martes, 18 de septiembre de 2018

¿Es Guacho el guache o son otros los guaches?



Libardo Sánchez Gómez*
La situación social de Latinoamérica especialmente de Colombia, Ecuador y Venezuela da para hablar de guaches y guachadas. Según  el diccionario Larousse se le dice guacho a un hombre huérfano y  GUACHE a un hombre del pueblo;  en Colombia, además, a esta palabra se le agrega  la acepción de patán y mentiroso, como se hace ver en los medios de comunicación a Walter Patricio Arizala, se supone   un guerrillero activo   de las FARC-EP,  quien escogió como nombre de guerra el de GUACHO.  La verdad es que a ciencia cierta no se sabe si Guacho es real o no,    todo lo que se conoce de Él es lo que divulgan los medios de comunicación a quienes poco y nada se les puede creer.   Se dice que  no es un disidente, pues no renunció a sus ideales de transformación de una sociedad desigual y enferma por vía de  la lucha armada, parece que no se reintegró por considerar que la cúpula negociadora del grupo insurgente, encabeza del inepto y sin conciencia o, por lo menos,    claridad política  Timochenko, pactó por nada el sometimiento del grupo sin haber sido derrotados militarmente.  En todo caso a Walter, la clase  hegemónica en el poder lo convirtió en el último fantasma, creado   para infundir miedo y zozobra en la población,  para los guaches en el poder es preciso contar con alguien a quien culpar de todo lo malo que ocurra, y en este caso en el Suroccidente colombo ecuatoriano. Y para hacer más espectacular su espectro terrorífico, como hicieron en su tiempo con el jefe   legendario guerrillero Manuel Marulanda, de vez en cuando le dan de baja; el “carnicero” de turno Guillermo Botero llamado, también, ministro de defensa (de los privilegios de unos pocos) anunció que ya le dio a Guacho dos tiros por la espalda y que debe estar muerto, pero de la risa.   
Guacho comienza a sonar a partir del secuestro y ejecución de tres periodistas de origen ecuatoriano, de estos hechos se sindica a Guacho, pero hay serias dudas acerca  de que este    guerrillero haya sido realmente el responsable de este execrable crimen. Serios indicios  llevan a que, por lo menos,   los autores intelectuales son agentes de seguridad colombianos en contubernio con el gobierno ecuatoriano y agentes del Comando Sur. Al gobierno norteamericano le interesa calentar la frontera colombo-ecuatoriana, para crear artificialmente  la necesidad de su presencia  y así  volver a instalar sus bases militares las cuales tuvo que desmantelar durante el gobierno de Correa. El  presidente Lenin Moreno, quien actuó como caballo de Troya dentro del gobierno de Rafael  Correa, abandonó las banderas progresistas de Correa para lanzarse al seno del Tío SAM y, como todo renegado, es capaz de cualquier guachada.
Y, continuando con “guachadas”,   a pesar que el Gobierno de Nicolás Maduro nada tiene de socialista excepto el mote de Socialismo del Siglo XXI, los gobiernos del Cono Sur,  dóciles cachorros del imperio, han orquestado la más grande de las “guachadas” en contra del pueblo venezolano; temerosos del avance del chavismo, que puede hacer que las oligarquías tradicionales pierdan sus privilegios,  se han puesto del lado de los intereses del capital transnacional, actuando  como fieros perros de presa en la guerra de cuarta generación emprendida por el Pentágono contra Venezuela. Dentro de los múltiples frentes de esta guerra el económico es el principal, para   estrangular al gobierno de Nicolás Maduro impiden por todos los medios la llegada de alimentos y medicamentos, y estimulan el contrabando de estos a través de sus fronteras especialmente de la frontera con Colombia. Igualmente tan pronto     van apareciendo en el mercado los billetes de alta denominación los   acaparan, de esta manera se provoca una escases artificial de efectivo, trayendo consigo   subida de los precios. Y como si fuera poco los dueños de tiendas y almacenes suben sin justificación alguna los precios de todo tipo de mercancías especialmente de las de primera necesidad. Desde luego en medio del maremágnum provocado por la inflación flota la corrupción de funcionarios (quinta columna) y de algunos miembros de la  policía, agravando el panorama.
