lunes, 29 de febrero de 2016

Plan paz Colombia otro capítulo de ignominia y colonialismo


Libardo Sánchez Gómez*

 El  Plan Colombia fue una maniobra trazada por el imperio USA para combatir la oposición armada y, supuestamente, al narcotráfico.  Una  vez se cumpla la dejación de armas por parte de las FARC,  se convertirá en  el Plan Paz Colombia.   Será   un componente fundamental de una nueva etapa colonialista. El nefasto Plan Colombia no fue otra cosa que la estrategia del imperio para salvar  la oligarquía de la inminente derrota a manos de la guerrilla. Quince años de intromisión le  costaron al imperio en asistencia técnica, militar e inteligencia  alrededor de 10 mil millones de dólares y al pueblo pobre de Colombia litros de sangre y torrentes de dolor. Con esa  “ayuda” se desplazaron  violentamente millones de personas; de acuerdo con la Unidad de Víctimas del gobierno nacional de 1985 a 2014 se habían desplazado 6.200.000 personas.  Durante  el Gobierno de Pastrana se desplazaron alrededor de 1.700.000 hombres y mujeres. En el primer gobierno del presidente ex extraditable No. 82 Álvaro Uribe Vélez  se desplazaron  1.854.786 colombianos. Y en el segundo mandato gracias a su  "seguridad democrática"  el desplazamiento   alcanzó la cifra de 1.457.697.  El Plan Colombia, también,  sirvió como paraguas para todo tipo de violación de los derechos humanos, los llamados falsos positivos fueron el súmmum de la degradación humana.  Según  la Fiscalía General de la Nación alrededor de 5 mil civiles fueron presentados como "bajas" a la guerrilla.  En fin, los dólares gringos y, desde luego, los ingentes recursos propios invertidos en represión y  degradación de la condición humana  fueron botados infructuosamente en la manigua;  las bombas y la salvaje represión no fueron suficientes para doblegar al pueblo en armas;  no obstante,   para derrotar a la insurgencia  sólo bastó  con  llevarlos a La Habana y  sentarlos  a proponer,  discutir y pedir cuanto  les viniese en gana, una catarsis liberadora, pero   sin resolver mínimamente las causas objetivas que les obligaron a empuñar las armas. Está claro que la oligarquía jamás permitirá  transformación social alguna. En La Habana se han dado largas pero estériles discusiones entre gobierno e insurgencia en torno a temas esenciales  como el de la estructura de la tenencia tierra y territorios.  Al respecto, el Gobierno con desfachatez e insolencia sacó adelante la Ley de Las Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social  ZIDRES,  con la cual podrá entregar grandes extensiones de tierra a las transnacionales, en contra del espíritu de una urgente reforma agraria que permita democratizar el campo, y los negociadores de las FARC ni se inmutaron.

Es de esperar que esos aproximadamente ocho mil millones de pesos colombianos diarios,   hasta ahora malgastados,  en adelante sirvan para proporcionar educación gratuita en todos los niveles; por cierto, Colombia es el único país en el mundo donde no hay gratuidad en la educación superior ni siquiera la virtual; en  el aspecto educativo estamos por debajo de Haití.   También, se podría ofrecer salud de calidad y seguridad universal para todos y cada uno de los colombianos.  Pero desafortunadamente eso no será posible.  Los  dólares gringos sólo servirán para continuar causando dolor y humillación a vastos sectores populares sobre todo los rurales.   Cambia la forma pero el fondo será el mismo inspirado en la idea del “enemigo interno” y la “seguridad nacional”, centro del accionar de las fuerzas militares (http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com.co/2016/01/identificando-al-enemigo-interno.html) Hay que anotar que esta orientación no es ni será de  resorte local sino que responde a asuntos geoestratégicos del imperio.   Por tanto a quienes  dejen las armas y se inscriban en la lucha política se les aplicarán  los manuales de contra- insurgencia (1979)  los cuales especifican claramente que se deben combatir “los paros, los movimientos populares, las huelgas, las organizaciones  estudiantiles y el movimiento sindical”.


