lunes, 1 de julio de 2013

Arde el país, ¿la “izquierda” el bombero?



Libardo Sánchez Gómez*

Cuando el pueblo pierde el miedo es capaz de grandes cosas. Los campesinos del Catatumbo luchan sin miedo por sus derechos, no temen a los escuadrones de la muerte ni a los peligrosos esbirros del ESMAD, y con la consigna “entre más represión más organización y lucha” tienen arrinconada a la oligarquía dominante; la que tiene miedo es la élite en el poder;  una  vez más, ven  amenazados  poder y privilegios.  El Gobierno para tratar de calmar a los díscolos campesinos recurre nada más ni nada menos que a la llamada “izquierda”; el lumpen proletario Lucho Garzón encabeza la comisión pacificadora, éste creyéndose el “pacificador Murillo” antes de partir advierte a los campesinos: “si no negocian pronto no le jalooo…”. Por otro lado el Partido Comunista Colombiano envió a su senadora Gloria Ramírez, no a alentar a las masas y ayudarles a diseñar estrategias de resistencia sino a mediar para que acepten las propuestas del Estado y vuelvan pacíficamente a sus parcelas. No sé si habrán llamado a la inquieta Piedad Córdoba, maestra en inconformes,  no creo que el gobierno  pretenda  sus buenos oficios de  “experta componedora”, pues las élites dominantes la consideran más de izquierda y peligrosa que los comunistas, y   más ahora que tiene antojitos presidenciales, pues es seguro que se cae la inhabilidad política decretada por el “talibán Ordoñez”.   Ojalá  llegara a la presidencia, sería más llevadero ver un rostro agradable y sincero que el ladino de un Juan Manuel o el del gansteril No. 82.  Podríamos, de pronto, tener un gobierno neoliberal al estilo Bachellet de Chile o el de Crisitina Fernández  de Argentina, eso sí, navegando por la orilla izquierda, pero sin salirse un milímetro del cauce, pues a los lados estará Obama con un dron en una mano y con una jeringa con carcinógenos  en la otra, cuidando su principal neocolonia en América. Los militares son otros que están vigilantes por si los gobernantes tuercen el camino. Estos tienen su propia  biblia: “La Guerra Política”. Los invito a echar una mirada a la manera como se concibe la protesta popular bajo la concepción de la guerra política: http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/2013/05/la-guerra-politica-en-colombia-y-las_2.html.  

¡Ah! En la lista de personalidades de la “izquierda” que hacen falta en el Catatumbo hay que mencionar a Clara López y Antonio Navarro, quienes tampoco le “jalan a las guachafitas” campesinas. Claro que no debe demorar en salir el otro lumpen proletario, el saca micas,  Angelino Garzón a decir: “ lo que los campesinos tienen que hacer es lo que les diga el presidente Santos”, eso les recomendó a los alzados en armas en La Habana.


El  deber de un revolucionario es hacer la revolución y no atajarla. El alzamiento del campesinado catatumbero es una oportunidad para avanzar en la “la negación de la negación”, es hora de ir borrando al régimen usurpador e ir esbozando un modelo   participativo e igualitario. Los campesinos del Catatumbo están indignados debido al olvido, al incumplimiento de viejas promesas, a que se les sigue asesinando y robando sus tierras, estos le gritan al gobierno: “El Ministerio de Defensa nuevamente impone su criterio ante la pasividad pasmosa de un Ejecutivo descaradamente guerrerista. Es por eso que no paró hoy la represión, sino que aumentó, es por eso que el campesino protesta airadamente, es por eso que no hay gobierno sino Estado militar. Es por eso que son también los enemigos de la paz, aunque se sienten en La Habana para dar seguridad a las inversiones que devoran nuestro territorio, a través de la desmovilización de la insurgencia”. Y expresan airadamente: “Condenamos la irresponsabilidad del gobierno colombiano que prefiere continuar causando heridos y muertos al pueblo para continuar defendiendo a los grandes terratenientes y grandes capitales y además prefiere continuar dentro de la ilegalidad utilizando represión bestial e incumpliendo la ley 160 de 1994”. Y dicen algo que los autistas bomberos de izquierda no quieren oír: “Por nuestra parte continuaremos nuestras movilizaciones hasta que logremos las garantías que exigimos después de tantos y tantos incumplimientos”. Allí debería estar el grueso de la izquierda acompañando e ideando formas de resistencia efectiva, y no amainándole la tormenta al régimen de terror; es hora de hacerle sentir la furia del 99% de indignados al  usurpador 1%.  Los campesinos nos están dando una lección de valor y de acción, enmarcada dentro de un accionar pacífico;  su iracundo grito anuncia: “Nuestra protesta continuará siendo pacífica y la represión del Estado seguirá siendo brutal”. La disculpa para la criminal represión es que están “infiltrados por la guerrilla”, eso mismo dijeron de los cafetaleros, de los indígenas, de los estudiantes, de los pequeños mineros y de todos los que elevan su voz de protesta contra su avaricia y mal manejo de la cosa pública. Claro que, muy en el fondo, tienen razón, pues toda Colombia está infiltrada por la guerrilla,  no viven en Inglaterra ni en la luna.

