miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Cuál es la verdadera fuerza de las Farc hoy?

Escrito por las 2 orillas



En un detallado y minucioso informe denominado El estado del conflicto en Colombia durante el año 2013, realizado por la Fundación Paz y Reconciliación, el analista Ariel Ávila y su equipo investigativo, en el capítulo que concierne a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), logran dilucidar con datos fácticos cómo se encuentra esa guerrilla en el presente, en medio de una negociación de paz en La Habana.

Así las cosas, el documento revela que las Farc hoy tienen poco más de 11 mil combatientes, nueve mil menos de los que salieron campantes después del fracaso del proceso de paz del Caguán. No obstante, según este estudio, se calcula que entre miembros del Partido comunista Clandestino, el Movimiento Bolivariano, milicianos y personas que en cierto grado son colaboradores; esta guerrilla no contaría con 11 mil seguidores sino con 40 mil. Un dato que está bastante lejos de los 9 mil guerrilleros que la fuerza pública piensa que debe combatir, seducir y terminar.

Este movimiento guerrillero se encuentra repartido en 11 regiones y 242 municipios de Colombia. Los cuales se han dividido en 20 compañías móviles, 21 columnas guerrilleras y 4 frentes urbanos que se mueven clandestinamente en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Para obtener todo el control estratégico, las Farc crearon cinco grandes Bloques Guerrilleros, dos Comandos Conjuntos y un Bloque Móvil.

Respecto de los golpes obtenidos por la Fuerza Pública entre enero y septiembre de 2013 se presentaron 815 desmovilizaciones; así mismo las capturas fueron 1927, casi 100 menos que el año inmediatamente anterior. Lo que si aumentó un poco fueron las bajas, de las cuales se tiene el registro de 361 abatidos en los primeros nueve meses del año en curso. Mientras que en la otra orilla, el Estado puso exactamente 288 muertos y la considerable suma de 1991 heridos causados por la arremetida de esta guerrilla que no ha dado su brazo a torcer a pesar de encontrarse en plenos diálogos de paz. De hecho las acciones armadas que protagonizaron tuvieron el mismo promedio que las del año 2011, cuando apenas comenzaron los diálogos; este año se contabilizaron 2075 ataques.

En los corrillos de los medios de comunicación y de los analistas de la guerra se comenzó a fraguar la hipótesis de una supuesta división entre las Farc por el proceso de paz. Se llegó a pensar que el Bloque Oriental y el Bloque Sur no estaban del todo convencidos de la dejación de armas y por ello estaban actuando como rueda suelta, saboteando las negociaciones de sus superiores en Cuba. Sin embargo, dentro de la tregua navideña del año 2012 y ahora en la de 2013, fueron los grupos que más han respetado dichas condiciones. No por ello estos dos bloques han dejado de ser los más efectivos, por fuera de esa tregua fueron los que más actuaron, incluso, causando más de 200 atentados contra la infraestructura energética y petrolera del país.

En gracia de discusión, según el informe, arremeter contra la empresa privada que extrae petróleo y energía ha sido el gran objetivo durante los últimos años para las Farc. Durante el año 2013 la infraestructura energética del país sufrió 65 atentados directos, mientras que otros 170 golpes de pequeño y alto impacto fueron realizados contra oleoductos y demás estructuras del ‘oro negro’. Tal vez por ello el país hoy cuenta con 14 grandes estructuras militares creadas para mantener a salvo las miles de torres de energía y los diferentes oleoductos a lo largo y ancho del territorio nacional. Además, desde el año 2002 hasta la fecha fueron creadas 17 brigadas móviles para resguardar las más de 130 compañías energéticas y petroleras que trabajan en suelo colombiano.

Pero la estrategia armamentista del Estado, parece ser no ha sido la mejor. Se ha tapado la cabeza pero descubierto los pies. Verbigracia: “en Arauca por ejemplo el 81% del total de la tropa del departamento custodia la infraestructura energética y sólo un 19% combate”, revela el documento, lo cual le ha dado un poderío guerrerista a la guerrilla en dicha zona del país. A su vez, las Farc ha impulsado un plan de extorsiones que han logrado intimidar a los empresarios extranjeros. El objetivo de las “vacunas” no son las compañías como tal, sino sus contratistas los cuales se encuentran desprovistos de cualquier seguridad. Se cita el caso, por ejemplo, de la compañía argentina Pluspetrol que ante tanto acoso a sus  trabajadores decidió abandonar el país.

Resulta paradójico creer que una guerrilla con apenas 11 mil hombres, o los 9 mil que registra el propio Estado, ejerza tanto poder en las políticas de Colombia si se tiene en cuenta que actualmente -entre mujeres y hombres- el país cuenta con al menos 500 mil miembros inscritos en la   Fuerza Pública. Más del 1 % de la población Colombiana, dice el documento. “Al analizar las diferentes regiones donde opera, se podría concluir que las FARC nunca estuvieron tan debilitadas como se dijo en el segundo mandato de Álvaro Uribe” logra concluir este valioso estudio de Paz y reconciliación.

*El informe de la Fundación Paz y reconciliación se puede descargar completo en la página web www.pares.com.co

lunes, 16 de diciembre de 2013

La Paz, ¿Ya NO es Posible?

 Luis Carlos Guerrero S

Aún retumban, frescas, en mis oídos las palabras Humberto de la Calle, jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano en la instalación de los diálogos de paz con las FARC–EP, en Oslo, Noruega: “Si las FARC aspira a realizar los cambios en el país tienen que sacar 9 millones de votos”, o sea, tienen que ganar las elecciones presidenciales. Y remató diciendo, “tienen que hacerlo desde la legalidad”.

En el mismo sentido se ha expresado, más de una vez, el presidente señalando que “la guerrilla no puede hacer políticas con armas”. Y si quiere hacer política tendría que convertirse en un movimiento político que ha dejado la lucha armada.

Precisamente el fallo proferido por el Procurador, disparado con una pistola con silenciador, destituyendo a Gustavo Petro, Alcalde de Bogotá es el mentís de la tesis de que se puede cambiar el país por la vía del ejercicio de la política sin armas. Y es una de las pruebas contundentes de que estamos enfrentados a una casta dirigente que no admite ningún tipo de políticas diferentes a las concebidas por ellos.

El mensaje que en verdad se le debiera decir al país, de parte de la oligarquía sería más exacto, sí los Santos, los Ordoñez, toda esta rancia oligarquía y su burocracia, dijeran: señores de la izquierda, está permitido denunciar, en determinados momentos, el orden injusto de cosas de esta sociedad; ustedes señores de la izquierda pueden hacer discursos políticos de oposición, siempre que los medios quieran difundirlos. Señores de la izquierda, aquí es constitucional y legal organizar partidos y agrupaciones políticas, que puedan participar de las elecciones cada determinado de tiempo, pero no se pueden cambiar las leyes ni las políticas establecidas, tienen que actuar en el marco de ellas.