El  nuevo Plan Paz Colombia, también, contempla continuar con el combate al narcotráfico, pero será un engaño más,  de todos es sabido que la Agencia Antinarcóticos gringa  DEA, es una entidad dedicada no al combate de los estupefacientes sino a su control.  Afganistán es el  ejemplo clásico, respecto al cultivo del opio,   el Bureau de Drogas y Crímenes de la ONU, manifiesta que “con la llegada de EEUU se habría incrementado de forma considerable el cultivo de la adormidera, pues en el 2007, el 93% de los opiáceos del mercado mundial procedían de Afganistán y en la actualidad, la superficie de tierra dedicada a la producción de opio en territorio afgano superaría al del cultivo de la coca en América Latina, siendo el opio y la coca las principales fuentes de financiación de una CIA convertida en la mayor trasnacional de la droga”. Según el mismo informe “…desde 2004 un billón de dólares del tráfico de opio habría sido utilizado para financiar la guerra en todos los frentes”,  y no hay que olvidar que el dinero generado   “en su mayoría es blanqueado en Wall Street por organizaciones pantalla vinculadas a la CIA…” (Contrainjerencia.  Opio y coca convierten a CIA en la mayor trasnacional de la droga. Enero 30 2106)  En Colombia se sigue la misma trama,  según  la revista Semana, “…La realidad es que 15 años después de implementar esta política de erradicación, Colombia sigue cultivando hoja de coca y produciendo y exportando cocaína a los mercados ilegales de Estados Unidos y Europa(¿Plan Colombia o Paz Colombia? 4 feb. 2016).

La oligarquía para mantenerse en el poder  seguirá profundizando los lazos de dependencia y sometimiento; el imperio dispondrá no sólo de las bases militares sino de todo el territorio, para sus fines de dominación geoestratégica.    Los   gringos continuarán disfrutando de inmunidad absoluta, podrán   violar a las   menores de edad (su especialidad) que se les antoje sin tener que responder ante nadie.   

Ahora sin armas, para el imperio y la oligarquía todo les será más fácil. Los desmovilizados de las FARC (probablemente el ELN no se deje arrastrar por el mismo cause de esa “paz boba” aceptada por las FARC) serán recibidos a la vida política por una sociedad derechizada y totalmente  desideologizada. Para entender mejor la realidad social actual colombiana nada mejor que las palabras de ILKA OLIVA CORRADO (Las guerras sucias contra la región. 2016) “Esas masas desinformadas son manipulables por indolentes y por su carencia de sentido común y de criterio propio; son marionetas, son aguas revueltas, son el comodín y la escalera, parte de esa estructura que desde un sistema colonial va de estocada en estocada hacia su propio pueblo”.  Desafortunadamente   los intelectuales, la pobrería y la clase media carecen de conciencia de clase. Incluso a la dirigencia de la llamada “izquierda” les gusta el modelo de producción capitalista, “con rostro humano”, como si eso fuere posible. Para  la misma Ilka esto “es el resultado de una educación a nivel superior que desde una visión colonialista  utiliza y extermina todo pensamiento propio. Es la falta de integridad, de conciencia y  de humanidad de una clase media latinoamericana que baila al son que le toquen”. Se espera que las FARC conserven la línea política progresista de tinte marxista-leninista trazada por Jacobo Arenas y Manuel Marulanda.  Ojala no terminen convertidos en Petros, Navarros o, peor aún, en Bustamantes. Finalmente hay que decir que  Plan Colombia y Paz Colombia… son la misma…. con el mismo hedor.