Si  no fuera por el apoyo gringo, la oligarquía sola no aguantaría ni cinco minutos en el poder.
¿Seremos capaces de dejar solo al campesino?
Fuente: autor. 2013.  Un solitario en un  camino solitario de Ubaté. 

El derecho Internacional consagra el derecho a la defensa, el que la vida misma reclama como “instinto de conservación”. Los     catatumberos se están  defendiendo, a pesar de lo que dice el belicoso ministro de guerra,  únicamente con piedra y palo, a lo que Santos  contesta con esbirros del ESMAD y   policía de civil armados hasta los dientes. Pero  no han podio amedrentarlos con sus equipos robocop, y eso   que ya les han asesinado cuatro labriegos.

Hay que defendernos,  a propósito de este deber revolucionario la militante de base de la Unión Patriótica Nelma Forero dice que: - no es digno de un revolucionario mostrarse débil y tampoco se debe limitar a contestar que “eran provocadores, elementos al servicio de las causas anticomunistas y divisionistas” o que existe “una campaña  infame contra el Partido Comunista contra la Unión Patriótica…”, a veces también se oyen voces de dolor como: “la derecha nos ataca” “uy me van a pegar” “me mira mal” “nos van a quitar el poder”  un sinnúmero de quejas, sin indicar cuáles son los “ataques”  ni quién los hace; y mucho menos se atreven a dar respuestas”-. Ver: http://unionpatrioticadecolombia.org/2013/06/29/es-deber-de-todo-revolucionario aprender-a-defenderse/. Así mismo, en Veinte poemas y una canción desesperada, cuenta y canta Neruda: “… para sobrevivirme te forjé como una arma/ como una flecha en mi arco/ como una piedra en mi honda”. Hasta la poesía inspira coraje y enseña valor. Mil piedras en mil hondas disparadas sincronizádamente desde varios flancos ablandan  la rígida  armadura de los  robocops. Y como el “Derecho a la defensa” no dice como debe ser el tamaño de piedras y palos. Centenares de diminutas piedras en sendas  resorteras (¿la flecha de Neruda?)  en algo equilibra el fuego de los mortíferos perdigones del ESMAD.  Los cafetaleros enseñaron que cientos de  piedras de media tonelada en mitad de la vía pueden frenar las orugas de los tanques. Un palillo de pocos centímetros puede servir como aguja de acupuntura, para paralizar   enemigos, y uno de seis metros ubicado cada doscientos metros de una vía ocupará a medio ejército.  Los “palabreros de izquierda” en vez de convertirse en futuros cómplices del incumplimiento gubernamental deberían estar alentando a los campesinos de todos los poblados de Colombia a poner   palos y piedras en todas las vías nacionales. ¿Cómo la vería la oligarquía?   

No hay que llamarnos a engaños, en Colombia,  las profundas contradicciones entre las clases populares principalmente entre el campesinado y la burguesía en el poder son irreconciliables, y no se pueden resolver dentro del marco del régimen social, el único medio para resolverlas es mediante la revolución social.  Hay que aprovechar estas   formas espontáneas de organización campesina; Lenin en la atrasada Rusia Zarista, netamente campesina, consideró que se podía adelantar la revolución, demostrándolo con hechos. Y acá como allá la lucha contra la oligarquía dominante  “es un deber y un honor”. Lenin, ante el régimen de terror impuesto por el zarismo, y con motivo del asesinato de su hermano, con la lucidez de un visionario, resumió la situación con esta frase de condena a los métodos   terroristas: «Nosotros no iremos por esta vía. No es la buena».


Lenin (Óleo de Brodsky) Tomado: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/lenin/

¿Dónde están los estudiantes? Los de hace unos años ya estarían en las calles protestando a favor de los campesinos; y qué pasa con los sindicatos, no los vemos en las calles, ¿y los indígenas, por qué no sacan sus hondas y macanas? ¿Dónde están los que se consideran agredidos, excluidos, con hambre, sin derecho a la salud, a la educación y que no cuentan con un techo? Simplemente están invisibilizados por qué no hay quién organice y dirija; desafortunadamente no existe en Colombia un movimiento de masas de carácter marxista - leninista  que encabece de manera efectiva la revolución. De ahí el llamado desesperado de las bases de la Unión Patriótica a todas las militancias de base de todos los partidos y movimientos sociales  a formar el Gran Frente Amplio marxista leninista, capaz de conducir la revolución e independencia definitiva.


*DMV. UN. MSc. Economía. PUJ. Profesor universitario. 

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