directa. Es el Donbás el que está luchando contra Kiev. Son los estadounidenses los que tienen que dedicar sus escasos recursos en el condenado régimen títere de Kiev, mientras que Rusia puede permanecer al margen haciendo propuestas de paz.
Así que ahora los Estados Unidos está empleando la segunda opción. Tan vieja como las montañas. Lo que no se puede mantener, y que será tomado por el enemigo, debe destruirse tanto como sea posible para que la victoria del enemigo sea más costosa que la derrota, ya que todos sus recursos se utilizarán para reconstruir el territorio destruido. Por lo tanto, Estados Unidos ha dejado de asistir a Ucrania con algo más que retórica política alentando al mismo tiempo a Kiev a esparcir la guerra civil en todo el país.
El suelo ucraniano debe arder, no sólo en Donetsk y Lugansk, sino también en Kiev y Lvov. La tarea es simple: destruir la infraestructura social tanto como sea posible y dejar a la población en el borde mismo de la supervivencia. Entonces la población de Ucrania consistirá de millones de personas hambrientas, desesperadas y fuertemente armadas que se matarán entre sí por comida. La única manera de detener este baño de sangre sería una masiva intervención militar internacional en Ucrania (la milicia por sí sola no será suficiente) y la inyección masiva de fondos para alimentar a la población y para reconstruir la economía hasta que Ucrania pueda comenzar a alimentarse.
Es evidente que todos estos costes recaerían sobre Rusia. Putin cree correctamente que no sólo el presupuesto, sino también los recursos públicos en general, incluidos los militares, se verían en este caso sobrecargados y posiblemente serían insuficientes. Por lo tanto, el objetivo es no permitir que Ucrania explote antes de que la milicia pueda poner la situación bajo control. Es crucial minimizar las bajas y la destrucción y salvar tanto de la economía como sea posible y la infraestructura de las grandes ciudades para que la población de alguna manera sobreviva y luego los propios ucranianos se hagan cargo de los rufianes nazis.
En este punto la UE se muestra como un aliado para Putin. Porque Estados Unidos siempre trató de usar los recursos de Europa en su lucha con Rusia, la Unión Europea, que ya estaba debilitada, alcanzó su punto de agotamiento y tiene que lidiar con sus propios problemas de larga data.
Si Europa ahora tuviera en su frontera oriental a una Ucrania completamente destruida, de la que millones de personas armadas huirían no sólo hacia Rusia sino también a la Unión Europea, llevando con sigo lindos pasatiempos como el tráfico de drogas, el tráfico de armas y el terrorismo, la UE no sobreviviría. Para Rusia, sin embargo las Repúblicas Populares de Novorrusia servirían como un amortiguador.
Europa no puede confrontar a los Estados Unidos, pero le aterra una Ucrania destruida. Por lo tanto, por primera vez en el conflicto, Hollande y Merkel no están simplemente tratando de sabotear las demandas de Estados Unidos (imponiendo sanciones, pero sin ir demasiado lejos), sino también llevando a cabo una acción limitada pero independiente con el objetivo de lograr un compromiso – tal vez no la paz, pero al menos una tregua en Ucrania.
Si Ucrania se incendia, arderá rápidamente, y si la UE se convierte en un socio poco fiable que está listo, si no a entrar en el campo ruso al menos a tomar una posición neutral, Washington, fiel a su estrategia, se vería obligado a incendiar Europa.
Está claro que una serie de guerras civiles e interestatales en un continente lleno de todo tipo de armas, donde viven más de quinientos millones de personas, es mucho peor que una guerra civil en Ucrania. El Atlántico separa a Estados Unidos de Europa. Incluso Gran Bretaña podría esperar mantenerse alejado a través del Canal. Pero Rusia y la UE comparten una frontera muy larga [sic].
No está en lo absoluto entre los intereses de Rusia tener una conflagración que se extienda desde el Atlántico hasta los Cárpatos, cuando el territorio de los Cárpatos hasta el Dnieper sigue ardiendo. Por lo tanto, otro objetivo de Putin es, en la medida de lo posible, evitar la mayor parte de los efectos negativos de una conflagración en Ucrania y una conflagración en Europa. Debido a que es imposible evitar completamente ese resultado (si Estados Unidos quiere encender el fuego, lo hará), es necesario poder extinguirlo rápidamente para salvar lo que es más valioso.
Por lo tanto, para proteger los intereses legítimos de Rusia, Putin considera que la paz es de vital importancia, ya que es la paz la que hará posible alcanzar este objetivo con un efecto máximo a un costo mínimo. Pero debido a que la paz ya no es posible, y las treguas son cada vez más teóricas y frágiles, Putin necesita la guerra para terminar lo más rápido posible.
