Libardo
Sánchez Gómez
La Unión Patriótica es un partido político creado
creyendo que en Colombia era posible acceder al poder sin tener que recurrir a
las armas, una demostración de que esto no es factible fue el “Baile Rojo”, uno
de los planes de extermino contra este movimiento gestados al más alto nivel del Estado
colombiano; la batuta exterminadora la
manejaron los militares y las
motosierras los paramilitares. Para sobrevivir al genocidio la militancia abrió
distintas trochas entre la selva de la barbarie; algunas de sus directivas
buscaron el exilio, otros se mimetizaron entre los demás partidos y unos cuantos se aliaron con los verdugos. El tiempo fue pasando lento y mudo; las castas
en el poder y las mismas directivas creyeron que la UP había desaparecido, pero
resulta que el Movimiento había echado profundas raíces en las bases populares,
y cuando esto ocurre, como en la selva por doquier brotan los retoños y entre
ellos cantan las cigarras.
Hacia
el año 2010 simpatizantes y militantes elevaron una demanda ante el
Consejo de Estado contra el Consejo Nacional electoral, para que le devolviese
la Personería Jurídica a la UP la cual el CNE, extralimitando sus funciones, le
había arrebatado, culminando con el asesinato político el plan de exterminio
físico programado por el Estado. Y a
principios de este año otros sobrevivientes de la UP, como complemento a la
demanda de restitución de la Personería Jurídica, pensaron que sería bueno
realizar el V Congreso el cual no se llevaba a cabo desde 1999. El V Congreso se realizó en medio
de todo tipo de limitaciones, pero no fue tenido en cuenta por el CNE. Los convocantes al V Congreso se declararon “bases en rebelión”, con una orientación
ideológica fundamentada en un sistema de organización netamente horizontal: “(…) los militantes de base de la UP han
entendido que deben dirigir sus vidas en lugar de que alguien los manipule,
como ocurrió antaño, donde la
militancia fue mal direccionada por “anquilosadas directivas”, las mismas que hoy pretenden desesperadamente
seguir haciéndolo. Como pequeño grupo
trabajan juntos de forma eficaz, impidiendo ser fácilmente manipulados, y
conservando una enorme capacidad para
coordinarse con otros grupos parecidos” (http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/2013/08/bases-rebeladas-y-en-rebelion-la.html)
Las ausentes directivas de la UP escucharon incrédulas
el eco de las cigarras llamando a
realizar el V Congreso; y al no ser invitados a liderar el proceso reaccionaron airadas contra los convocantes tildándoles de anticomunistas, usurpadores y
aliados con Lucifer. Desde el
exilio los
jefes de antaño reclamaron, por derecho propio, la jefatura del partido, sólo que nadie mostró
el rostro. Al interior del país,
también, revindicaron la dirección precisamente quienes, algún día, vendieron su alma al diablo. Ver: La Rebelión de las Bases (http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/2013/05/la-rebelion-de-las-bases.html) y No me muevo y Punto (http://libsang-elviajeroysusombra.blogspot.com/2013/06/no-me-muevo-y-punto-porque-no-puedo.html
)
Ante
el Consejo Nacional Electoral se inscribieron dos reclamantes de la personería
jurídica; uno representando a las bases y el otro a las antiguas directivas; encabezados
por antiguos ex
secretarios del Partido.
Como
todos sabemos el 4 de julio de los corrientes el Consejo de Estado ordena al
CNE devolver a la UP la arrebatada
Personería Jurídica. El CNE, como única opción posible ya que el ex
secretario Sebastián había sido expulsado,
le otorga la Personería Jurídica a Omer Calderón.
Personería
en mano los altos jerarcas del Partido Comunista Colombiano comenzaron a jugar a la ruleta Rusa colocando en el tambor electorero a la
UP; disparan el POLO, los Progresistas y
el Partido Verde.
De acuerdo a los
umbrales exigidos a los partidos y dada la
larga hibernación política de la UP, ¿ésta podrá sobrevivir a la próxima
contienda electoral? Ojalá mejore, y por
mucho, la anterior votación obtenida por el camarada Carlos
Lozano Guillén quien, seguramente, será el beneficiario del aval para sus
aspiraciones de llegar al senado.
El CNE, al
devolver plenamente la Personería Jurídica, conmina al grupo favorecido a efectuar el V Congreso en el que, se
supone, deberá tener cabida toda la
militancia. El CNE, también, dispone que le sean devueltos los dineros, que por derecho propio
le corresponden al Partido, y que no fueran girados durante los
10 años que duró la privación de sus derechos políticos. ¿Cuál será
el destino de tanto dinero? Hay tres opciones posibles: que se destine a la
financiación de una opulenta campaña electoral, que vaya a los bolsillos de
unos pocos o que, de alguna insólita manera, sirva para reestructurar el
Partido, convirtiéndole en el motor de la revolución estructural que demanda el
país.