También nos podrían decir, señores de la izquierda, no importa que cuando participen en las elecciones lo hagan en desigualdad de condiciones ante los empresarios de la política, las trasnacionales y el narcotráfico que financian a los partidos de siempre. Miren, señores de la izquierda, tienen participación en el Congreso y allí pueden presentar las iniciativas legislativas que quieran, pero como somos mayoría no las aprobaremos. Este sería el discurso realista, no uno lleno de mentiras.

Esta es su concepción de democracia estrecha, llena de trampas, de crímenes, sellada y cerrada, para que puedan ser protagonistas las mafias, los compradores de votos, los de las motosierras, pero en donde todos podemos elegir y ser elegidos, es la que la oligarquía difunde como el ejemplo a seguir y  se vanagloria diciendo que Colombia es “la democracia más antigua de América”. Y concluye autistamente, que por tanto, no hay razones ni fundamentos políticos ni ideológicos para la lucha revolucionaria guerrillera.

Precisamente el guerrerista fallo del Procurador -porque no se necesita de fusiles, ni tanques, ni bayonetas, para darle una puñalada a la paz-, acaba de decirnos a los colombianos, que está permitido participar del juego político, pero está absolutamente prohibido cambiar las políticas, que siembran de pobreza, inequidad social y de cero beneficio a la población, no se puede doblar el pescuezo a políticas expoliadoras, de saqueo y de corrupción. Nos preguntamos ¿cómo proporcionar calidad de vida a todos y todas en un país, una ciudad o un departamento sin afectar los privilegios y las políticas que le sustentan?

Para nosotros está claro que la oposición no es simplemente oponerse y no cambiar sustancialmente hacia el progreso, la libertad y la dignidad humana. También el derecho a disentir sería cojo  si se niega la opción de transformación que permite convertir el disentimiento en opción real alternativa y hacer cambios lleva a modificar el marco jurídico, que atornilla las injusticias y el estatus quo, lo demás sería quedarnos en mera palabrería como lo hace la oligarquía.

La base jurídica de la destitución del Alcalde de Bogotá, es por violar la legislación, valga decir, la legislación que privatizó el servicio de basuras en Bogotá y en todo el país, volviéndolo un negocio de las mafias liquidando el patrimonio público; porque violó la legislación que prohíbe darle empleo a los recicladores y dignificar su vida sacándolo de las garras de los comerciantes de basura, entonces se le acusa y se le manda a la calle a patadas y se pide que calle y no participe más en política.

El mensaje para nosotros los insurgentes guerrilleros es muy diáfano; la paz no son cambios verdaderos. La paz no es el derecho de participación política, efectiva y verdadera, para la insurgencia y todos los movimientos de izquierda. El ejercicio político de ser gobierno, meta de todo movimiento, mediante el cual podamos alcanzar y materializar los objetivos de un nuevo país y una nueva nación, que cambie la vida de los  humanos y las humanas tal como lo hemos propuesto para Colombia no se permite, lo único que es real es que queremos que abandonen la lucha política armada porque así, “todo será pan comido”.

Se trata de disfrazar la verdadera intencionalidad política: la paz es que todo siga igual, pero lo importante es que se le dé al país la impresión que todo va a cambiar. Lo sustancioso es dejar en el imaginario del país, que todo es susceptible de cambiar, pero sin tocar las estructuras infames, tramposas, corruptas, saqueadoras, criminales ni afectar las cadenas del privilegio y la mentira, la explotación y la impunidad.

Ese cuento que la insurgencia es la generadora de violencia,  hace tiempo perdió toda credibilidad y hoy se fue al fondo. Peló el cobre toda la dirigencia del país, pues el Presidente Santos, como todo santo, salió de una vez, conocido públicamente el fallo, a bendecir la destitución y la muerte política de alguien que es presidenciable; salió a echarle agua bendita a semejante tropelía diciendo que se debe acatar el fallo de la Procuraduría como si fuera justo. Muy bien lo dijo un ciudadano que fue entrevistado  el mismo día del fallo: “si destituyen a Petro no vuelvo a votar”. Y creemos que este colombiano, al igual que cientos de miles les quedará el camino de la indignación y la lucha armada revolucionaria ante el descreimiento en las instituciones y el orden político autoritario que es más una dictadura, que una democracia.

El objetivo lo es todo, es la máxima aquí aplicada, si no se pudo liquidar al opositor con un referendo revocatorio entonces usemos el arma jurídica de la liquidación, que fue lo hecho con la destitución e inhabilidad política por 15 años al alcalde de Bogotá. Con una pedrada mataron dos pájaros, pues sustraer la administración de Bogotá de la influencia de la izquierda es otro de los objetivos de la oligarquía y para eso no se detuvo en razones ética, política ni de soberanía popular.


Por ese camino del autoritarismo, la mordaza, el silenciamiento, el cierre a los cambios, la liquidación política del opositor y de las alternativas no se conduce un país a la paz. Ahora han pulido la maquinaria de la antidemocracia mediante la arbitrariedad de una institución y un inquisidor, recordamos que ayer sólo fue la metralla, el vil asesinato de dirigentes políticos, de candidatos presidenciales, de senadores, mediante las masacres y desplazamientos de miles y miles de pueblos y comunidades, que se atrevieron a pensar y optaron por el cambio desde la lucha política legal. El país nacional, ese que ha estado marginado del poder, lo tiene en su memoria. A la oligarquía ya no le basta con escrutar y elegir, ahora acude a destituir.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Gustavo Petro víctima de su propio invento

Libardo Sánchez Gómez

Desde cuando el M-19 decidió abandonar la lucha armada y someterse a la legalidad del régimen selló para bien o para mal el destino de los excombatientes. Los mismos ex M-19 ayudaron a darle cuerpo a la normatividad, que hoy les aprieta el cuello, pues hicieron parte de quienes crearon la Constituyente del 91.   Gustavo Petro   junto a Antonio Navarro han sido   de los pocos reinsertos que han sabido  aprovechar exitosamente el estrecho espacio político que otorga el sistema a   quienes abandonan las armas. La mayoría de excombatientes andan en el rebusque y otros viven de milagro.  Desde el principio Petro buscó mimetizarse dentro del sistema y lo primero que hizo fue renegar de la lucha armada,  declarándose enemigo del uso de las armas como   combinación de la forma de lucha para acceder al poder, muy a tono con las posiciones de la ultraderecha, que   inspiran al paramilitarismo; muchas veces no se sabía quién era   más enemigo del pueblo en armas si Álvaro Uribe Vélez o su (¿aparente?) detractor Gustavo Petro Urrego. Las líneas políticas de estos dos personajes,  por principio,     opuestas, muchas veces han sido coincidentes.  Incluso en la forma se parecen: Uribe tejió su discurso contra los cambios sociales a través de la “seguridad democrática” y Petro pretende propiciarlos mediante la “izquierda democrática”. Ambos, en su tiempo, fueron furibundos  antichavistas, es decir, que se oponían a la superación del nefasto modo de producción capitalista y por tanto al socialismo del siglo XXI. Y ambas posiciones han sido exitosas en su capacidad de atraer (¿y confundir?) a la opinión pública.  El pueblo creyó que la “seguridad  democrática” era la panacea para salir del atolladero en que anda metido el 99% de los habitantes del país, pero luego de la estela de muertos y terror que dejaron 8 años de gobierno del paisa mesías el pueblo comprendió que Uribe Vélez no era más que un mafioso  comerciante de la muerte. Con Petro la ilusión renace, la “izquierda democrática” promete ser la vía que llevará al pueblo excluido al paraíso. Es un artista para adornar la dura realidad con populismo  matizándola con arrebolado asistencialismo. Así lo demostró durante el tiempo que ejerció como burgomaestre de la capital.  Es muy efectista bajar las tarifas del transmilenio y asegurar el mínimo vital de agua a los menos favorecidos. A través de La “izquierda democrática”, muy lejos de la izquierda revolucionaria, maneja un discurso, en términos de Uribe,   melifluo  el cual atrae a las clases populares, como las flores vistosas   atraen a las laboriosas abejas; su discurso no asusta a las castas en el poder ni al Departamento de Defensa   de los Estados Unidos, quien realmente maneja los hilos del poder en Colombia. Petro, siendo    Doctor en Economía, conoce perfectamente  la diferencia entre el capitalismo  keynesiano, que favorece la intervención del estado en la dirección de la economía así como  el fortalecimiento de la cosa pública        y el neoliberalismo (capitalismo clásico)  opuesto a todas estas formas de direccionar el modelo capitalista de un país.  Es ahí donde encaja su discurso, aparentemente, transformador, pero en la realidad alejado del cambio de modelo económico, el cual ha demostrado que ni a través del Keynesianismo ni del neoliberalismo es capaz de solucionar los graves problemas que enfrenta el 99%  de la población a nivel mundial.  Pero su keynesianismo es suficiente para que la gente y sus mismos detractores lo vean como un político de izquierda.