Pero quiero hacer hincapié en que si se podría haber llegado a un compromiso hace un año en condiciones más favorables para Occidente (Rusia habría seguido obtenido sus objetivos, pero más tarde – una concesión menor), ya no es posible, y la condiciones están empeorando progresivamente. Aparentemente, la situación sigue siendo la misma; la paz en casi cualquier condición sigue siendo beneficiosa para Rusia. Sólo una cosa ha cambiado, pero es de la mayor importancia: la opinión pública. La sociedad rusa anhela la victoria y que se aplique castigo. Como señalé anteriormente, el poder ruso es autoritativo, y no autoritario; por lo tanto, la opinión pública importa en Rusia, en contraste con las “democracias tradicionales.”
Putin puede mantener su papel como el eje del sistema sólo en la medida que tenga el apoyo de la mayoría de la población. Si pierde este apoyo, dado que no hay figuras de su estatura que hayan surgido de la élite política de Rusia, el sistema perderá su estabilidad. Pero el poder puede mantener su autoridad solo mientras exprese con éxito los deseos de las masas. Así, la derrota del nazismo en Ucrania, incluso si es diplomática, debe ser clara e indiscutible – sólo bajo esas condiciones es posible un compromiso por parte de Rusia.
Por lo tanto, independientemente de los deseos de Putin y los intereses de Rusia, dado el equilibrio global de fuerzas, así como las prioridades y capacidades de los protagonistas, una guerra que debería haber terminado el año pasado dentro del territorio de Ucrania es casi seguro que se extienda a Europa. Uno sólo puede suponer quién será más eficaz – los americanos con su bidón de gasolina o los rusos con su extintor de incendios? Pero una cosa está absolutamente clara: las iniciativas de paz de los líderes rusos estarán limitadas no por sus deseos, sino por sus capacidades reales. Es inútil luchar contra los deseos de la gente o el curso de la historia; pero cuando estos coinciden, lo único que un político sabio puede hacer es entender los deseos de la gente y la dirección del proceso histórico y tratar de apoyarlo a toda costa.
Las circunstancias descritas anteriormente hacen muy poco probable que los partidarios de un estado independiente Novorruso vean sus deseos cumplidos. Dada la magnitud de la conflagración por venir, determinar el destino de la Ucrania como un todo no es excesivamente complicado pero, al mismo tiempo, no será barato.
Es lógico que el pueblo ruso deba preguntar: si los rusos, a quienes rescatamos de los nazis, viven en Novorrusia, ¿por qué tienen que vivir en un Estado independiente? Si quieren vivir en un Estado independiente, ¿por qué Rusia debería reconstruir sus ciudades y fábricas? A estas preguntas sólo hay una respuesta razonable: Novorrusia debe convertirse en parte de Rusia (especialmente porque tiene suficientes combatientes, aunque la clase gobernante es problemática). Bueno, si parte de la Ucrania puede unirse a Rusia, ¿por qué no toda ella? Sobre todo porque con toda probabilidad, por el momento esta pregunta está en la agenda, la Unión Europea ya no será una alternativa a la Unión Euroasiática [para la Ucrania].
En consecuencia, la decisión de reunificarse con Rusia será tomada por una Ucrania federada pero unida y no por alguna entidad sin un estatus claro. Creo que es prematuro redibujar el mapa político. Lo más probable es que el conflicto en Ucrania concluya a finales de año. Pero si Estados Unidos logra extender el conflicto a la UE (y lo intentará), la resolución final de los asuntos territoriales tardará al menos un par de años y tal vez más.
En cualquier situación nos beneficiamos de la paz. En condiciones de paz, a medida que la base de recursos de Rusia crece, más aliados nuevos (antiguos socios de los Estados Unidos) pasan a su lado, y a medida que Washington es progresivamente marginado, la reestructuración territorial se volverá mucho más simple y temporalmente menos importante, especialmente para aquellos que están siendo reestructurados.
Notas:
1 Calle de Moscú donde se localiza la oficina principal de la Administración Presidencial de Rusia.
2 Plaza de Moscú donde se localiza el Ministrio de Asuntos Exteriores de Rusia.
3 Georgiy Gongadze fue un periodista y director de cine Ucraniano nacido en Georgia que fue secuestrado y asesinado en el año 2000.
4 El Escándalo Cassette estalló en el año 2000 con la publicación de unos casetes de audio en los que Leonid Kuchma presuntamente discutía la necesidad de silenciar a Gongadze por informar sobre la corrupción a los más altos niveles.
5 Como resultado del Escandalo Cassette, se llevó a cabo una masiva protesta anti-Kuchma en la Ucrania en 2000 – 2001.

