Las conclusiones del V CONGRESO no fueron discutidas al interior de la colectividad, en esto radica la incongruencia con el concepto de la Rebelión de las Bases. Se está a tiempo de retomar el Camino.
Dichas conclusiones dieron pie para que desde Venezuela, enviaran esta crítica constructiva:
Serias críticas al tal pronunciamiento de
“unidad y acción por la paz”.
En
primer lugar, este pronunciamiento no recoge, si quiera, el trabajo que venimos
adelantando de tiempo atrás en Colombia, con nuestras bases, inclusive en el
marco del V congreso. Seguramente es una mirada “romanticona” de un trabajo que
se adelanta por fuera de las fronteras, y ni siquiera se puede asegurar, que
así sea y no porque no creamos en el trabajo de los compañeros, sino en que
somos conscientes de la intensa lucha que se adelanta al interior de Venezuela
en cuyo contexto, basta mirar el resultado de las recientes elecciones que
llevaron a la presidencia a Maduro, y que por poco lleva a la perdida de ese
espacio, colocando a la orden del día la realidad que se vive allí.
También
en Venezuela tenemos compañeros y también nos hemos preocupado por conocer la
realidad que allí se vive en materia de lucha de clases y no pueden venir a
decirnos que se vive un proceso “socialista”; que se viva un proceso
revolucionario, en marcha o en búsqueda del socialismo, es bien diferente. Menos
nos podrán decir que en Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay, Nicaragua, se
este dando esta situación, cuando en realidad sus dirigentes (Maduro, Evo,
Correa, Uruguay etc,) lejos están de asumir una consciente y verdadera posición
por el socialismo.
Entre
otras, esa consigna de “otro mundo es posible”, es un galimatías de la
socialdemocracia internacional, para refundir la palabra socialismo, porque se han dedicado a querer enterrarlo.
En
el congreso, y de tiempo atrás, con las
bases, quedo claro y así se trabajo, que debemos retomar el aspecto central
de lucha de clases y esa posición conlleva tener claro quien es el enemigo,
quien el aliado y hacia donde marchamos.
Ese
“otro mundo es posible” es cualquier cosa, un mundo difuminado para dar
“cristiana” sepultura al socialismo, es decir, ese mundo en el cual los señores
dueños del capital y del mundo, proponen seguir en el poder, a cambio de las
migajas que desde sus mesas caigan, para lo cual levantan “falsas banderas” de
“derechos” construidos desde la ONU y todo su aparataje, convertidas en
políticas públicas, en el marco de lo que han dado en llamar “el nuevo
ordenamiento mundial”, que dice ser nuestro defensor, es decir, el zorro
cuidando las gallinas.
Que
los delitos contra el pueblo y contra la revolución no deben prescribir, tiene
de largo como de ancho, pues desde una posición ética y revolucionaria,
efectivamente deberá ser así, pero se debe aclarar si este concepto esta
recogiendo la perversa nueva mirada de lo que se ha dado en llamar “los
derechos Humanos” a la luz de esas nuevas políticas provenientes desde la ONU,
que pretenden deslegitimar el sagrado derecho de los pueblos a la rebelión y a
levantarse en armas, o si por el contrario, levanta el querer de los pueblos,
sus necesidades y ese sagrado derecho que obliga a los pueblos, cuando las
clases detentadoras del poder no dejan otra opción.
Nuestra
realidad Colombiana, también nos ha enseñado históricamente, qué es el sistema
electorero, bastando observar que las mayorías no votamos, ni por la
“izquierda” ni por la “derecha”, y que si le sumamos que quienes lo hacen, en
su gran mayoría, desde su pragmatismo, venden el voto, tenemos como resultado
gobiernos completamente ilegítimos, desde el orden municipal hasta el nacional
y si le agregáramos, por poner un ejemplo, la situación que se vive en la
actualidad dentro del PCC con respecto a posiciones defensoras, hasta del
paramilitarismo, pues no tenemos porque exigir a las masas populares, siquiera
tengan una posición clara, que a propósito, teniendo en cuenta cual es el papel
del comunista, su claridad ideológica y política, es bien cuestionable que no
se encuentre una posición clara frente a lo que viene aconteciendo, lo cual
también es un campanazo de alerta para quienes dicen y fungen como tales.