 Gustavo Petro   ha sido, definitivamente,  víctima de su propio invento. Primero aceptando la legalidad burguesa y en segundo lugar contribuyendo a elegir  al  hoy procurador Ordoñez, su verdugo. Él mismo hizo una elocuente defensa de las cualidades de Ordoñez (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3241523) y Ordoñez, simplemente, hizo uso de las facultades que la normatividad vigente le concede, y que Petro defiende. Que se extralimitó, no; “a papaya puesta papaya partida”. De acuerdo a las normas el Procurador tipificó la actuación de Petro frente al manejo de las basuras como falta gravísima la cual  da  para su destitución y para una sanción que va de 10  a 20 años. Que por ser de izquierda, tampoco, para nada; simplemente Petro se atravesó a los operadores privados que venían contratando con el Distrito  por un valor cercano a los  $2,4 billones.  Algunos  de los contratistas  son  familiares del ex presidente Uribe, y con este señor las cosas son a otro precio;  los contratistas  le tendieron una trampa y el alcalde cayó en ella.   Al respecto, el Espectador del día 10 de diciembre de  2013 cuenta: “Emilio Tapia, el testigo estrella de la Fiscalía en el expediente del carrusel de la contratación, le reveló a El Espectador cómo supuestamente se fraguó un complot para sacar al alcalde Gustavo Petro de su cargo. Según él, los operadores privados que venían prestando el servicio de recolección de basuras se concertaron para generar el caos que vivió Bogotá el 18 de diciembre del año pasado. Caos que terminó con la destitución de Petro”. Tales operadores privados  idearon una estrategia para hacer caer a Petro,  según Tapias, “Como ellos eran conocedores de la normatividad ambiental, de la ciudad y del mercado que manejaban, sabían que no existía en Bogotá una capacidad de camiones con estas características para atender la necesidad de ese servicio. Y Estaban seguros que “la ciudad no aguanta tres días de basura. Con esto se tumba al alcalde”.  También sabían que jurídicamente Petro no tendría salida alguna: ”…Pero ninguna herramienta jurídica le permitió hacer nada distinto de lo que hizo”.

Que el Procurador se extralimitó al destituirlo y condenarlo a cadena política perpetua, sí y no,  pues al respecto, aún, no hay plena claridad; según los constitucionalistas sólo lo puede destituir un juez y el presidente de la república. Lo que sí es probable es que Ordoñez   pase de procurador a prevaricador, esto debido a las reuniones que éste mantuvo con Francisco Santos y el ex presidente Uribe, presuntamente para tramar la destitución y sanción de Petro, de acuerdo a las revelaciones hechas por Oti Patiño, ex compañero de Petro en el M-19, éste fue contactado por Pacho Santos para pedirle que le consiguiera el aval de la ASI, ya que quería lanzarse como candidato a la alcaldía una vez fuese destituido Petro. Ya  la Fiscalía inició la respectiva investigación contra el Procurador.   Otra patinada del Procurador es que no tuvo en cuenta que detrás de Petro hay supra poderes, que no dejarán que le pase nada; ya  Superman empezó a actuar a través de la ONU y del embajador del imperio. Lo más seguro es que Ordoñez tenga que agachar la cabeza y   devolverle  la silla en el palacio Liévano. De lo contrario será el presidente Juan Manuel Santos quien se niegue a destituirlo.  Lo cierto es que, como dice el estribillo de sus seguidores, “Petro no se va…”.  Y el procurador tampoco se va…, son dos elementos que los planes estratégicos de acá y geoestratégicos de   allá necesitan.


Que hay lecciones en todo este asunto, sí  que las hay; sobre todo para los negociadores de los rebeldes en La Habana, pero no como habilidosamente las quiso hacer ver Petro durante su largo discurso en la plaza de Bolívar ante miles de seguidores,   mostrándose cómo víctima por ser de izquierda, algo que en realidad está lejos de serlo. Los rebeldes en  La Habana conocen bien a Gustavo Petro, y saben que no es de fiar.  La cuestión que deben tener en cuenta, entre muchas,   es que si deciden abandonar la lucha armada para reintegrarse a la vida civil sin que el modelo económico, social y político  y   las superestructuras aparejadas a este, principalmente las  jurídicas, cambien estructuralmente terminarán convirtiéndose en simples administradores de la oligarquía; y el día que salgan de la senda normativa neoliberal  trazada terminarán en el asfalto como Petro. Las  castas en el poder, como lo dijera el mismo alcalde,   “…combinan  todas las formas de lucha en la medida que sea necesario”. Resalta Luz Marina López Espinosa:  “En este caso, la manipulación de la norma, la burda instrumentación de la Constitución para tomar decisiones ilegítimas, vestidas de legalidad”

martes, 3 de diciembre de 2013

¿Votar en blanco o no votar ?

                                                                                                       Salto al vacío. Óleo del autor. 
La destitución e inhabilitación de Gustavo Petro es el mejor indicativo de que la oligarquía  no quiere ceder por las buenas privilegios. El pueblo jamás accederá al poder mediante el voto.

Libardo Sánchez Gómez

En Colombia las castas en el poder desde hace más de dos centurias se   enquistaron dentro   del músculo social y poco a poco, como cualquier tumor maligno, hicieron metástasis hasta  invadir todos los rincones de la sociedad.  Y  cual  célula  cancerosa han ido devorando lo que le corresponde a todo el organismo social.  La ignorancia política, los medios de comunicación, el parlamento, las leyes y el miedo en primer lugar, son   su escudo antimisiles. Y validan su omnívoro apetito mediante las urnas;    los ciudadanos, de manera ciega,   mediante el voto eligen a los miembros  de la rama ejecutiva y legislativa, que les han de robar la sabia vital.  ¿El voto significa democracia y no votar antidemocracia?   Es indudable que la democracia es algo más que depositar un voto.