*DMV. U Nacional de Colombia. MSc. Economía. PU. Javeriana. Esp. NAS. Profesor universitario.

viernes, 12 de febrero de 2016

Los comunistas debemos dar un paso al frente


by el comunista
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André Abeledo Fernández*
No creo que sea posible construir una sociedad socialista basada en el buen hacer de una supuesta élite pensante, del mismo modo que no se puede empezar una casa por el tejado, desde la nueva política nos llegan ecos de las catacumbas del pensamiento, los que nos definen a los comunistas como algo del pasado, repiten en cambio sin ruborizarse las consignas de la revolución francesa y nos devuelve a aquella revolución burguesa de 1789.
Los de la nueva política que niegan la vigencia de la lucha de clases como motor de la historia y entienden que el comunismo quedo enterrado bajo los escombros de la caída de la URSS en 1991, repiten en pleno siglo XXI un discurso sacado del siglo XIX, el del ciudadanismo, el del nepotismo ilustrado, parece oírseles gritar, colóquese quien pueda, es nuestro momento, ahora o nunca, es un momento histórico, el fin del bipartidismo, pero no dicen ni una palabra del capitalismo, que es el verdadero problema para la mayoría, para las trabajadoras y trabajadores, para la clase obrera.
Utilizan un nuevo viejo lenguaje donde todo vale, un día se definen como ni de izquierdas ni de derechas y al día siguiente hacen un llamamiento a la unidad de la izquierda, y yo me pregunto, ¿se puede ser de izquierdas y no ser antisistema?, y me respondo un rotundo NO SE PUEDE. 
Por activa o por pasiva los que participan de esta nueva política están siendo cómplices de la oligarquía en su lavado de cara, en su cambio de cromos para que nada cambie, primero en la segunda restauración borbónica, que ha pasado de puntillas sin la menor contestación por su parte, me atrevo a decir que hasta con su apoyo, y van a ser cómplices de una segunda transición donde el mayor aporte a la democracia será multiplicar la opción de voto de dos a cuatro partidos.
No niego por otra parte la necesidad imperiosa de acabar con el bipartidismo, como dijo muy acertadamente George Bernard Shaw"A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos rápido...y por las mismas razones.", pero la izquierda rupturista y sobre todo los comunistas no podemos perder de vista el verdadero objetivo de construir una sociedad socialista, no podemos olvidar en ningún momento que el problema es el sistema, que no se trata tan solo de que personas más o menos honestas lleguen a las instituciones burguesas, porque el sistema capitalista tiene como base la explotación del hombre por el hombre, el abuso, la represión, y como mal endémico la corrupción inherente a la acumulación de capital en manos de unos pocos.
Ese cuento de adaptar el discurso, significa entender al obrero como un ser discapacitado, como alguien incapaz de entender su situación, eso de decir las cosas de otra manera para no asustar a los votantes, significa dar por hecho que las trabajadoras y trabajadores son borregos que siguen al pastor, mentes débiles y sugestionables incapaces de entender cómo funciona el sistema que necesitan de un mesías que los guíe hacia el buen camino, o hacia el matadero, según tenga el día el tal mesías, significa rendirse ante la teoría del Darwinismo social y pretender ejercer la caridad con la clase obrera.
Los comunistas sabemos que todo eso es mentira, que la caridad es un insulto, que los derechos no se mendigan, que se conquistan, no pedimos nada a nadie, exigimos justicia social no tan solo solidaridad, creemos firmemente en el ser humano, en la capacidad de la clase obrera para tomar las riendas de sus propias vidas, para organizarse, para instruirse, para construir, para tomar el poder y defender los intereses del 99% de la humanidad, y hasta del planeta Tierra, porque el capitalismo es una infección mortal para los pueblos y para la naturaleza, es un voraz consumidor de recursos, es un rápido aniquilador de especies, es una terrible enfermedad capaz de ofrecer en sacrificio a toda la humanidad a su único dios, un dios con muchos nombres, el dinero, los mercados, la deuda, en definitiva el capital.
Los comunistas conscientes de esta amenaza tenemos el deber de organizarnos, de no escondernos, de reivindicarnos, de recuperar el prestigio del comunismo entre las filas de la clase obrera, de hablar claro, de perder el miedo, de ser la vanguardia y la punta de lanza en todas las luchas, en todas las organizaciones de masas, porque “sin organización revolucionaria no hay movimiento revolucionario.
Camaradas llego el momento de dar un paso al frente, la consigna es audacia, audacia y más audacia.
¡PROLETARIOS DEL MUNDO UNÍOS!
*Concejal de Esquerda Unida en el Ayuntamiento de Narón, Coordinador Local, y Sindicalista
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lunes, 8 de febrero de 2016