Tocaría decir: con amigos así, para que enemigos. Otro caso, conocido de tiempo
atrás, en el Líbano Tolima, hay un viejo “luchador” del PCC, a quien se le debe
que el periódico “VOZ”, ya no proletaria, circule en esta población; En todos
los procesos electoreros colocaba un “”concejal”, aparentemente comunista, pero
en realidad, “negociado” con el partido liberal, con los votos del partido
liberal y con la bendición del señor “Alfonso Jaramillo Salazar”, padre del
actual secretario de Gobierno en Bogotá. Todo un lenguaje, que debe dejarnos
una profunda reflexión. Cualquier parecido con la realidad actual, en “marcha
patriótica”, es solo pura y llana coincidencia, a propósito de la presencia de
la liberal Piedad Córdoba y la “bendición” del genocida Ernesto Samper Pizano.
El
lenguaje, funge también desde las alturas para enredarnos la cabeza y el
pensamiento y este lenguaje inclusive adquiere igualmente formas aparentemente
“leves”, pero en realidad profundamente perversas, es el caso, que también lo
hemos tratado, el uso de pitos y babuselas en las marchas, dejando de lado la
consigna, educadora, organizadora y transformadora y no es una situación
gratuita que haya aparecido en la lucha de masas, porque si.
No
podemos, traer realidades distintas a la nuestra para decir que el socialismo
ha salido triunfante por vías electoreras, cuando ese “socialismo” se encuentra
enredado en cientos de “galimatías” que confunden a las masas, y cuando en
Colombia las mayorías estamos cansados de ello. Además, cuando lo que se viene
construyendo en otras regiones, no es mas que un remedo de socialismo.
Decir
que “estamos claros frente a la contradicción fundamental es el imperialismo,
el sionismo y el fascismo”, tiene gran parte de cierto, pero en realidad esta
contradicción esta basada en la contradicción entre capital y trabajo, siendo
el enemigo fundamental el capitalismo, que es de donde nacen esos monstruos.
Esta
declaración leída en el marco del congreso podría ser la posición y el reflejo
del trabajo de los compañeros ubicados en Venezuela, pero no podrá ser la
posición del trabajo que de tiempo atrás venimos desarrollando y que pasa por
alto, elementos centrales y de posición política, como los cuestionamientos a la
posición electorera, el sentido de clase que deberemos desarrollar y rescatar,
el reconocimiento al Marxismo Leninismo, el rescate de la lucha de clases, el
trabajo como frente, independiente incluso de las implicaciones de la
personería jurídica, el papel de la lucha ideológica y la critica y la
autocritica como elemento para enderezar el caminar a la “izquierda” y un
programa político que recoja las aspiraciones de un futuro socialista para las
mayorías pobres del País.
Hasta
el reciente paro agrario, nos permitió observar el enanismo acumulado de la
“izquierda”, cuando las grandes masas populares, en actitud autónoma,
desbordaron y pasaron por alto, en gran medida, cualquier posibilidad de
“direccionamiento”, pero también, y no debemos llamarnos a engaño, un
levantamiento mas parado en conceptos pequeñoburgueses que otra cosa, mas no
por ello dejando de ser un levantamiento revolucionario.
No
nos dice mucho ese aspecto? no debe llevarnos a analizar y a profundizar sobre
el porque? históricamente la historia colombiana pareciera ser cíclica y por lo
regular, en los momentos de auge de masas la izquierda ha quedado relegada. O
si no, cual fue el papel del Partido Comunista frente a los hechos del 9 de
abril? solo por nombrar uno de estos aspectos, pero la historia Colombiana esta
llena de cientos de estos ejemplos.
No
nos engañemos, o continuamos trabajando en aras de una “democracia reformista”,
o asumimos un papel protagónico que nos devuelva la credibilidad de las grandes
masas populares atreviéndonos a marcar el rumbo por un camino revolucionario,
en el que las masas y sus dirigencias asumamos la confrontación de masas para
arrancar el poder a quienes fungiendo desde las alturas, no están dispuestos a
mover un milímetro, con tal de continuar cabalgando sobre el pueblo, tal y como
lo venimos observando en los diálogos de la Habana, cuando desde la oratoria
escuchamos decir muchas cosas y en la practica vemos otras, que nos hablan de
un desarrollo capitalista y que
encriptadamente continúan negando el conflicto social y armado de mas de 500
años. Dos clases enfrentadas y dos conceptos totalmente diferentes.