Actualmente, un    movimiento  bastante activo está promoviendo el voto en blanco, uno de sus promotores es Miller Dussan, éste líder afirma que se trata de “castigar a los malos representantes”, dando por descontado que existen unos buenos.   No  es ético, justo ni equitativo,   votar por unos individuos que van a devengar   más de cuarenta millones de pesos mensualmente sólo para validar las leyes que fortalecen a los vándalos en el poder en desmedro de las grandes mayorías. Hasta  ahora no se ha sabido de ningún parlamentario o diputado que haya renunciado a los inusitados privilegios de que gozan los legisladores. Por otro lado la oposición tan sólo logra llevar de manera marginal al parlamento un puñado de representantes los que, por más acuciosos que sean, no logran hacer variar las decisiones de las bancadas mayoritarias, y terminan validando las leyes en contra de los intereses populares.

De acuerdo con la sentencia C-490 del 2011 de la Corte Constitucional,  el voto en blanco es “una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos”. Pero hasta ahora ha sido apenas una buena o, mejor, una ingenua intención. Y,  según el artículo 9 del Acto Legislativo 01 del 2009,  cuando el voto en blanco triunfa: “deberá repetirse por una sola vez la votación para elegir miembros de una corporación pública, gobernador, alcalde o la primera vuelta en las elecciones presidenciales, cuando, del total de los votos válidos, los votos en blanco constituyan la mayoría. Tratándose de elecciones unipersonales no podrán presentarse los mismos candidatos, mientras que en las corporaciones públicas no se podrán presentar a las nuevas elecciones las listas que no hayan alcanzado el umbral”.  Lo que significa que el voto en blanco   saca automáticamente de la contienda a los partidos de las minorías mientras los partidos tradicionales de los grandes caciques tienen la oportunidad de   volver a presentar listas.

Algunos dicen  que no votar es “ponerle en bandeja de plata las oportunidades a los corruptos”, desde luego que esto no es tan cierto, pues la corrupción es inherente al modelo y el voto no cambia esta situación; de otro lado se afirma que el voto en blanco es un acto inútil, hay mucha más verdad en esta afirmación, pues ya se vio que, de todas maneras, las elecciones se tienen que repetir,  y que los partidos que pasen el umbral pueden inscribir de nuevo las listas de sus afectos. Pero    Míller Dussán    ve el voto en blanco como el germen de una nueva Asamblea Nacional Constituyente,   según Él: “se tendría que abordar algunas reformas de la Constitución del 91, entre ellas, como por ejemplo algunas de las propuestas que vienen siendo discutidas en La Habana”. Piensa  “que el voto en blanco se constituiría en la generación de un gran movimiento ciudadano de organizaciones sociales que abriría las posibilidades de esa constituyente de la que estamos hablando”. Sólo que si esa es la principal pretensión es demasiado esfuerzo para los resultados a obtener, pues los posibles acuerdos en La Habana, probablemente, no necesiten   refrendación especial ya que, de acuerdo a lo que se ha dado a conocer a la opinión pública,   lo  pactado  a la fecha está contemplado en la normatividad vigente; no olvidar que las FARC EP están discutiendo, dentro del marco burgués legal vigente,  una serie de puntos que no implican cambio estructural alguno del modelo económico ni de  las superestructuras aparejadas a éste. Para corroborar que lo que se pueda acordar en La Habana no amerita una Constituyente  es bueno recordar a Hernando Gómez Buendía, columnista muy del establecimiento, quien opina acerca de lo que el Gobierno está dispuesto a conceder a los insurgentes: “(…) ventajas para el partido que surja de las FARC: personería automática, dinero extra del Estado, medios de comunicación propios y asiento en el Consejo Electoral”. ¿Justifican estas avaras dádivas una nueva Constituyente?

No obstante,  Miller Dussán es optimista con su propuesta de voto en blanco, afirma: “Por eso, creemos que primero habría que invalidar ese congreso a través del voto en blanco que sería un hecho político trascendental en Colombia y América Latina. La razón es fuerte porque si el Congreso se invalida por la mayoría de votos en blanco, nos preguntamos si habrá otra elección para el Congreso y creemos que no”. Pero más allá del optimismo, dígase lo que se diga,  es claro que la burguesía, no está dispuesta a ceder ningún privilegio ni siquiera en la Mesa de La Habana, y repetirá las elecciones cuantas veces sea necesario; así que por este mecanismo, definitivamente, no  cambiará la situación de dominación y despojo; reitero, habrán nuevas elecciones y se elegirán   los mismos con las mismas.

En el  artículo “Más allá de las urnas y las armas” (http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/2013/05/derrotar-al-enemigo-sin-armas-y-sin.html) manifesté: “(…) los de izquierda vamos más allá de la “protesta social”, la cual tan sólo busca mejorar el capitalismo, otorgando algunas mejoras a los   inconformes, la lucha política de la izquierda  es   transformadora, se trata de destruir al capitalismo y con éste todas sus superestructuras culturales, religiosas, jurídicas y políticas, para implantar la sociedad socialista, y sabemos a ciencia cierta que jamás se logrará por las buenas”, es decir, mediante el voto.  ¿Estaré equivocado?   ¿El voto en blanco  propiciará las transformaciones anheladas? Juzguen ustedes.

Si de poco o nada sirve el voto en blanco, ¿entonces qué hacer? La respuesta simple y llana es: con los vándalos en el poder no hay nada que conversar ni pactar, habrá que luchar si es necesario durante varios siglos hasta obtener el poder, pues sin éste el pueblo estará condenado a una eterna  agresión  y sometimiento   al capricho de la minoría parásita.  Y ahora que las FARC quieren reintegrase al Sistema, para guerrear con votos y lograr con estos los cambios que ha venido buscando con las armas,  es oportuno repasar   lo que hasta hace muy poco pensaban; uno de sus  guerreros, Gabriel Ángel Lozada ("Gentil Gómez Marín" o "Edgar Tovar", agosto 8 de 2013. ANNCOL), quien recientemente murió en combate, manifestó: “La lucha se nos revela como una acción social diaria, incesante, irresistible, independiente de nuestra voluntad, presente aun en las situaciones más tranquilas, ostentosa e intimidante en los momentos más álgidos.
                                         
No es un invento de marxistas ni extremistas, menos de fanáticos de la violencia y el desorden. Está ahí, ante los ojos de todos, todo el tiempo. Haya comunistas o no. Consiste en la oposición permanente entre posiciones contrarias que pujan por imponerse”. Y remata diciendo: “Abstraerse de tal modo de la realidad para negar la lucha y sus razones, viene de la mano con el empleo de la violencia y el terror contra sus contradictores. Lo cual azuza aún más la respuesta popular. En calles y carreteras, y también en las montañas. Ese es el círculo que deseamos romper”. Ojalá no sea para terminar, en un futuro cercano,  inundando calles y carreteras con pasacalles llamando a votar. Ese ha sido el común denominador de aquellos que han dejado las armas, incluso muchos de ellos andan bajo el ala del sombrero del ex presidente Uribe Vélez.