"Somos el terror de quienes quieren robarnos los sueños"

__._,_.___

sábado, 25 de abril de 2015

China humilla a Estados Unidos y marca el ritmo en la nueva geopolítica

Por: Alberto Cruz

Han transcurrido cinco años desde que China decidió aprovechar el momento de debilidad de Occidente, como consecuencia de la crisis financiera, para jugar un papel más enérgico en la política internacional. China es China, y su concepto del tiempo no tiene mucho que ver con el Occidental. Ya lo dice uno de sus proverbios, “no temas ser lento, sólo detenerte”. Por eso China no tenía previsto alterar el tablero internacional hasta el año 2027 (1), fecha para la que consideraba habría alcanzado la paridad estratégica en todos los aspectos (políticos, económicos y militares) con EEUU. Para ello, fue tejiendo una cautelosa red de influencia en todo el mundo -África, Asia, América Latina- a través de lo que los académicos chinos denominan “el consenso de Beijing” y que no es otra cosa que la puesta en práctica de un modelo político y diplomático que prefiere desarrollar el “poder blando” –diplomacia, no injerencia y multipolaridad- en contraposición al modelo tradicional estadounidense y occidental de intervención militar, unipolaridad e interferencia política.
Pero la prepotencia de EEUU ha hecho que China haya acelerado sus pasos hasta llegar a la humillación pública de EEUU con la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), el competidor formal del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. El sistema diseñado en Bretton Woods en 1945 está agonizando y China es en gran parte responsable de ello. Surge un nuevo mundo en el que el imperio ya no es imperio y en el que sus instituciones pasan a ocupar un papel secundario en la política internacional.
Puede que alguien piense que estas afirmaciones son algo aventuradas, pero no lo son en absoluto. EEUU ha hecho todo lo posible y lo imposible porque el BAII no cuajase, desde presionar a los países para que no se sumasen al mismo hasta intentar desacreditarlo argumentando, entre otras cosas, que “no cumple con los estándares internacionales de transparencia, buen gobierno y equidad” (sic). Como si el BM o el FMI fuesen modelos de todo ello.
Y eso lo dice un país que lleva desde 2010 negándose a cumplir el acuerdo a que se había llegado en el FMI y en el BM de otorgar más poder a las llamadas “economías emergentes”. En virtud del mismo, China se convertiría en el tercer mayor contribuyente del FMI, por detrás de EEUU y Japón. Pero eso tenía que ir en detrimento de alguien, y ese alguien eran tanto la Unión Europea como EEUU y Japón. Y EEUU ha impedido cualquier reforma desde entonces porque de hacerlo perdería su mayoría de bloqueo.
China aguardó pacientemente que ese cambio se produjese y ofrecía un argumento de peso: es la primera potencia económica del mundo y tiene el 3’8% de los derechos de voto en el FMI, mientras que países como Holanda cuentan con el 2% o EEUU, la segunda economía mundial, con el 16’8%. Aún así, se conformaba con el tercer lugar.
Pero el tiempo pasa y China ha dicho basta, y lo ha hecho de una forma indubitable: son 57 los países que han decidido formar parte del BAII y los hay de los cinco continentes. Pero algunos no son países cualquiera, sino aliados estrechos de EEUU hasta ahora como Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Arabia Saudita, Israel o Australia por mencionar sólo algunos de ellos. Incluso Japón, reacio en un primer momento y principal contribuyente al hasta ahora hegemónico Banco Asiático de Desarrollo (en el que China sólo tiene el 5’5% de participación, aunque ha buscado un porcentaje mayor y siempre se ha encontrado con el veto de Japón, que tiene el 18’7%), ahora está pensando su participación en el BAII. Pero aunque se incorpore, ya llega tarde.
Es un golpe demoledor a EEUU. Aunque parezca sorprendente, toda la historia del BAII parece haber pillado a EEUU con el pie cambiado. Acostumbrado como está a que nada en el mundo se hacía sin su consentimiento o conocimiento, daba por hecho que su sola oposición iba a desalentar a sus aliados. Pero no. Y cuando comenzó a constatar su fracaso recurrió a lo de siempre: a las amenazas y “recomendaciones”. Es lo que ocurrió al menos con tres países, Gran Bretaña, Singapur y Corea del Sur. Esto es lo que se ha hecho público, aunque seguro que hubo más casos. Pero de esos tres sólo Corea del Sur se achantó, aunque el pasado 11 de abril pidió finalmente el ingreso tras un fortísimo debate entre las fuerzas políticas coreanas y tras haber negado China el ingreso en el BAII a Corea del Norte. A última hora también pidió su ingreso Taiwán, otro aliado tradicional de EEUU, aunque China está estudiando la forma de participación que tendrá.
Como es lógico, el “entusiasmo” de algunos países occidentales no tiene nada que ver con una ruptura con EEUU ni con las instituciones de Bretton Woods, que tan bien les han servido y utilizado, sino con la pretensión de lograr grandes contratos y, lo más importante, para seguir recibiendo el dinero chino que ayuda a sostener sus debilitadas economías.
El fracaso de EEUU para evitar que tan alto número de países se sumen al BAII es sonoro y sienta un precedente para que muchos países comiencen a distanciarse, y a resistir, sus presiones. China tiene casi 4 billones de dólares en sus reservas y un volumen de dinero muy superior a todas las instituciones de Bretton Woods juntas, lo que hace que su nivel de prestación de ayuda a las naciones –sobre todo en desarrollo de infraestructuras- sea mucho mayor. Por lo tanto, era inevitable que China pusiese en marcha iniciativas como la del BAII, que no será la única puesto que el país del centro, que es lo que significa China, está decidido a crear su propio eje alternativo en los asuntos financieros mundiales.
En un último intento de poner puertas al campo, Obama, justo antes de ir a la Cumbre de las Américas, “mostró su preocupación” porque China utilice “su tamaño y su músculo para intimidar a las naciones” (2) porque, además del BAII, China ha firmado en lo que va de mes un acuerdo con Pakistán para suministrarle material militar, con Irán y Pakistán para construir un oleoducto que llevaba parado desde el 2012 por presiones de EEUU sobre Pakistán –y esta es la primera consecuencia del acuerdo preliminar sobre el programa nuclear de Irán y la disposición manifiesta de China de comerciar a todos los niveles con este país islámico- y porque China ha sido el único país que ha enviado buques de guerra al puerto de Adén (Yemen) para evacuar a sus ciudadanos pese a las amenazas vertidas por Arabia Saudita para que ningún buque recalase en una ciudad controlada por las milicias huzíes dado que podría ser objeto de sus ataques aéreos. Lo curioso del caso es que Obama lo ha dicho sin sonrojo alguno. Como dice un refrán español: “piensa el ladrón que todos son de su condición”. Como EEUU lo hace, ahora que el imperio ya no es imperio, o es mucho menos imperio, se permite el lujo de dar lecciones de moral. Si alguien quiere hacer un estudio de la hipocresía, aquí tiene un ejemplo perfecto.
Qué es el BAII
