Cannabis habemus: Legalizan la marihuana en Uruguay
La Cámara de Diputados de Uruguay dio este miércoles media sanción a un proyecto de ley para legalizar la marihuana, que de ser ratificado en el Senado convertirá al Estado uruguayo en el primero en el mundo en asumir el control de todo el proceso de producción y venta de cannabis.
El texto fue aprobado por 50 votos de 96, tras casi 14 horas de debate, sólo con el respaldo de la izquierda gobernante Frente Amplio (FA), que también tiene mayoría en el Senado. La votación fue recibida con aplausos por poco más de un centenar de defensores de la legalización de la mariguana que presenciaron la sesión desde las barras.
El proyecto de ley –lanzado en junio de 2012 en el contexto de una serie de medidas para combatir el aumento de la violencia– prevé que el Estado asuma el control y la regulación de la importación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de la marihuana y sus derivados.
El polémico proyecto, promovido por el presidente José Mujica, busca resolver el problema del acceso y establecer mecanismos seguros para los consumidores, dijo el diputado del FA Sebastián Sabini, uno de los autores de la iniciativa. A su entender, esta propuesta no busca ser un ejemplo para el mundo ni para la región, sino dar una respuesta a los problemas de la población uruguaya.
Tras ser aprobado en la Cámara de Diputados, el Senado deberá tratar el proyecto antes de fin de año. La ley pondría a Uruguay a la vanguardia en la despenalización del cultivo de marihuana en Latinoamérica, región asolada por el narcotráfico y que produce drogas ilícitas a gran escala.
El presidente Mujica ha defendido la despenalización y regulación del comercio de marihuana con el argumento de que debilitará a los cárteles y reducirá la violencia del narcotráfico. En defensa del proyecto, el legislador oficialista Sebastián Sabini dijo: tenemos un problema instalado muy grande con el narcotráfico. El proyecto busca combatirlo por vías diferentes a las que hemos hecho hasta hoy día.
En el pasado de Estados Unidos abundan los experimentos inhumanos que afectaban tanto a otros países como a sus propios ciudadanos.
A continuación le ofrecemos algunos de los más crueles.
El proyecto de la CIA MKULTRA, que pretendía encontrar métodos para controlar la mente, pagó al doctor Donald Ewen Cameron, quien encabezó experimentos en el marco del Subproyecto 68.
En su Instituto Memorial Allen en Montreal el doctor sometía a los pacientes ingresados con depresión bipolar o trastornos de ansiedad a una 'terapia' que les dejó serios daños y alteró sus vidas de manera irreparable.
Entre 1957 y 1964 Cameron sometió a sus pacientes a una terapia electroconvulsiva, que sobrepasaba en 30-40 veces las normas.
Ponía a los pacientes en estado de coma inducido por drogas durante meses y reproducía cintas con declaraciones simples o ruidos repetitivos una y otra vez. Las víctimas olvidaron cómo hablar, de sus padres y sufrieron amnesia grave.
Todo esto ello se perpetró contra ciudadanos canadienses porque la CIA probablemente consideraba demasiado arriesgado realizar estas prácticas en estadounidenses.
Para lograr de que el proyecto siguiera financiándole, Cameron involucró a niños en los experimentos y en una ocasión indujo a un niño a tener sexo con un alto funcionario gubernamental. La grabación de esta escena la utilizó para realizar chantajes.
A medida que se intensificaba la investigación de las armas químicas en los años 40, el Gobierno de EE.UU. no vaciló a la hora de involucrar al personal militar en sus experimentos.
Para probar la eficacia de las armas y métodos de defensa, se utilizaba gas mostaza y otros productos químicos que dejaban quemaduras en la piel y arruinaban los pulmones sin que los soldados lo consintieran o conocieran el experimento.
Probaban máscaras antigás y ropas de protección encerrando a los soldados en cámaras de gas, una práctica que evoca las imágenes de la Alemania nazi.
Entre los agentes utilizados se encontraba la lewisita, compuesto que fácilmente penetra la ropa e incluso la goma.
Al contactar con la piel, el gas inmediatamente provoca un dolor extremo, picor, hinchazón y erupción. Grandes ampollas llenas de líquido se desarrollan 12 horas después de la exposición en forma de quemaduras químicas sumamente graves. Y eso solo en el contacto de la piel con el agente.
La inhalación del gas provoca un ardor en los pulmones, estornudos, vómitos y edema pulmonar.
Lo que se refiere al gas mostaza, sus efectos son asintomáticos hasta aproximadamente 24 horas después de la exposición. Sus efectos primarios incluyen quemaduras graves que se convierten con el tiempo en ampollas llenas de fluido amarillo.
El gas mostaza tiene propiedades mutágenas y cancerígenas que han matado a muchas personas expuestas. Aunque hay un tratamiento disponible, las quemaduras del gas mostaza se curan muy lentamente y son extremadamente dolorosas. Las quemaduras que el gas deja sobre la piel son a veces irreparables.
Las Fuerzas Armadas de EE.UU. y la CIA realizaron una serie de simulaciones de ataques químicos y biológicos contra varias ciudades estadounidenses a mediados del siglo pasado para entender los efectos qué se deben esperar en caso de un ataque real.
Se llevaron a cabo los siguientes ataques aéreos/navales:
- La CIA dispersó el virus de tos ferina en la bahía de Tampa, usando barcos. Como consecuencia estalló una epidemia de tos ferina, que dejó 12 personas muertas.
- La Marina de guerra roció San Francisco con bacterias patógenas y por ello muchos ciudadanos padecieron neumonía.
- El Ejército soltó millones de mosquitos portadores de la fiebre amarilla y el dengue sobre Savannah, estado de Georgia, y Avon Park, Florida. El enjambre produjo a sus ciudadanos muchos problemas respiratorios, fiebre tifoidea, y niños nacidos muertos.