En un país como Colombia donde se eliminan sistemáticamente a los opositores, caso de la Unión Patriótica, sindicalistas y líderes   populares,   cabe retomar la pregunta hecha en el artículo mencionado,  ¿se deben aceptar las reglas del juego de la democracia burguesa como  escena predilecta del accionar político?   ¿Un Estado de este tipo, que roba las ilusiones del humano y  que es      corrupto, puede  ofrecer posibilidades para ejercer la política, como mecanismo para solucionar los problemas?  Todo indica que votar, así sea en blanco, es un ejercicio improductivo; aunque no se debe   descartar  de plano la participación electoral ni la intervención parlamentaria, pero tan sólo como complemento estratégico de la lucha por  el acceso al poder. No olvidar que en Colombia, como en  todo el mundo,  el parlamento no ha sido más que un "teatro de sombras chinas de las contradicciones sociales". Y tampoco se debe dejar de lado que el parlamento es el escenario menos propicio para llevar a cabo transformaciones sociales. ¿Qué han logrado los senadores y representantes de izquierda que han paseado por el parlamento? Sencillamente nada. ¿Y qué podrán hacer en el Congreso, en medio de la aplanadora de los partidos de derecha y ultraderecha,  el hijo de Piedad Córdoba por Marcha Patriótica y Carlos Lozano  por la Unión Patriótica?

Una vez más, el voto es inútil porque    la burguesía no se va a dejar arrebatar el poder a punta de votos; cuando haya un candidato que sea una real amenaza lo eliminan o   alteran los resultados en las urnas. Hagamos un ejercicio de acuerdo a las “expectativas racionales”; en la coyuntura actual,   el candidato presidente Juan Manuel Santos no tiene rival, pues por el pupilo de Uribe Vélez, Oscar I. Zuluaga, no vota siquiera Pacho Santos; a los candidatos del Frente Amplio, pro capitalistas vestidos con camuflaje de izquierda, ya sea en cabeza de Navarro, Clara López o Peñaloza, no les creen las bases populares. El candidato del movimiento País Común el indígena Feliciano Valencia,  aunque dice   no ser de derecha  ni de izquierda,  es el único que ha hablado de cambio de modelo económico y que no quiere ser un simple “administrador de la  hacienda burguesa”, podría ser el gallo tapado que enfrente con éxito a Santos. Dentro del ejercicio propuesto, no hay duda de que si este líder llegare a representar un peligro para los intereses de las castas dominantes, como en su momento lo fue Pardo Leal, igual que a éste  no dudarán en eliminarlo físicamente. Y si no lo eliminan simplemente alteran los resultados en las urnas, como lo hicieron para poner en la presidencia  a Misael Pastrana Borrero; y lo acaba de hacer la casta dominante en Honduras; allá  se alteraron los resultados para evitar que ganara la presidencia Xiomara Castro, esposa  del depuesto presidente Manuel Zelaya.

Nada es gratis, si queremos quitarnos de encima el omnímodo poder de los plutócratas habrá que luchar a muerte, y para ser exitosos se tendrán que combinar  de manera óptima todas las formas de lucha. Pero ojo, las armas hoy en el mundo entero no son la mejor opción, no porque no sean necesarias e indispensables sino porque los vándalos  en el poder tienen a su servicio grandes ejércitos, con los que están en capacidad de aniquilar cualquier alzamiento incipiente. Y esa es y sería la mejor excusa   para aniquilar a la oposición. El caso de la permanencia activa de las guerrillas colombianas es sui generis, para  estas se han dado unas condiciones tan especiales como las que se dieron para la aparición de la vida  en el planeta tierra, y que, probablemente, no se vuelvan a repetir en ninguna otra parte del universo; el excombatiente Yesid Arteta comenta que otro reinserto, un irlandés, le dijo que las FARC “habían  logrado hacer una obra de arte…”, refiriéndose a la capacidad de resistir y atacar exitosamente durante más de medio siglo al ejército más numeroso, mejor dotado y entrenado de Latinoamérica. La cuestión es que esta exitosa y prometedora experiencia de lucha social está a punto de desaparecer, gracias a la masa crítica que han hecho los “pazólogos”, y  que han terminado por convencer a los “farianos” de dejar la lucha armada; en palabras del profesor Renán Vega, “(…) El sinnúmero de violencias del neoliberalismo se podrían enfrentar de otra manera si termina el conflicto armado…” (cómo... es el dilema ) Claro que anida en el pueblo la firme esperanza de que el ELN y el EPL no sigan la misma senda. No sé si será demasiado lo que el pueblo está pidiendo  a las FARC-EP, que aguanten siquiera otros cincuenta años, con la seguridad de que van a ganar la guerra y con ella el poder para el pueblo, como hoy lo desean, pues para esa época los EEUU ya habrán perdido todo su poder, y la oligarquía criolla sin su ayuda no aguantará un día.



Finalmente, algo fundamental para tener en cuenta, la lucha contra el cáncer enquistado en lo más profundo del tejido social no se debe hacer por encargo, es decir, confiarla al escalpelo de cirujanos mesiánicos; al respecto Isabel Rauber, refiriéndose a la lucha popular en Brasil (La transformación revolucionaria de la sociedad. Construcción-recuperación de poder desde abajo) afirma: “(…) relegaron el quehacer político a los partidos de izquierda, imaginando algo así como una “asignación de roles” diferenciados y distribuidos entre movimientos y partidos, que cada uno debía respetar en aras de llevar una “convivencia armónica”. Según  la misma autora esto conlleva a un “esquema de subordinación de los movimientos sociales a los partidos de izquierda (dominantes)” por la sencilla razón de que “Quien subordina no escucha, no pregunta, considera que “ya sabe” lo que hay que saber y, de un modo u otro, pretende que “los demás” escuchen y obedezcan”. Acá en Colombia sí que es pertinente la advertencia.  De todas maneras, para  tener éxito, los diversos movimientos sociales tendrán que     ir más allá de los límites que   adjudica la democracia burguesa, tratando de  modular y enlazar las demandas reivindicatorias  ciudadanas de tipo social y económico  en el plano político. Y en lo personal, con tan pocas alternativas, no queda más que activar nuestra dignidad y desde el lugar y situación en que nos encontremos luchar hasta extirpar el modelo económico capitalista, fuente de todos nuestro males,  y con él  a las castas enquistadas en el poder.

viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Cuál paz buscamos en Colombia?