El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura fue propuesto en octubre de 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, en un discurso ante el parlamento de Indonesia y se constituyó formalmente el 24 de octubre de 2014 en una ceremonia en Beijing con los representantes de los 21 países inicialmente considerados fundadores: China, India, Tailandia, Malasia, Singapur, Filipinas, Pakistán, Bangladesh, Brunei, Camboya, Kazajstán, Kuwait, Laos , Myanmar, Mongolia, Nepal, Omán, Qatar, Sri Lanka, Uzbekistán y Vietnam. Es curioso que Indonesia, el país donde se propuso, no formase parte inicialmente del mismo, aunque un mes más tarde rectificó y solicitó su ingreso como miembro fundador. Y es significativo que dos países con los que China tiene litigios históricos, como India y Vietnam, se hayan incluido desde el primer momento porque pone de manifiesto que la política china que se recoge en “el consenso de Beijing” es algo más que una mera retórica.
Como también se ha dicho antes, en la actualidad son 57 los países que forman parte del BAII, entre ellos Rusia, Sudáfrica, Irán y Brasil. En total, son 34 países asiáticos, 18 europeos, 2 africanos, 2 oceánicos y un latinoamericano.
Tiene como objetivos la infraestructura básica, la electricidad, el acceso al agua potable, la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y medios de transporte. Tendrá una capitalización cercana a los 100.000 millones de dólares, en su mayor parte proporcionados por China.
No obstante, y para diferenciarse de EEUU en el FMI y el BM, China rechaza expresamente tener la mayoría del capital en votos por lo que su decisión nunca será un motivo de bloqueo mecánico. En el FMI basta con que EEUU diga que no para que algo no se haga. En el BAII no habrá una situación similar y no habrá condiciones a los países, al estilo de los “programas de ajuste” del FMI, porque con el BAII “habrá que cooperar con las autoridades de zonas en vías de desarrollo, respetar sus costumbres, y se tendrán que diseñar instrumentos financieros eficientes, adaptados a cada caso y no uniformes”, como hacen el FMI o el BM. Es decir, por mucho que algunos quieran hacer ver que el BAII es un “complemento” del FMI y el BM, no tiene nada que ver, es su claro reemplazo.
China no quería bajo ningún concepto que se pudiese comparar su modelo de “poder blando” con los métodos utilizados por EEUU en los últimos 70 años con las instituciones surgidas de Bretton Woods. Es decir, sin ser considerado un país que se entromete en los asuntos de los países y con presiones políticas en ellos. Eso lo logra claramente con el BAII.
Pero también China lleva años fortaleciendo su moneda, el yuan o renmimbi, internacionalizada ya de hecho, que no de derecho y que es su prioridad número uno en la presión que viene haciendo para que se revisen las cuotas de la cesta de la moneda de reserva del FMI. Ese es el comienzo del fin del dólar, la baza estratégica de China porque no falta mucho para que el yuan o renmimbi (que significa “moneda del pueblo”) va de forma clara a convertirse en moneda de reserva mundial, disputando la hegemonía al dólar.
En la actualidad el yuan o renmimbi ya es el quinto medio de moneda de pago favorito de los países, y eso que no es divisa internacional todavía. Mientras la moneda china sube, el dólar baja. Por ejemplo, si hace cinco años el dólar suponía el 72% de las reservas de divisas del mundo, ahora sólo es el 62%, mientras que el yuan o renmimbi ya está en el 2’9% (y no es divisa internacional aún) y las previsiones son que este mismo año 2015 se sitúe en el 10% si, tal y como quiere China y se verá obligado a reconocer el FMI, la moneda china pasa a ser parte del sistema de derechos especiales de giro. El camino hacia la desdolarización mundial se acelera, y tanto China como Rusia tienen mucho que ver en ello.
El BAII se suma a otra iniciativa que está en marcha y que será operativa el año que viene, el Banco de Nuevo Desarrollo de los BRICS. En él también China va a tener una participación mayoritaria, el 41% del capital. Serán otros 100.000 millones de dólares, de los que Rusia, Brasil e India pondrán cada uno 18.000 millones, Sudáfrica 5.000 millones y el resto China. Luego en el 2016 habrá otro orden geopolítico claro, especialmente en el ámbito económico aunque no sólo. Todos los países BRICS están también en el BAII.
Esto es lo que preocupa a EEUU y a la UE. Por eso los esfuerzos de Washington para contener lo incontenible. El nacimiento de una estructura multilateral debe ser bienvenido porque asentado el poder económico, vendrá un subyacente poder militar capaz de bloquear a la OTAN. En este sentido, es relevante lo que ocurra este año en la XIV cumbre de Jefes de Gobierno de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) que tendrá lugar en China, aún sin tener fecha señalada aunque inicialmente se hablaba de ella para este verano. No obstante, y dado que Irán ha pedido ser miembro de pleno derecho de la OCS y que el 30 de junio es la fecha tope para la firma definitiva o no del acuerdo sobre su programa nuclear, es muy probable que se retrase dicha cita hasta finales de año si el acuerdo finalmente no se rubrica dado que Irán habla de que sólo habrá firma final si ese mismo día se levantan las sanciones a que está sometido, a lo que se opone EEUU.
Adiós a la Asociación Trans-Pacífico
Pero esto no es todo. El BAII ha herido de muerte a la Asociación Trans-Pacífico (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, EE.UU. y Vietnam) que con tanto empeño y cuidado montó EEUU para dejar fuera a China. Ahora los chinos le han devuelto el golpe, y con creces. También por la chulería o prepotencia de EEUU, que durante tres años ha estado retrasando el acuerdo final de la ATP por un enfrentamiento con Japón y Canadá por temas agrícolas y de la industria automotriz. A primeros de este año el Congreso de EEUU decidió retrasar el tema hasta 2017, lo que dio argumentos a algunos de los integrantes de la ATP (como Australia y Singapur, por ejemplo) para sumarse al BAII. Ahora, una vez que estos dos países han decidido formar parte del BAII, el comité del Congreso estadounidense ha decidido tramitar la ATP “por la vía rápida”. Pero, al igual que con el dilema al que se enfrenta Japón, aunque se haga también llega tarde.
Este impasse ha sido, también, aprovechado por China, que ha propuesto que una vez esté en marcha el BAII, se ponga en funcionamiento el Área de Libre Comercio del Asia-Pacífico, con lo que liquida la ATP. Aquí los países latinoamericanos tendrán que entrar, algo que no han hecho ahora en el BAII.
Tomado todo esto en conjunto, representa la más formidable humillación hecha jamás a EEUU y el desafío geopolítico de este siglo XXI que se va a parecer muy poco al siglo XX. Es cierto que aún hay incógnitas por despejar, como si el proceso de des-dolarización de la economía va a ser lento o rápido –y, por el momento, tanto el BAII como el BD de los BRICS van a funcionar en dólares- pero es un hecho que todo indica que esto es coyuntural, como se ha indicado antes con el interés de China por internacionalizar el yuan o renmimbi.
Estamos asistiendo a la profundización estratégica de China y a unos momentos que pasarán a la historia. La creación del BAII supone el fin de rol de EEUU como garante del sistema económico mundial. No es extraño que China haya considerado “una aplastante victoria” (3) la incorporación de tantos países al BAII pese a las presiones de EEUU.
Notas:
(1) Zhang Xiaotong, ideólogo del PCCh y uno de los artífices de la nueva política exterior china, lo afirmaba en un artículo publicado en diciembre de 2009.
(2) Reuters, 10 de abril de 2015.
(3) Global Times, 7 de abril de 2015.