Miseria en la yugular del capitalismo




Marco el número de teléfono y llamo, me atiende la recepcionista de la clínica, quiero hacer una cita con un ortopedista, me explica los requisitos, es una clínica exclusiva para gente paria. Solo los olvidados y explotados del sistema asisten a ese tipo de clínicas en Estados Unidos. Soy una de ellos, mi salario como indocumentada no da para pagar una clínica privada y no tengo seguro médico para ir a un hospital del sistema.


El requisito principal es ser paria, el segundo llevar una carta autenticada donde se especifique el salario, ¿qué patrono quiere darle una carta autenticada a un trabajador indocumentado? Por suerte mi patrono actual accedió.

El día de la cita llego a la clínica y me encuentro con mundos de gente esperando para ser atendidos. Es invierno y la temperatura está a -18 grados centígrados, no hay calefacción en el edificio. Me comenta una de las personas que está en la línea de espera que el sistema de calefacción lleva varios días descompuesto.

Abro paso entre el tumulto para llegar a la recepción, me atiende una afro descendiente que al notar que soy latina cambia el tono y se dirige hacia mí con desgano, con el inglés remarcado para que lo entienda y no tenga que verse en la necesidad de repetirlo dos veces. Mientras habla hace señas, es una práctica muy común en este país que utilizan los estadounidenses con quien no entiende inglés, y esta persona hará todo lo posible por buscarle significado (el que sea) a las gesticulaciones, lenguaje corporal y a los ademanes, es un modo de sobrevivencia para recién emigrados que no hablan inglés.

La observo atenta y presto atención a lo que me dice, tengo que pasar a caja, entregar mi carta autenticada y confirmar la cita programada. En caja me atiente una latina, me habla en inglés, me explica los pormenores: que debo pagar $30 dólares por consulta, pero revisa mi carta y nota que mi salario está muy por debajo del salario mínimo, corrige la cifra y me dice que solo pague $20. Me manda a la sala de espera.

Llevo un libro de poesía para leer mientras espero, pero no puedo, me abruma el frío del invierno que hace tiritar a las personas que están en línea de espera, latinas y afro descendientes, no veo a un solo estadounidense anglosajón, asiático o europeo. Los que estamos ahí somos los parias de los parias. Las dos partes de la población estadounidense que se pelean los trabajos que otros no quieren hacer, por sucios, cansados, mal pagados.

Tengo el libro en mis manos pero la mirada extraviada entre los zapatos rotos de las madres que esperan con sus hijos en los brazos. Pienso en la temperatura, -18 grados centígrados. Adultos mayores en sillas de ruedas también tiritando del frío. El personal de la clínica pasa de un pasillo a otro, caminan con ese desgano de quien está en el trabajo equivocado. Quisiera pensar que esa fatiga se debe al sobrecargo de trabajo, a las pocas horas de sueño, a penas personales pero hay algo inhumano en el trato hacia los pacientes; no los ven a los ojos, no son personas, son números, casos y enfermedades.

Como los indocumentados para los medios de información afines al “sueño americano” para estadistas, sociólogos, “defensores de derechos humanos de los inmigrantes” para cineastas, políticos, para ese sector que ve en nosotros un trampolín para beneficio personal. Para ellos somos números y remesas. Jamás nos verán como seres humanos en todo el contexto.