 Dilia Nelma Forero Sánchez

Para dar respuesta al cuestionamiento se   abordarán tres temáticas: la geográfica, la económica y la atinente, propiamente, a la paz. Antes se debe señalar que existe una brecha profunda entre geografía y economía, a pesar de los estrechos vínculos entre las dos ciencias, pues el geógrafo se olvida de la economía y el economista hace lo propio con la geografía.  Entonces, cabe la pregunta, ¿por qué el pensamiento económico  hace poca referencia en sus  planteamientos a la geografía y,  a su vez, por qué los geógrafos se interesan poco en la economía?  Al respecto, es imprescindible recordar que la economía establece como algo fundamental los tres factores básicos de la producción determinados por Smith y David Ricardo: la TIERRA, el TRABAJO y el CAPITAL; estos  dieron origen a un mar teórico, tratando de explicar la forma de combinar estos factores, dando por sentado  un comportamiento racional del hombre. Sus  ideas  constituyen lo que hoy conocemos como “competencia perfecta”; más tarde, en 1848, fueron pulidas por John Stuart Mill, quien creyó que la pureza  de la competencia perfecta estaba en el librecambio, para lo cual acuñó  el supuesto de que las transacciones se realizan en el mismo lugar, estableciendo el modelo de una economía sin dimensiones,   actualmente se ve materializada en la “globalización de la economía”.  De otro lado, cabe señalar que la moderna geografía estudia las diversas fuerzas que obran sobre ella, en sus manifestaciones y en sus consecuencias, estudiando, además, esas fuerzas en sus relaciones recíprocas y en las consecuencias de esas relaciones, alejándose de la geografía de la antigüedad que se dedicaba exclusivamente a la descripción de la tierra.

Una aproximación de las dos ciencias es la geografía económica, ciencia que nace después de la segunda guerra mundial, y que el profesor   A. Palomeque Torres define como: "el estudio de la relación de los factores físicos del medio con las condiciones económicas de la producción y de la distribución de las mercancías, encuadrando todo ello dentro del marco geográfico donde tiene lugar"[1].

Sobre la paz, Galtung Johan (2013)   dice que  la paz puede ser definida tanto en  sentido positivo como en sentido negativo[2]. “En sentido positivo, la paz es un estado de tranquilidad y quietud; en cambio, en sentido negativo, la paz es la ausencia de guerra o violencia”. A nivel político y para el derecho internacional, “la paz es la situación y relación mutua de quienes no se encuentran en guerra”. Se trata, en estos casos de una paz social, donde se mantienen buenas relaciones entre comunidades de individuos. A lo largo de la historia, la paz social no siempre fue considerada como algo bueno. Algunos pueblos, como los vikingos, basaban su desarrollo en el saqueo de las comunidades vecinas, por lo que exaltaban a los guerreros y sus virtudes. Ese concepto es el que, hoy, alienta al imperio USA, pues las últimas guerras (Irak, Afganistan, Libia) han tenido como trasfondo la apropiación de sus recursos naturales.    La paz también puede referirse al tratado o convenio que se establece entre gobernantes para poner fin a un conflicto bélico. Por último,   la Pax romana (paz romana) es un concepto que se refiere a un gobierno que ejerce el poder unilateral, sin controles y sin respeto por los derechos de los ciudadanos, como  ha venido siendo la constante en Colombia, más acentuado desde el gobierno de Álvaro Uribe.

José María Franquet Bernis, dice que[3]: “el concepto de "territorio" es más amplio que el de "suelo". Christian (1963) lo define como un área específica de la superficie terrestre, cuyas características abarcan todos los atributos, razonablemente estables o previsiblemente cíclicos, de la biosfera de esta área, considerada verticalmente de arriba a abajo, incluyendo los de la atmósfera, el suelo con sus diferentes horizontes y el material geológico subyacente; también se incluyen la topografía, la hidrología, las poblaciones vegetales y animales, y los resultados de la actividad humana en el pasado y en el presente, en la medida que estos atributos ejercen una influencia significativa sobre los usos presentes y futuros del territorio por el hombre”.  En este sentido el concepto de territorio no se puede desligar de la actividad humana, es decir que no es posible concebir el territorio sin concebir a la economía.

En el modelo económico capitalista  no es posible la paz en el sentido positivo, pues se mantiene una constante lucha de clases, entre la pobrería excluida y la oligarquía explotadora, como su enemigo natural; en este sentido   el profesor Libardo Sánchez comenta que el  régimen es  el “enemigo público”,  ya que según Fermín Gongeta:   “(…) nos ha arrebatado todas nuestras pertenencias, nuestros derechos, nuestras posibilidades de vida dignanos han robado todo, hasta la vida”. Continúa el profesor  Sánchez: “(…) Y es enemigo porque niega la gratuidad de la educación en todos los niveles; no ofrece salud y seguridad social a todos los colombianos; porque se opone a que haya   reforma agraria, para que la tierra esté en manos de quien la trabaja; porque entregó la soberanía al imperio USA y a las transnacionales.  Y no contentos con lo que ya quitaron, ahora, pretenden dirigir   el despojo hacia las clases que, aún, les queda algún patrimonio”.  Y agrega el profesor Libardo. “Entre  telones  asoman la cabeza  otros enemigos públicos, y es bueno ponerlos frente al auditorio social,  en primer lugar están los políticos de todos los pelambres: de “izquierdas”, centro y derechas,  y le siguen una pléyade de burguesías: burguesía bancaria y financiera, industrial, agroindustrial y la burocrática, esta última tan dañina o más que los políticos. Y menciona a Fernando Dorado, quien dice: “Todas ellas, hacen parte de la oligarquía antinacional y entreguista de los intereses soberanos del pueblo colombiano”.

Y el mismo autor se pregunta: “¿Por qué los políticos representan el enemigo público número uno? Lo primero que se puede decir es que  a través del parlamento no es posible realizar transformación social alguna, y, en cambio, los parlamentarios sirven como el instrumento ideal de las castas en el poder para apalancar sus políticas de despojo y entrega de recursos y  soberanía. Gracias, en buena medida,  a la clase política nuestra base social de obreros y campesinos forma parte de la masa proletaria universal de pobres, oprimidos y explotados”.    Luego cuestiona: “¿Son  responsables  solamente los políticos  de derecha? Desafortunadamente,  también, son responsables los  representantes de la llamada  “izquierda”, pues una vez acomodados en el parlamento, no jalonan un corrimiento hacia la izquierda del mundo sino todo lo contrario, y al no tener eco sus opiniones (oposición) la gente termina creyendo que izquierda y derecha son lo mismo”.

También, se pregunta el profesor Sánchez:  “¿Cómo se ha dado la sumatoria para conformar el gran  “enemigo público” en cabeza de la clase dominante? Responde: “inicialmente estuvo conformado  por los grandes propietarios tradicionales de latifundios, luego se sumaron los grandes terratenientes emergentes  quienes se apropiaron   de manera ilegal  de las tierras  de los campesinos; y acogiendo una afirmación de Fernando Dorado dice:  “a partir de los años 80s y 90s del siglo pasado se fundieron  con la burguesía industrial, agro-industrial y la bancaria; alimentada  también por los dineros provenientes del narcotráfico   convirtiéndose en la burguesía financiera transnacionalizada que hoy domina la nación

En su análisis, el profesor Sánchez, nos habla de un enemigo, esto significa   que, necesariamente,  hay un conflicto, que no hay paz; así mismo  nos habla de  territorio en disputa y de sumatoria de enemigos,  conformando un  gran “enemigo público”; y es a través de la acumulación del territorio como se domina.    El  modelo capitalista      se fundamenta en la acumulación; el profesor Sánchez explica cómo el capitalismo engendra violencia: “El  modelo de producción capitalista, enemigo público de toda  la humanidad,  zurce una manta neoliberal  con hilos de  violencia y pobreza física y moral,  enredando en la rueca de la explotación del hombre por el hombre el futuro de las mayorías”[4].