lunes, 20 de abril de 2015

HABLA RESERVISTA COLOMBIANO: ¿EL EJÉRCITO COLOMBIANO PROVOCÓ EL COMBATE CON LAS FARC EN DONDE FUERON DADO DE BAJA CASI 30 SOLDADOS?

El Tiempo, 18 de abril, 2015.El Tiempo, 18 de abril, 2015.
ANNCOL / 2015-04-18 / ¿“No será que detrás de todo este show hay un juego de las altas esferas del poder”? Esa es la pregunta que el reservista Manuel Ibarra termina su interesante crónica. Da una imagen totalmente contraria a la tormenta mediática contra el proceso de paz que se ha desatado en los últimos días en Colombia. El debate debería ser sobre causa y efecto.
Por que ya está bombardeando la aviación colombiana a las concentraciones guerrilleras en Vistahermosa, departamento del Meta, expresa eufóricamente el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón, al diario El Tiempo. Representantes del campo Uribista y Santista expresan “mano dura” contra las FARC y exigen que las tropas guerrilleras se concentren en un lugar y dejen de “joder” al medio millón de militares en Colombia.
A continuación reproducimos la crónica del reservista Manuel Ibarra:
Interrogantes para entender qué hay detrás de la muerte de los soldados de la Brigada Móvil 17 de la Fuerza de Tarea Apolo
Por Manuel Ibarra, reservista
¿Será que los militares comprometidos en el ataque de las FARC-EP no tenían informes de inteligencia de combate sobre la zona en que se encontraban que a través de los factores METTP ( misión, enemigo, tiempo, terreno y población civil) les hubieran alertado de los movimientos de tropas guerrilleras o sus redes de apoyo en el sitio cercano a donde pretendía establecer la BPM ( base de patrulla móvil) o punto de descanso?
¿Será que no hubo un esquema de seguridad de la patrulla que estuviera preparado para una reacción, con un plan de reacción y contrataque donde se asignaran campos de tiro, y medidas de contingencia  de todo el personal  si se producía un ataque y en caso de... o si hubo tal esquema de seguridad con sus respectivos centinelas ( cordones de seguridad ubicados estratégicamente para repeler ataques) ¿que habrá sucedido? más aún si hablamos de soldados profesionales no de  soldados regulares, campesinos o bachilleres? 
ibarra

El reservista Manuel Ibarra


¿ Será que no se hicieron descubiertas, registros o PAC (puesto avanzado de combate) en puntos neurálgicos previos con lo cual se permitiera obtener sobre terreno inteligencia de combate, detección de AEI ( artefactos explosivos improvisados), artefactos trampa y minas anti personal, emboscadas, reconocimientos enemigos y demás situaciones, en una zona donde previamente es evidente la patrulla se encontraba ejerciendo operaciones ofensivas y la tropa esta en continuo avance por lo cual debe realizar constantemente estas tareas?
¿Qué ubicación tenía dicha patrulla para que los hubieran tomado por sorpresa y quien dio la orden irresponsable de ubicar la tropa en un sitio donde eran blanco fácil desde diferentes direcciones? pues recordemos que los soldados caídos en combate quedaron muertos en un polideportivo rodeado de montañas donde podían recibir fuego de ametralladoras, rifles de francotiro, lanza granadas, mortero y demás elementos de tiro parabólico y semiparabólico.
 ¿Será que los superiores y la oficina de inteligencia de dicha unidad sabían de la ubicación de dicha patrulla cuando en ejercicios de orden abierto siempre se hacen programas de radio donde se da la ubicación de la tropa que queda en BPM, se reportan novedades mutuas, se hacen recomendaciones tácticas y operacionales, con el fin de que ante un ataque enemigo haya apoyo aéreo o helicoportado información que la recibe principalmente la oficina de COP (comunicaciones)? ¿Será que en el batallón no sabían de la ubicación irresponsable de dicha tropa?.
¿Acaso los militares comprometidos en este hecho no sabían que el sitio en que se iban a ubicar y las circunstancias del tiempo climático se prestaban para que un posible ataque aprestara a la confusión y la derrota de la patrulla?
¿Si la patrulla se encontraba en una operación ofensiva porqué recurrieron a alojarse o descansar en un polideportivo que por lógica deducción está cerca al casco urbano de un caserío lo cual es prohibido en las normas de guerra pues es poner en riesgo la población civil que es protegida y por ende sus bienes, y porque se confiaron en una cese unilateral cuando pese a eso la insurgencia es un actor armado y como tal no dudaría en aprovechar militarmente la excesiva confianza de su enemigo?
¿Qué tan cierto es que los soldados tenían orden de no disparar ni entrar en combate, pues esto es contradictorio ya que estaban en operaciones ofensivas ahora bien  no será más bien que esa patrulla se encontraba haciendo el papel de "espantapajaros" o de "plan presencia" lo cual se hace más que todo en desarrollo de operaciones de control militar de área totalmente diferentes a operaciones ofensivas?
¿No será que la patrulla no respetó las normas del susurro, cero luces, cero bulla y quietud que se debe tener cuando se ha de cambuchar especialmente en la noche cosas tan básicas en la disciplina táctica?
¿Cuánto tiempo llevaban esos soldados en el área de operaciones?
¿Acaso por cansancio prefiriendo acampar en un lugar fácil cambiando el principio de que es preferible seguridad que comodidad y no previeron el factor sorpresa de su enemigo?
¿Dónde estaban ubicadas las armas de apoyo que hubieran podido contener y minimizar los efectos del ataque?
¿A quién beneficia políticamente este hecho de guerra?
¿No será que estos soldados no solo cometieron errores tácticos inducidos por sus comandantes sino que más bien fueron puestos como carne de cañón por mandos militares desafectos al actual gobierno nacional y  también  desafectos el proceso de paz con el fin de provocar un rompimiento del desescalamiento del conflicto asegurando que tras el cese de bombardeos como gesto ante la tregua unilateral de las FARC-EP, este grupo insurgente se está fortaleciendo?
¿No será que el "papayaso" en que fueron puestos estos soldados el cual aprovecho la guerrilla como un ente y actor natural de guerra hace parte de una pantomima para desestabilizar el proceso  de paz mediante la exacerbación y el sensacionalismo y provocar por hay derecho manipulación colectiva que conlleve a un rechazo popular contra el proceso que pudiese ser capitalizo para un golpe de estado o reforzamiento electoral del uribismo y sectores que no ven con agrado los diálogos de paz? 
¿No será que detrás de todo este show hay un juego de las altas esferas del poder?