Los medios de comunicación transnacionales y los locales de propiedad de la burguesía, que otrora disponía de los bienes petroleros, distorsionan monstruosamente la verdad, haciendo ver al Presidente Nicolás Maduro como un desalmado dictador violador de los derechos humanos, a esta guachada le hacen eco, salvo contadas excepciones, los políticos tanto de derecha como de izquierda del continente, ocultando que Maduro fue elegido mediante el voto libre de sus compatriotas en unas elecciones consideradas por observadores internacionales como las más transparentes en el mundo entero. Tampoco se informa que   Maduro está sometido a los mandatos de la Asamblea Nacional Constituyente, conformada por 554 miembros elegidos por toda la población mediante voto libre y limpio. Los medios de comunicación, también, repican continuamente que todo está mal en Venezuela mientras que en los países vecinos la gente goza de altos niveles de bienestar, de esta manera se estimula el éxodo de ilusos, que abandonan su patria en busca del dorado. Y  no se advierte  que la situación de los vecinos casi en todos los frentes es peor que en Venezuela, por ejemplo, no se dice que más de ocho millones de personas en Colombia han sido desplazados de sus territorios y que sobreviven del rebusque en   tugurios regados por todo el país, y esto no amerita reuniones urgentes de la ONU y la OEA. A la fecha se siguen presentando los desplazamientos, el mismo Gobierno informa que grupos armados están obligando a los habitantes  de los corregimientos del Charco, Las Mercedes y Catalina, entre otros, en Nariño a abandonar sus tierras. Tampoco se menciona que en Colombia mueren diariamente alrededor de cinco niños de física hambre, en Venezuela no se ha reportado un solo caso, pues todas las personas reciben un bono de alimentación y un mercado a través de lo que se conoce como Claps. No se cuenta que en Colombia el empleo formal es marginal, siendo el rebusque quien permite sobrevivir a casi el 80% de la población laboralmente activa. No se dice que la gente muere a diario en sus casas esperando una cita con el médico la cual dura hasta seis meses,  y no hay enfermo que aguante tanto. Y de la seguridad social ni hablar, solamente 3 de cada diez colombianos llegan a pensionarse, en Venezuela el cien por ciento de las personas que llegan a los 60 años automáticamente reciben una pensión. Es cierto que en Venezuela la  inflación ha sido incontrolable debido a que a cada medida del Gobierno para superarla el Pentágono sale con una contramedida, no obstante, se procura   aliviar la situación mediante medidas de tipo económico, legal, fiscal y monetario, con el petro,  moneda virtual, se busca evitar el acaparamiento de los billetes de alta denominación,  se   suben  salarios para compensar la pérdida adquisitiva, se castigan   los empresarios que aumentan los precios de manera artificial y, por otro lado,  se viene estimulando la producción agropecuaria, Venezuela es autosuficiente en Café, cacao,   carne la cual  escasea porque el ganado sale hacia Colombia  de contrabando, lo mismo ocurre con el arroz; los ganaderos y arroceros de Arauca se quejan que la entrada de animales y grano de Venezuela los tiene arruinados, y claro el gobierno colombiano actúa como un guache, haciéndose el de la vista gorda, pues se trata de afectar a Venezuela.  
La más grande de todas la guachadas llevadas a cabo contra Venezuela es el llamado éxodo venezolano del cual la televisión colombiana ha hecho un show mediático, para aumentar rating; este éxodo es estimulado de manera  calculada desde altos niveles del gobierno colombiano y por agentes encubiertos de la CIA y de la Seguridad colombiana, escogen a gente vulnerable y le ofrecen dinero y la promesa que una vez lleguen a los países vecinos allí los van a recibir con los brazos abiertos, se les promete  empleos en altos cargos y con sueldos que en poco tiempo les convertirá en gente rica. A muchos les dan lo del pasaje hasta Cúcuta, una vez allí     las primeras huellas del dorado que encuentran son las piedras que pisan los pies desnudos, pues no hay suelas que aguanten tanto trote, los   zapatos   con que llegan no sirven para seguir ni para volver atrás. Esfumado el dorado los despistados trashumantes comienzan añorar lo  que dejaron en su tierra, muchos preguntan por las oficinas donde les deberán entregar lo prometido o, por lo menos, los bonos de las misiones a que tenían derecho en su país. Algunos logran devolverse, pero la mayoría no se dan por vencidos y continúan en busca del dorado por  todas las ciudades de Colombia y de los países vecinos.  Los mismos medios de comunicación como RCN y Caracol informan que más de cuatrocientos mil personas han retornado a sus sitios de origen, incluso el presidente Maduro ha dispuesto medios de transporte gratuitos para todos lo que adquieran cordura y quieran volver a sus hogares. Desde luego muchos no querrán hacerlo unos por motivos políticos, otros porque tienen deudas pendientes con la justicia venezolana, otros porque les gusta  la aventura, y otros por la posibilidad de ganar dinero fácil, sirviendo como mulas del narcotráfico o   competiendo con los atracadores locales,  con los apartamenteros y asaltantes de bancos. A muchas de las mujeres que se quedan en Colombia les toca la peor parte, pues los pocos empleos disponibles se encuentran en la prostitución, las trabajadoras sexuales colombianas se quejan que las venezolanas están denigrando esta loable y difícil labor, pues reciben cualquier centavo. Los últimos reportes de las autoridades dicen que los atracos y robos de vehículos en solo Bogotá han aumentado en un 450% en los que participan “extranjeros”, para no decir venezolanos, pues tratan de maquillar el haraquiri  con que el mismo gobierno está matando a la sociedad colombiana en su conjunto. 
De Venezuela llegó la libertad a cinco naciones del cono Sur y si, como es de esperar, logra salir triunfante de esta miserable guerra, con toda seguridad que nos  llegará la segunda y última independencia. Si bien es cierto la mayor parte de Latinoamérica le ha dado la espalda Venezuela cuenta con el apoyo de dos colosos como son China y Rusia, quienes por razones geoestratégicas no pueden dejar que los gringos se salgan con la suya. No importa que imbéciles como Almagro aúpen la agresión militar, las invasiones gringas ya son cosa del pasado, frente a frente tienen tanto el poderío económico de China como el militar de Rusia. En Siria se pudo evidenciar la impotencia de la potencia genocida gringa, pues de allí tuvo que salir con el rabo chamuscado entre las piernas. 
La lista de guaches sería interminable, pero no se puede dejar de mencionar uno de tamaño familiar como es el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, fiel exponente del neoliberalismo y por tanto del uribismo, quien robó a 117 municipios a través de los llamados  “bonos del agua”, además,  pregona que el estado no debe darle nada gratis a nadie y quiere quitar los subsidios al gas y electricidad a los sectores empobrecidos a nivel nacional, y como si fuera poco propone ponerle IVA a la canasta familiar mientras se disminuye los impuestos a los ricos.
Y mientras terminamos esta guachada el ministro Botero anuncia, para deleite de la tribuna, que cuatro mil héroes  le respiran en la nuca, sin poder capturarlo, a un Guache con dos tiros en el pulmón.   ¿Será Guacho el guache  u otros son los guaches?
*MDV. UN. Msc. Economía U.J. Ex catedrático universitario. Blog: El Viajero y su Sombra.