Así que se podrá hablar de paz, únicamente, cuando hayamos superado el capitalismo.  La  lucha por la paz implica que la tierra debe estar al servicio del hombre, para satisfacer sus necesidades de alimento, abrigo, amor y esparcimiento;  expresa el pueblo nasa[5].: “A todas y todos los agentes del proyecto de muerte vengan de donde vengan, les ratificamos que nuestra Madre Tierra no es mercancía. No está en venta. No tiene precio. Que nuestra conciencia pese a dificultades y contradicciones sigue creciendo, sigue resistiendo y quiere tejerse a otras luchas y alternativas que desde cualquier rincón del Abya Yala están caminando palabra y acción dignas de hijos e hijas de la Madre Tierra. Que nuestro tiempo no es ni será nunca el del despojo y el desprecio sino el de los ritmos de la vida. Que vamos a seguir insistiendo para que la autonomía no sólo no se nos quede en el discurso, sino que no la sigan mintiendo como palabra vacía y pretexto, para que crear y defender autonomías sea una práctica concreta que nos permita vivir dignamente y en libertad.

Por eso no solo vamos a seguir movilizándonos en rechazo al modelo económico del extractivismo y el mal llamado libre comercio; al terror y a la guerra que nos mata y nos desplaza; a la legislación del despojo que nos somete, sino que vamos a seguir construyendo nuestra sociedad-otra y vamos a seguir ejerciendo desde abajo nuestro control territorial frente a todo actor y flagelo que desarmonice nuestro territorio. Lo venimos haciendo, a pesar de contradicciones y dificultades”

 Es  urgente levantar nuestra voz en contra de los “pazólogos” de oficio, aquellos para quienes silenciar los fúsiles es sinónimo de paz, así no   se den   cambios estructurales de tipo social, económico, político, jurídico y cultural. A estos pazólogos, sólo los anima el poder acomodarse en el parlamento, para disfrutar de los suculentos privilegios que allí se obtienen. Sólo con la lucha frontal contra el vetusto modelo económico y sus superestructuras creadas se consigue la paz, los pacifistas pretenden adormecer a la clase trabajadora, detener las luchas campesinas, de los estudiantes y de todos los excluidos.

Para que la paz se manifieste en el territorio colombiano se requiere transformar la sociedad y para ello se necesita, en primer lugar,  la identificación del enemigo y un levantamiento popular general contra éste; y se tendrá éxito  si hay   concientización de clase, organización y movilización.







[1] (2012, 01). Geografía. BuenasTareas.com. Recuperado 01, 2012, de  http://www.buenastareas.com/ensayos/Geografia/3373987.html                                                                           
[2] Galtung Johan, en  http://es.wikipedia.org/wiki/Johan_Galtung, descargado el 25 de noviembre de 2013
[3] Franquet Bernis, José María. Un modelo racional de organización territorial. Aplicación a Cataluña.  Tesis doctoral en http: www.edumet.com descargado el 25 de noviembre de 2013.
[4] Sánchez Gómez, Libardo. Identificando al enemigo en: http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/
[5] Acin.  NOS LEVANTAMOS EN MINGA PARA NO SEGUIR SIENDO LO QUE NUNCA HEMOS SIDO. Tomado de http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/. Descargado 18 de noviembre de 2013.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

SOLIDARIDAD CON LA COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSÉ DE APARTADÓ. PARAMILITARES DESAPARECEN A 6 MIEMBROS

Comunidad de Paz de San José de Apartadó Logo
Paramilitares a todas anchas desaparecen a 6 personas

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz, eleva un clamor urgente pidiendo a la comunidad nacional e internacional por la vida de 6 civiles a quienes los paramilitares desaparecieron.


El miércoles 13 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Arenas Bajas, allí, amenazaron a varias familias diciendo que tienen una incursión preparada contra varias personas en la región.

El domingo 17 de noviembre de 2013; un grupo de paramilitares hizo presencia en la vereda Mulatos junto al asentamiento de nuestra  Comunidad de Paz.

El lunes 18 de noviembre de 2013; hacia las 8:00 horas un grupo de paramilitares llego a la vereda Arenas Altas, donde existe un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, y se llevaron a 6 civiles entre ellos 5 menores de edad.  Además se comieron las gallinas de las diversas casas a las que entraron, este mismo día cuando los paramilitares se regresaban al pasar por la vereda Arenas Bajas entraron a la vivienda de un campesino y allí amenazaron a una joven de querer llevársela acusándola de ser guerrillera.

Nuevamente los paramilitares actúan a todas anchas con el apoyo de la fuerza publica, quienes a todas luces los protegen y los defienden.
No podemos mas que deplorar y rechazar estas acciones que una ves mas afirman la connivencia entre las instituciones del Estado y los grupos paramilitares su brazo clandestino.

Comunidad de Paz de San José de Apartado

Noviembre 19 de 2013

martes, 19 de noviembre de 2013

Identificando al enemigo

Libardo Sánchez G.

Las conversaciones de  paz en La Habana entre las FARCEP y el gobierno colombiano, la  movilización de los campesinos en el Catatumbo, la de los campesinos del  Valle de Ubaté y Boyacá durante el Paro Agrario Nacional Agrario y, recientemente,   la de los indígenas, han puesto de relieve la  intensa lucha de clases  entre   el pueblo en general y las  castas dominantes,   que ejercen monopólicamente el poder del Estado. El desarrollo económico y social   desigual va construyendo a lo largo y ancho del país  franjas (estratos) sociales las cuales, unas veces, se tocan y otras se distancian. Últimamente los   productores agropecuarios   medianos se han sumado a las luchas  reivindicatorias de los pobres del campo y   mineros artesanales; las políticas gubernamentales amenazan peligrosamente   bienes e ingresos de las capas medias. La complejidad de la crisis social colombiana hace florecer increíbles sincretismos entre clases sociales distantes,  César Pachón,    principal  vocero  de los productores agrícolas de Ubaté y Boyacá, es uno de los más grandes cultivadores de papa en el país, y  el representante de los mineros   un empresario con ingresos mensuales superiores a los veinte millones de pesos.  ¿Qué  los   ata a los de ruana? Probablemente el temor de quedarse sin ruana. Los campesinos  criollos  acomodados   se han dado cuenta de   que bajo el comando del gran capital transnacional no hay opciones viables para ellos. Es claro que el móvil que guía a la clase dominante y que se ancla en la desregulación del mercado, la codicia y especulación del capital financiero  ha asustado al pueblo colombiano en general. Y la coyuntura ha dado para que César Pachón sea proclamado candidato a la presidencia, para demostrarle a Santos que el “tal pueblo” sí existe y no come cuento.