Pero,
aún, la partida no ha terminado;
militantes históricos y simpatizantes de siempre de la UP, hoy, distanciados tanto de los beneficiados como de
los otros reclamantes de la personería jurídica, hace unos pocos días impugnaron
ante el CNE la entrega del “cetro” a un funcionario público, hecho expresamente
prohibido tanto por los estatutos de la UP como por la Ley colombiana vigente.
Así mismo se tuteló tal decisión. Y si prospera la demanda, ¿habrá alguien más
que quiera ponerle el cascabel al gato? Pues todos se reclaman dueños pero
ninguno quiere entrar al “baile rojo”, aceptando la dirección.
¿Cómo
hacerle frente a la casi segura reaparición
de la danza de la muerta una vez se reactive con todo su poder de expresión
política la UP? Ha llegado el momento de
retomar las banderas de la Rebelión de las Bases; un colectivo con una vocería general
podría ser un mecanismo para dificultar la cacería de cabezas visibles.
No obstante
el preocupante futuro esbozado es hora
de rescatar partidos históricos como el
Comunista de Colombia y la Unión
Patriótica; para que uno no se siga difuminando entre un borroso partido
socialdemócrata y el otro para que no termine
como una plataforma electorera.
Las
bases rebeladas deberán preocuparse porque se mantenga la línea política
(plataforma) de la UP. Les corresponde a los militantes de base tanto de la
Unión Patriótica como del PCC, sobre todo a la juventud comunista, constituirse
en atentos guardianes de los fundamentos
ideológico-conceptuales de los dos
únicos partidos de izquierda revolucionaria existentes en Colombia. Hay que velar
para que La UP siempre conserve su carácter
marxista leninista original y para
que la dirección sea de
tipo totalmente
horizontal, como fue concebida por Jacobo Arenas. Tampoco se deben permitir alianzas con partidos de derecha como el Liberal, el
Conservador y/o con la alianza Verde-progresista, a menos que enarbolen la
bandera marxista leninista
Preocupa
que las bases revolucionarias miren impávidas lo que ocurre a nivel de la
dirigencia de sus movimientos y partidos; para nada cuestionan que las
altas jerarquías, en su manera de actuar, se confundan con la derecha; parece
que poco les interesa que, a toda costa,
los jefes busquen el enriquecimiento personal, actuando, incluso, venalmente;
cabe citar a Luis Manuel Carrero Gómez (Kaos en la red.net) cuando afirma: “(…)
si la derecha entonces ha suplantado la
voluntad política popular, la izquierda mesiánica, CIERTO SECTOR, también ha
hecho lo mismo a través de sus directorios políticos y camarillas y recurrido
al militarismo izquierdista, menospreciando expresiones civiles y políticas
organizativas propias de la ciudadanía”. Y refiriéndose específicamente a
las directivas manifiesta: “(…) Se habla poco de los pecados de la izquierda
a nivel de su dirigencia…”. Y coincide
con lo encontrado en la
investigación periodística citada al principio: “(…) para claudicar a través de sus intereses
partidistas-individualistas, por encima de la voluntad popular. No sienten vergüenza
de unirse a conductas políticas para mafiosas”.
Para
que se pueda avanzar de manera efectiva
hacia una nueva sociedad socialista
las bases rebeladas y en rebelión, de todos los movimientos sociales y
partidos políticos revolucionarios, tienen la tarea histórica de conformar un
Frente Amplio de izquierda revolucionaria, cuyos
principios y
prácticas incluyan, entre otros, los siguientes puntos:
- Indeclinable lucha por cambios estructurales en la organización
social y política actual.
- Nacionalización de las empresas
extractoras de minerales.
- No permitir
la exportación de minerales sin algún
tipo de valor agregado.
- Nacionalización de la tierra, ésta
debe estar en manos de quien la trabaja, y no puede ser, como las obras de arte,
una alcancía para guardar riquezas.
- No a la entrega de las empresas
públicas a los particulares y devolución al estado de las que ya fueron
subastadas.
- Educación, salud y seguridad social gratuitas para todos los colombianos.
- No a la entrega del país a potencias hegemónicas, ninguna base militar podrá ser utilizada por
fuerzas extranjeras.
- Lucha permanente por el socialismo
del siglo XXI.
Dignidad
y resistencia.
¡La Unión Patriótica y el Partido Comunista viven y vivirán para
siempre!
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