Lentamente se va formando un nudo de sal en mi garganta, respiro profundo y sigo observando, personas en andrajos con apariencia de indigentes, latinos y afro descendientes, muchos mexicanos y centroamericanos. Puedo notar que gran parte del personal es puertorriqueño o de descendencia puertorriqueña. Las paredes manchadas y con la pintura descascarándose, puertas oxidadas, sillas despintadas, todo aquello en decadencia. Un aspecto lúgubre y deprimente. Y tal como en los hospitales públicos de mi sufrida Guatemala, las medicinas de las recetas las compra el paciente por aparte. En un momento me sentí en el trajín del hospital San Juan de Dios, pero esta clínica lo supera en deterioro. Observo el techo y el cielo falso está a poco de desprenderse.
Vaya, -digo para mis adentros- la miseria en la yugular del capitalismo. La clínica está a pocas cuadras del centro de la ciudad, del glamur, de los rascacielos, de ese rostro estadounidense de la opulencia con el que los medios venden la treta del país más rico del mundo. La clínica es tan solo una radiografía, una pequeña revisión general, unas pastillas para el dolor, porque las enfermedades realmente serias son tratables solo en hospitales y nosotros los indocumentados no tenemos acceso a ellos. Quienes más mueren por enfermedades terminales en este país son latinos y afro descendientes, porque sus bajos salarios no alcanzan para pagar esos tratamientos costosos que se vuelven privilegio de unos cuántos. Si es muy difícil para estadounidenses que ganan el salario mínimo, para indocumentados es un imposible, pues no hay acceso y los salarios son de insulto.

Cómo es posible –pienso en mis adentros mientras observo la calamidad- que este país invierta millones de dólares en guerras, en invasiones a otros países, en sobornos, en polarizar la información, en cárceles para indocumentados, en deportaciones si aquí dentro hay tanta necesidad. Me repica en la cabeza la canción de Víctor Jara, “las casitas del barrio alto” y es tan real en este país, una autopista divide el norte del sur, en el norte de la ciudad están los rascacielos y en el sur la pobreza extrema, la decadencia injustificable. ¿Por qué no invierte en darle mejor calidad de vida a quienes viven dentro de su país y deja de andar haciendo desastres con su política externa? ¿Por qué no hace realidad la Reforma Migratoria en lugar de andar firmando Acciones Ejecutivas contra otros países? Que se preocupe por su política interna y que no meta las narices en gobiernos ajenos.

¿Por qué lo medios de comunicación no informan de esto, de esta calamidad a todas luces en este país? ¿Por qué se sigue engañando a las masas con la mentira de un sueño americano que nunca ha existido? ¿Por qué se sigue entrevistando a “latinos o emigrantes éxitos” cuando la realidad es otra y nos escupe el rostro todos los días. ¿Por qué se trata de ocultar a toda costa el hedor de la alcantarilla donde los pobres se pudren en la miseria? ¿Lo que abruma, lo que encara, lo que cuestiona? Este país con una clase política soberbia, de unos cuantos millonarios que se creen dueños del mundo y de vidas también tiene miseria, pobreza extrema, sus ciudadanos tienen necesidades básicas que el sistema no cubre por estar invirtiendo en invasiones a tierras extranjeras.

Cualquiera también soberbio e ignorante dirá, ¿pero por qué se van a ese país si tienen el suyo? ¿Por qué se van a limpiarles los baños a los gringos y a mendigar? La pregunta no es por qué se van, o por qué limpian baños, la pregunta es, ¿por qué los gobiernos del país de origen los obligan a migrar? La pregunta no es para quienes se ven forzados a migrar, la pregunta es hacia el sistema, hacia los gobiernos, hacia las sociedades indolentes. Hacia las sociedades que no hacen nada por cambiar el sistema colonizador, racista y clasista que obliga a los parias a migrar. ¿Qué harán esas sociedades y esos gobiernos para detener las migraciones forzadas? ¿Qué harán para que los que se fueron regresen a un país que les ofrezca oportunidades de desarrollo? ¿Qué harán para otros no se vean forzados a migrar?