Los  campesinos,  mineros medianos y artesanales, pequeños transportadores, estudiantes y, en general,  todos los excluidos, enfrentan un “enemigo público” común. El término enemigo público se acuñó   durante  la Revolución francesa para designar a los enemigos del régimen y para la sustentación del terror. En Colombia al término hay que darle un giro de 360°, pues quien se comporta como enemigo  social  es el régimen.  El  régimen es  el “enemigo público”  porque en palabras de Fermín Gongeta,   “(…) nos ha arrebatado todas nuestras pertenencias, nuestros derechos, nuestras posibilidades de vida digna… nos han robado todo, hasta la vida”. Y es enemigo porque niega la gratuidad de la educación en todos los niveles; no ofrece salud y seguridad social a todos los colombianos; porque se opone a que haya   reforma agraria, para que la tierra esté en manos de quien la trabaja; porque entregó la soberanía al imperio USA y a las transnacionales.  Y no contentos con lo que ya quitaron, ahora, pretenden dirigir   el despojo hacia las clases que, aún, les queda algún patrimonio.   Según  el autor citado “el enemigo público”   roba siguiendo la lógica cristiana: “A quienes menos tienen, les roban para engrandecerse unos pocos. Muchos de ellos, de los ladrones públicos, siguen el pensamiento del Nazareno, cuando predijo: A todo aquel que tenga se le dará más; pero al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. (Evangelio según Lucas, 19,26)”.

Entre  telones   asoman la cabeza  otros enemigos públicos, y es bueno ponerlos frente al auditorio social,  en primer lugar están los políticos de todos los pelambres: de “izquierdas”, centro y derechas,  y le siguen una pléyade de burguesías: burguesía bancaria y financiera, industrial, agroindustrial y la burocrática, esta última tan dañina o más que los políticos. De acuerdo a Fernando Dorado, “Todas ellas, hacen parte de la oligarquía antinacional y entreguista de los intereses soberanos del pueblo colombiano”.

¿Por qué los políticos representan el enemigo público número uno? Lo primero que se puede decir es que  a través del parlamento no es posible realizar transformación social alguna, y, en cambio, los parlamentarios sirven como el instrumento ideal de las castas en el poder para apalancar sus políticas de despojo y entrega de recursos y  soberanía. Gracias, en buena medida,  a la clase política nuestra base social de obreros y campesinos forma parte de la masa proletaria universal de pobres, oprimidos y explotados.    ¿Son  responsables  solamente los políticos  de derecha? Desafortunadamente,  también, son responsables los  representantes de la llamada  “izquierda”, pues una vez acomodados en el parlamento, no jalonan un corrimiento hacia la izquierda del mundo sino todo lo contrario, y al no tener eco sus opiniones (oposición) la gente termina creyendo que izquierda y derecha son lo mismo. Sorj Chalandon (Premio Albert-Londres en 1988) dice que: “El político es presa del cuarto muro, el que impide al actor intimar con el público. Ellos teatralizan la vida de los demás, de quienes les han votado, pero no viven su tragedia permanente, sino que se refugian, y se aprovechan de ella”. Gongeta resalta la advertencia de Platón quien pensaba que los políticos en el parlamento no sólo son enemigos sino que “la mayoría de los hombres en el poder, se convierten en peligrosos”. Él mismo dice que  “la historia se repite a través de todos los siglos.  Es cierto,  piden serenidad y obediencia.  Nos quieren dóciles. Hacen de sus instituciones y de sus leyes los paraísos de su poder, construido sobre nuestra pasividad. Su mundo se detiene en la frontera de su piel”.

¿Cómo se ha dado la sumatoria para conformar el gran  “enemigo público” en cabeza de la clase dominante? inicialmente estuvo conformado  por los grandes propietarios tradicionales de latifundios, luego se sumaron los grandes terratenientes emergentes  quienes se apropiaron   de manera ilegal  de las tierras  de los campesinos; y a partir de los años 80s y 90s del siglo pasado se fundieron  con la burguesía industrial, agro-industrial y la bancaria, “alimentada  también por los dineros provenientes del narcotráfico   convirtiéndose en la burguesía financiera transnacionalizada que hoy domina la nación” (Fernando Dorado)

El  modelo de producción capitalista, enemigo público de toda  la humanidad,   zurce una manta neoliberal  con hilos de  violencia y pobreza física y moral,  enredando en la rueca de la explotación del hombre por el hombre el futuro de las mayorías.

El Águila imperial funge como el enemigo absoluto, ha puesto sus garras sobre el planeta tierra imponiendo el modelo globalizador, y es quien se lleva nuestros recursos y sostiene a las castas vándalas en el poder.  

Para cualquier lector  existe la inquietud acerca de si se han escogido correctamente los “enemigos públicos” y si son y están todos. No hay que olvidar que, a escala global, a partir del 11 de septiembre, día del ataque a las Torres Gemelas (el más grande falso positivo en la historia del hombre sobre la Tierra)  el Departamento de Defensa de EEUU parió al enemigo de toda la humanidad: “el terrorismo”; el temible monstruo está encarnado por cualquier opositor al  establishmen o por quien, siquiera, se atreva a cuestionar a las castas en el poder.  En Colombia  los principales opositores al régimen,   los alzados en armas,  fueron convertidos  en “terroristas”, y, por tanto, en los  principales enemigos públicos;  el ex presidente Uribe se refería a ellos como “los terroristas de la … JAR…”, y   les acusó de ser los responsables de los males pasados, presentes y futuros.  Cosas de la vida,   ahora, en La Habana los insurgentes  están dando los primeros pasos hacia la incorporación al sistema, para dejar  de ser terroristas. El solo hecho de sentarse  a conversar, aceptando que no se discutan cambios estructurales económicos, sociales, políticos y jurídicos, es un indicativo de sus intenciones de asimilarse al modelo. Y si esto ocurre  pronto los veremos convertidos en politólogos y en acérrimos enemigos del uso de las armas como medio para acceder al poder; así ha ocurrido con todos aquellos que un día empuñaron el fúsil y luego abandonaron las filas insurgentes.  Entonces,   muy pronto, los miembros de la FARC EP, que se desmovilicen,   se convertirán   en actores políticos bajo las reglas del establecimiento y,  Probablemente, bajo la dinámica del modelo muchos de ellos, también, se convertirán en enemigos de sus compatriotas no afectos al sistema. 


 Antes que, lo que parece inevitable, ocurra y para que las FARC EP  reflexionen sobre el paso que van a dar, y no terminen convirtiéndose en   futuros enemigos públicos, es bueno recordar lo que “Tejido de Comunicación – ACIN” dijo recientemente: -“No venderse, no rendirse y no dejarse engañar” son las enseñanzas prácticas de quienes jamás caen en la trampa que tienden los malos gobiernos y sus cómplices, vengan de donde vengan”. También afirman: “(…) Es que, en últimas, no luchamos para que nos den un espacio en el proyecto de muerte ni cargos en los malos gobiernos, sino para que nuestros planes de vida y nuestros buenos gobiernos los reemplacen para siempre” (NOS LEVANTAMOS EN MINGA PARA NO SEGUIR SIENDO LO QUE NUNCA HEMOS SIDO)