Apuntes para conclusiones del V
congreso
Varios fueron los aspectos a resaltar
dentro del V congreso de la Unión Patriótica, por la enorme trascendencia que
tendrá para el proceso Revolucionario colombiano, en un momento en el que en el
mundo los procesos revolucionarios transitan nuevos caminos, de unidad, de
crítica y autocritica, que produce un enorme terremoto social que bien
pudiéramos identificar con la rebelión de las bases, cansadas ya de ser
manoseadas, y que a su nombre, las dirigencias se olviden a quienes se deben.
Son aspectos esenciales que hacen
parte de todo un acumulado histórico, convertido en patrimonio de la humanidad,
y muy especialmente del proletariado y de la clases trabajadoras. Por eso,
retomar el camino de la lucha de clases, es ni mas ni menos volver a dar la
importancia de primerísimo lugar a los pobres del campo y de la ciudad, en un
mundo que en la actualidad amenaza con sus políticas globalizantes y
neoliberales en esta pretendida nueva, pero cada vez mas vieja cara del
capitalismo, que en su contradicción de superproducción llevara a millones de
hombres y mujeres a la proletarización y a una mayor concentración del capital.
Saber, con exactitud quien es el
enemigo de clase es también comprender entonces, con quien se harán las
alianzas, para que y de que manera; pero también permitirá mirarnos hacia
adentro, con una mirada autocritica, para identificar al enemigo que llevamos
dentro, sin perder de vista nuestro sentido estratégico, sin perder de vista
cual es el socialismo que queremos, que es solo uno y sin apellidos, que sepa
trascender ese estado de democracia reformista en el que buena parte de
revolucionarios han caído y preparándonos para saber organizar las masas
populares para la confrontación, que arranque de una vez por todas el poder
para el pueblo.
Por los siglos de los siglos, ha sido
el poder quien ha fungido sobre las mayorías pobres, ayer esclavos, mas adelante
siervos, luego obreros y ahora simples servidores de las Multinacionales. El
mundo actual con sus dictaduras embozadas, llenas de contrarreformas
neoliberales, en un claro proceso de fascistizaciòn, cooptando el pensamiento y
la realidad que nos rodea, nos fragiliza como sujetos, llevándonos a perder
territorialidades en las que se había ganado poder y sentido, reconfigurando
nuevos espacios físicos cuyo resultado, según las realidades, con diferentes
intensidades, características y ritmos, viene produciendo la reubicación activa
de los sectores populares en nuevos territorios ubicados en las márgenes de las
ciudades, a las cuales, debemos saber escuchar, entender, interpretar, para lo
cual el programa que les presentemos deberá ser lo mas revolucionario, acorde
con los cambios operados, que nos obliga a configurarnos en un poderoso frente
de masas, en cuyo contexto también sepamos escucharnos en nuestras diversas
miradas, pero sin perder de vista que marchamos al socialismo.
El reciente paro agrario, nos permitió
hacer la lectura de este fenómeno cuando desde la simbología, grandes masas
querían vestir la ruana, como una manera de identificación por lo que somos,
descendientes de campesinos, llegados a la ciudad, producto de múltiples
desplazamientos que van desde lo silencioso, hasta el producido por la
necesidad del capital de apropiarse los territorios y que hoy el capital
pretende lanzar a su proletarización
La rebelión de las bases, las esta
llevando a buscar autonomía, tanto de los estados, como de los partidos
políticos, también reflejado en el paro agrario y producto de una dirigencia,
que diciéndose de izquierda, ha sido enana. Ahora, los campesinos sin tierra,
desocupados urbanos y/o ocupados como servidores de las Multinacionales,
construyen su autonomía material y simbólica, revalorizando su cultura y
reafirmando su identidad.
Un reto para los revolucionarios y
para la izquierda, el rescatar la credibilidad de las grandes masas populares
en el “socialismo”, para lo cual si, deberemos romper muchos esquemas
conservadores que nos impiden mirar con claridad el camino a seguir e
interpretar la dialéctica del Marxismo Leninismo.
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