jueves, 9 de abril de 2015

¿Todo está perdido?

Libardo Sánchez Gómez

Parece  que para las grandes mayorías todo está perdido, pues no hay la mínima posibilidad en el horizonte cercano que  puedan acceder al  disfrute de un techo propio, a gozar de salud y educación, pues  se volvió normal que los bienes, de por sí escasos, estén en manos de unos pocos; el 1% de los habitantes de la tierra se han apropiado de bienes, servicios, mente y conciencia del 99% de los humanos.

Los usurpadores, en cualquier parte del mundo, consideran  a los reclamantes  de trabajo,  mejoras salariales, tierras, techo e igualdad de oportunidades, como  “enemigos internos” y se les criminaliza, encarcela y asesina. Los gobiernos acatan obedientemente las directrices del capital transnacional; de acuerdo a Arnaldo Pérez Guerra, “el Estado se limita a resguardar los intereses de las grandes corporaciones y transnacionales”. Como un ejemplo de represión global, el abogado Eduardo Mella, en la revista Reflexión Nº 36, del Centro de Salud Mental y Derechos Humanos, refiriéndose al manejo que da el gobierno chileno a las justas reclamaciones de los mapuches señala, “Hoy son los excluidos del modelo económico y todo aquel que levante su voz frente a las injusticias de la economía de libre mercado. Al mapuche se lo asocia a terrorismo. La disputa de predios con empresas forestales es vista como un freno para el progreso, una amenaza al Estado de derecho, que vulnera la unidad nacional” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197112).   El  capital transnacional, cuyo corazón y mente imperial están en Washington, pretende que el conjunto de naciones no sean más que sus colonias; de acuerdo a Henry Paul (Contra Magazín) “EE.UU. ha conquistado el 65% de los países en todo el mundo y los ha obligado a aplicar la política exterior estadounidense”, igualmente anota que  "EE.UU. no solo aumenta su territorio a costa de otros países, no solo envía su armada a todos los océanos, sino que afirma que todos estos países y océanos son su zona de influencia, un territorio que debe defender"; el imperio, además, está presto a deponer los  gobiernos que se aparten de sus preceptos, los ejemplos se dan por montones, Irak, Libia, Afganistán, Siria, Venezuela, Ucrania, y hasta   se ha atrevido amenazar a Rusia, solo que esta  potencia es un oso duro de roer, capaz de poner en jaque al osado malandrín imperial.

En Colombia   casi sesenta años de guerra civil lleva al imperio a ordenar a sus vasallos a sentarse a conversar de paz con los alzados en armas en La Habana. Es preciso desbrozar los campos de fusiles para que las empresas extractoras de recursos naturales puedan saquearlos a sus anchas. Así  lo han entendido las FARC, el comandante Marcos Calarcá manifiesta, “El establecimiento y sobre todo las transnacionales imperiales necesitan la paz, no con fines nobles ni pensando en el bienestar social, requieren garantizar la explotación de los recursos mineros y energéticos ubicados en áreas de fuerte presencia guerrillera al igual que las tierras necesarias para el desarrollo de los megaproyectos agroindustriales dirigidos a producir agro-combustibles” (www.pazfarc-ep.org/index.php/blogs/marco-leon-calarca.htm). También necesitan sacar  al más de medio millón de militares y paramilitares  de la confrontación interna, para direccionarla contra la República Bolivariana de Venezuela, cuyo pecado consiste en poseer astronómicas reservas de petróleo y haber levantado la voz contra la injerencia del imperio.  Eso sí, a pesar de lo incómodo que es para las transnacionales saquear recursos estando de por medio las guerrillas, tanto la oligarquía criolla como la transnacional no están dispuestas a ceder   un  mínimo de sus privilegios a cambio de la dejación de armas por parte de los insurgentes. La clase dominante espera  que “la paz” no les cueste más que una media docena de curules en el parlamento, por cierto un estamento podrido hasta la médula, el cual, como en el cuento de las manzanas podridas, terminará pudriendo a los políticos neonatos. 