La pregunta es hacia la política externa de este país, ¿cuándo dejará de invadir países y de comprar y manipular gobernantes y sistemas? ¿Cuándo los dejará ser en plusvalía propia para que esas masas no se vean obligadas a migrar? No quiere migrantes indocumentados en su territorio pues que deje de invadir países.

De la puerta de la sección de medicina interna sale una enfermara afro descendiente, tiene una hoja en la mano y llama a una tal Ilka Oliva, es mi turno, me levanto y camino hacia donde me indica, de mala gana me toma la presión. Me vuelve a decir que espere afuera, después de un tiempo que me parece interminable sale otra enfermera que me llama y me lleva al cubículo del médico que me atenderá, es una doctora latina que me dice habla muy poco español y que si hablo inglés se facilitaría bastante. ¿Cuál es su razón de consulta? Una lesión de ligamentos en una de mis rodillas.

Salgo de la clínica gélida, lúgubre y deprimente a encontrarme con la intemperie del invierno estadounidense, me detengo en una esquina esperando que cambie de color el semáforo para darle el paso al peatón, a unas cuadras luce ostentoso el centro de la ciudad con los rascacielos como metáforas de un capitalismo que le apuesta al consumismo y a la degradación humana. Por las mismas avenidas caminan indigentes buscando un plato de comida. ¿Otro mundo es posible? ¿Para cuándo?

Ilka Oliva Corado. @ ilkaolivacorado contacto@cronicasde unainquilina.com
Blog de la autora: Crónicas de una Inquilina

miércoles, 3 de febrero de 2016

Increible: Oxitec, una empresa británica, “inventó” el virus Zika


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HISPAN TV – La dramática propagación del virus del Zika, que mantiene en vilo a todo el planeta, podría haber sido causada por la presencia en Brasil de mosquitos modificados genéticamente.
Mientras expertos internacionales en salud se reunieron el lunes en Ginebra (Suiza) para discutir el estallido y las posibles curas del virus Zika, surgen preguntas sobre si los mosquitos desarrollados por una empresa británica pueden estar detrás de una epidemia que comenzó a propagarse en América a través de Brasil y ya ha contagiado a 20.000 personas en Colombia.
A mediados de 2012, la compañía de biotecnología británica Oxitec, creada por científicos de la Universidad de Oxford, liberó insectos modificados con el objetivo de reducir la población general del mosquito que propaga el dengue, el virus Zika y el chikunguña en el noreste de Brasil.
En aquel momento surgieron preocupaciones sobre la liberación de estos mosquitos modificados genéticamente sin haber realizado más estudios sobre posibles efectos secundarios.
“Es un enfoque muy experimental que aún no ha tenido éxito y puede causar más daño que bien”, advirtió en 2012 la doctora Helen Wallace, directora del instituto GeneWatch, en declaraciones a The Guardian.
Los primeros casos de zika en humanos fueron documentados en Brasil el pasado mes de mayo, y a día de hoy se estima que podría haber 1,5 millones de personas infectadas.
Los críticos de Oxitec recuerdan que la zona en la que fueron liberados los mosquitos de código genético alterado es la misma donde se inició la propagación del virus.
Desde el inicio del brote, se han registrado en Brasil más de 4000 casos de bebés que nacen con microcefalia.
El objetivo del programa de modificación genética de Oxitec era liberar sólo mosquitos macho de la subespecie Aedes aegypti, conocida por ser los portadores del dengue y el Zika, para que al reproducirse con la hembras portadoras de los virus produjesen crías modificadas que morirían antes de alcanzar la edad de reproducción.
Pero las voces en contra de las prácticas de Oxitec señalan que está comprobado que si los mosquitos tienen acceso al antibiótico tetraciclina, que se puede encontrar en los suelos, las aguas superficiales, y en algunos alimentos, la tasa de supervivencia de los mosquitos podría aumentar hasta un 15 %, ayudando a la propagación del virus.