No obstante, la dureza de la realidad, los últimos acontecimientos a nivel local, regional  y global  hacen pensar que no todo está perdido. La guerrilla afirma que no habrá firma de acuerdos si no hay de por medio un mínimo de cambios que permitan hablar de “justicia social”. Desde luego       que, al final de las negociaciones, en medio de pequeñas variaciones todo seguirá igual. Probablemente  las castas dominantes  estén dispuestas a    ceder una mínima ampliación del derecho  a recibir información veraz, al respecto Yadira Castro, delegada  de las FARC, manifiesta que la guerrilla exigirá  “Democratización del acceso al espacio radio electrónico, la información y la comunicación que impida la monopolización de los medios masivos de comunicación”; y, de acuerdo a la insurgente, esto se logrará si se comparte equitativamente el acceso a los medios de comunicación, según las FARC se debe otorgar “el 33 por ciento  a los medios comunitarios –que son quienes realmente educan”. Respecto del acceso a la tierra por parte de los campesinos (reforma agraria)   salud, educación, protección de recursos naturales y soberanía, son derechos que tendrán que ser ganados mediante la movilización y luchas en campos y ciudades por parte de los sectores populares marginados. Estos temas no serán abordados en la Mesa de diálogos.

Pero a  nivel regional, en su “patio trasero”, el imperio ha encontrado una inusual resistencia tanto que lo ha llevado a considerar a una nación como Venezuela, desarmada y con un pequeño  pie de fuerza, como “inusual amenaza a su seguridad nacional”. Cansados del saqueo de sus recursos naturales  un gran grupo de naciones latinoamericanas ha levantado la bandera de la “última independencia”, tratando de lograr  una nueva institucionalidad con mayor  autonomía. UNASUR, El ALBA, MERCOSUR, CELAC (con 33 naciones) y PETROCARIBE son  bloques de naciones latinoamericanas con los que el imperio tendrá que lidiar con mayor respeto. Y a nivel global el bloque de los  BRICS (Brasil. Rusia, India, China y Suráfrica) está  configurando   un nuevo orden mundial multicéntrico y pluripolar. MERCOSUR, BRICS y la Unión Euroasiática suman importantes sinergias políticas y económicas actuando como un incómodo contrapeso al imperio.  Ariel Noyola Rodríguez dice que “la relación estratégica entre la Unión Euroasiática y el Mercosur tiene una enorme oportunidad para presentar ante el mundo parte de la exitosa respuesta de ambos bloques a la profundización de la crisis económica actualmente en curso y, con ello, contribuir de manera decisiva a debilitar los cimientos de la hegemonía del dólar” (Cómo el Mercosur y la Unión Euroasiática desafían a Estados Unidos y la hegemonía del dólar. http://actualidad.rt.com/)

Mientras la hegemonía económica y militar del imperio del mal viene cayendo en picada el gigante Chino asciende aceleradamente. En el aspecto económico, a hoy, China ha desplazado a los EEUU en cuanto al PIB se refiere. En lo militar China dispone de suficiente poder disuasivo. El poderío nuclear de Rusia está a nivel del imperio, pues si no fuese así los EEUU ya hubiesen lanzado su famoso ataque global.  Paul expresa,  "Rusia y China son los únicos poderes mundiales que podrían poner fin al terror de EE.UU. sin guerras ni ataques nucleares".


La nueva realidad muestra que los gringos ya no podrán diplomáticamente ni por la vía de la agresión militar torcer la idea de libertad de los pueblos. 

sábado, 4 de abril de 2015

"Contra el teatro" – Respuesta de Fabio Rubiano a Héctor Abad FAsciolince


Respuesta a “Contra el teatro”

En forma de carta a Héctor Abad Faciolince por su columna contra el teatro. http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-334261-contra-el-teatro

El miedo provoca lo temido.

He conocido gente con fobias, y muchas veces lo peor que puede hacer alguien con esta patología es hacerla pública porque de inmediato comienzan a asustarlo con eso.

Las casas de las bromas están llenas de insectos, sapos, ratas, culebras, además de vergas, vaginas y excrementos de plástico. Todo en aras de producirle risa a alguien a costa del miedo del otro, del sufrimiento del otro. Los gestos de la gente que entra en pánico ante aquello que lo descontrola son impresionantes: la boca se tuerce para un lado que nunca imaginamos, los ojos se desorbitan, hiperventilan, se agachan como si fuera a caer una bomba; gestos que, según usted en su columna, son los que odia.

Lo paradójico es que queda la sensación al leer su penoso artículo, de que es usted quien hace los gestos a los actores cuando nadie lo está asustando, está sacando la lengua cuando no hay mimos persiguiéndolo, contrae los músculos de la cara y crispa las manos sin que se asomen por la ventana de su casa actores con máscaras griegas. Está haciendo muecas solo. ¿Cuál es la razón para que sea usted quien haga los gestos que tanto odia?. Y los exhiba. Además está mostrando sus heridas, el desorden de sus neurotransmisores (las fobias lo producen), sus trastornos, ¿para qué?, ¿para que lo compadezcan, lo perdonen?

Para las fobias hay tratamientos. Bien podría curarse y volver algún día a teatro. Va a tener que ver muchas obras malas para alcanzar una buena, así sucede también con la literatura. Y sí, lo sé, hay gente que dice que la novela ya se escribió y que no hay que escribir más, de la misma manera que usted dice que el teatro ya no está vivo. Afirmaciones temerarias, pero ya de lugar común, como el fin de la historia, fin del arte, fin del fin. Apocalípticos de catálogo.

Al ver el título me emocioné, pensé que había argumentos sólidos, pero casi de inmediato llegó la sorpresa y la vergüenza. Habla usted del amor al cine donde no hay esos gestos feos del teatro que le crispan. Si tanto horror le producen, supongo que odiará el cine expresionista de los años 20 donde nada de lo que allí sucede se parece a la realidad, que es una de las exigencias que usted hace, o intuyo que detesta Kusturica por lo antinatural de la gestualidad, o que también siente fobia con algún Kurosawa. En su reemplazo asumo que disfruta más las películas basadas en novelas de Jane Austen o las hermanas Brontë, donde todo es muy limpio y los gestos medidos.

En esa misma línea sospecho que no disfruta usted la pintura de los expresionistas, o de los objetivistas como Otto Dix o Gorge Grozs, o que no aguanta ver a Lucian Freud o a Odd Nerdrum donde ahí sí que hay gestos grandes y feos (para usted, no para mi), y que prefiere cuidarse su fobia viendo a los que “no hacían gesticulaciones enfáticas y sí sabían como era que se pintaba”.

Imprecisiones.

Hay que aclarar, entre otras cosas, las imprecisiones frente al Teatro que aparecen en el artículo. Hay gente que compra sus libros y lee sus columnas, entre esos yo, y pueden quedar con información errónea.

1.    Homero no escribió teatro, de hecho no escribió nada. Narraba, y como era ciego, a lo mejor también haría muecas repugnantes para los fóbicos de los gestos. Los cantares de gesta se hicieron casi 20 siglos después de Homero. Eso usted lo debe saber, no sé porque lo confunde.

2.    Cuando dice que a quién se le ocurriría hoy hacer cantares de gesta, recuerdo que fue lo mismo que le dijeron a Cervantes cuando escribió una novela de caballerías en una época en que el género ya estaba pasado de moda. Hay gente que escribe lo que está de moda en el momento oportuno. Los de teatro por lo general hacemos no lo que esté de moda, sino lo que creemos que es necesario.

3.    Los actores de cine que usted admira pasaron por escuelas de teatro, y la formación no consistía en tirarse al piso y empelotarse, eso es básico, eso es un comentario de matrona del partido conservador. Hay muchas más cosas que hacer, con emociones o con técnica, años de trabajo. Esos grandes actores de cine no son actores de cine, son actores, y siempre regresan al teatro. Mínimo una vez cada año, decía Mastroiani, y el consejo lo siguen muchos. Lo hace Philip Seymour Hoffman hoy en día (está en cartelera con La muerte de un agente viajero de Miller), lo hace William Dafoe permanentemente con el Wooster Group. Los pocos buenos actores que hay en nuestra televisión ¿adivina usted de dónde salieron?

4.    Aquello de que el teatro moderno involucra al público es una afirmación destemplada. Ese teatro moderno del que usted habla es de los 60s y 70s con el furor del Open Theater o el Living Theater. Hoy en día eso no es para nada común, se usa en algunos espectáculos de calle o en números de payasos o magia. Espectáculos como “Fuerza bruta” o “Villa Villa” sí involucran a los espectadores; a veces descienden del cielo actores con arneses y se llevan consigo algún espectador. Las colas para verlos son interminables y los asistentes ruegan por ser ellos los “elegidos” para volar. De antemano saben a lo que van.

Con la Fura dels baus, agrupación catalana, uno está advertido de que en algún momento el teatro se puede incendiar, hay obras con encierro, incendio y bomberos. A mi no me parecen los mejores espectáculos en cuanto a lo esencial del teatro, pero supongo que en este último caso cuando usted está entre las llamas y llevado en brazos por un bombero actor, sí se cumplen sus expectativas de verosimilitud.

5.    Dice usted que el teatro es falso. ¿Me podría decir qué obra de arte no lo es? Primera clase del primer día: el arte no es la realidad, es una construcción poética, lírica, dramática…etc.  De hecho la realidad también es falsa, todos los días se dicen verdades que no lo son.

6.    El teatro no es como usted dice inofensivo, ni inocente, mucho menos útil; cuando se vuelve útil deja de ser arte. Ni siquiera fue útil cuando cumplía funciones pedagógicas en el siglo XIX en Colombia. Es un trabajo minucioso, puntual, de corrección permanente para que se vea exactamente lo que se quiere decir, para poder ser lo suficientemente ético en lo que se plantea, para no estar al servicio de nadie, no ser útil para nadie. No es inocente, porque lo que se diga y haga puede insultar, o asustar, como a usted; y no es inofensivo, muchas veces ofende. Casa de Muñecas ofendió a la sociedad noruega; Las Brujas de Salem a la norteamericana; todo el teatro abierto argentino ofendió a la cúpula militar, por eso les incendiaron el teatro; La Candelaria ofendió también y varias veces fueron allanados y les confiscaron los fusiles (eran de madera, de utilería).

7.    El cine no es teatro moderno. El cine es hijo del teatro, lo que pasa es que es un hijo que se volvió rico y a pesar de todo siempre regresa a casa a pedir consejos. El cine muestra, el teatro alude, evoca. No montamos en un escenario 100 soldados a caballo, pero hacemos que se sienta que ya van a entrar. En el cine de hoy tampoco son de verdad, lo siento. Las tropas multitudinarias son por computador, ojalá eso no lo aleje también de las salas de cine. Ah, y las muertes son de mentiras y la sangre también. Como en el teatro.

Tratamiento.

Solo espero que usted haya escrito eso por congraciarse con alguien, o por  apresurado, por cumplir con su columna. Quiero pensar eso, que en medio del apresuramiento cometió errores no solo históricos, de concepto y de argumentación, sino de redacción, como unir Homero y cantar de gesta. Ojalá algún día rectifique.

El teatro es más de lo que usted dice. Y los actores son más que sapos. De hecho, han sido los menos sapos con el establecimiento y con los poderes económicos.

Yo le tengo un poco de miedo a ciertos sapos, y podría pensar que al escribir usted un artículo (con gesto y muecas de alabanza) a Julio Mario Santodomingo, en el momento oportuno, se comportó como un sapo, y podría pensar también que ese es el único teatro que le gusta, el Julio Mario, que ante él no haría gestos de pánico sino reverencias. Si ese gesto cercano al de un sapo no me dio miedo, debió ser porque uno de los tratamientos efectivos contra las fobias es la exposición a lo temido, o porque tal vez usted no lo sea.

De todas maneras lo invito a que se trate.
Fuente:http://elsalmonurbano.blogspot.com/