Después de estos ataques, llegaban militares disfrazados de trabajadores sanitarios a las zonas afectadas. Mientras estaban ayudando a las víctimas, su intención secreta era estudiar y registrar los efectos a largo plazo de todas las enfermedades que padecían.
El Gobierno de Guatemala ha determinado que más de 2.000 personas fueron infectadas con sífilis, gonorrea o cancroide sin su conocimiento (según otros datos, más de 5.000 guatemaltecos) en los años 40, mientras que EE.UU. sitúa la estimación en algo más de 1.300 personas.
El objetivo de estos experimentos, dirigidos por el médico estadounidense John Cutler, era averiguar si la penicilina podía ser usada “para prevenir enfermedades de transmisión sexual” y para ello emplearon a prostitutas, exmilitares, enfermos mentales, huérfanos y presidiarios.
Los experimentos, que nunca fueron publicados, se conocieron en 2010 después de que la profesora de la Universidad de Wellesley, Susan Reverby, se topara con ellos por casualidad.
No se ha encontrado ningún informe sobre las conclusiones del experimento, pero sí hay datos personales de los pacientes y cuadros médicos según los cuales hubo al menos 83 víctimas mortales.
La CIA realizó entre los años 1953 y 1964 experimentos con miles de civiles y militares estadounidenses con la droga alucinógena LSD y otras sustancias sin que supieran lo que les estaban haciendo.
Según una reciente filtración de documentos confidenciales de la agencia, además del Ejército, algunos experimentos se llevaron a cabo en playas, bares y restaurantes donde los agentes supuestamente colocaron el narcótico en las bebidas de los clientes.
Durante una década, la CIA llevó a cabo sus experimentos clandestinos, persiguiendo a sus 'blancos' y observando su conducta. Algunas de las víctimas que participaron en las pruebas sufrieron convulsiones y paranoia, mientras que otros murieron.
Además de usar ampliamente como defoliante el producto tóxico durante la Guerra de Vietnam, que produjo varias enfermedades y mutaciones genéticas en generaciones subsecuentes, el Gobierno estadounidense probó el 'agente naranja' en presos voluntarios de una cárcel de Filadelfia, haciéndolo pasar por una "investigación dermatológica".
Los experimentos, que se realizaron entre 1951 y 1974, fueron encabezados por el doctor Albert Kligman. Los presos recibían pagos por permitir la aplicación de inyecciones de dioxina, uno de los componentes del 'agente naranja'. Entre los efectos que sufrieron los presos estaban las erupciones (cloracné) en las mejillas, detrás de las orejas, axilas e ingle.
MKULTRA, Subproyecto 68
El proyecto de la CIA MKULTRA, que pretendía encontrar métodos para controlar la mente, pagó al doctor Donald Ewen Cameron, quien encabezó experimentos en el marco del Subproyecto 68.
En su Instituto Memorial Allen en Montreal el doctor sometía a los pacientes ingresados con depresión bipolar o trastornos de ansiedad a una 'terapia' que les dejó serios daños y alteró sus vidas de manera irreparable.
Entre 1957 y 1964 Cameron sometió a sus pacientes a una terapia electroconvulsiva, que sobrepasaba en 30-40 veces las normas.
Ponía a los pacientes en estado de coma inducido por drogas durante meses y reproducía cintas con declaraciones simples o ruidos repetitivos una y otra vez. Las víctimas olvidaron cómo hablar, de sus padres y sufrieron amnesia grave.
Todo esto ello se perpetró contra ciudadanos canadienses porque la CIA probablemente consideraba demasiado arriesgado realizar estas prácticas en estadounidenses.
Para lograr de que el proyecto siguiera financiándole, Cameron involucró a niños en los experimentos y en una ocasión indujo a un niño a tener sexo con un alto funcionario gubernamental. La grabación de esta escena la utilizó para realizar chantajes.
Soldados en cámaras de gas mostaza
A medida que se intensificaba la investigación de las armas químicas en los años 40, el Gobierno de EE.UU. no vaciló a la hora de involucrar al personal militar en sus experimentos.
Para probar la eficacia de las armas y métodos de defensa, se utilizaba gas mostaza y otros productos químicos que dejaban quemaduras en la piel y arruinaban los pulmones sin que los soldados lo consintieran o conocieran el experimento.
Probaban máscaras antigás y ropas de protección encerrando a los soldados en cámaras de gas, una práctica que evoca las imágenes de la Alemania nazi.
Entre los agentes utilizados se encontraba la lewisita, compuesto que fácilmente penetra la ropa e incluso la goma.
Al contactar con la piel, el gas inmediatamente provoca un dolor extremo, picor, hinchazón y erupción. Grandes ampollas llenas de líquido se desarrollan 12 horas después de la exposición en forma de quemaduras químicas sumamente graves. Y eso solo en el contacto de la piel con el agente.
La inhalación del gas provoca un ardor en los pulmones, estornudos, vómitos y edema pulmonar.
Lo que se refiere al gas mostaza, sus efectos son asintomáticos hasta aproximadamente 24 horas después de la exposición. Sus efectos primarios incluyen quemaduras graves que se convierten con el tiempo en ampollas llenas de fluido amarillo.
El gas mostaza tiene propiedades mutágenas y cancerígenas que han matado a muchas personas expuestas. Aunque hay un tratamiento disponible, las quemaduras del gas mostaza se curan muy lentamente y son extremadamente dolorosas. Las quemaduras que el gas deja sobre la piel son a veces irreparables.
Pulverización de ciudades con agentes químicos
Las Fuerzas Armadas de EE.UU. y la CIA realizaron una serie de simulaciones de ataques químicos y biológicos contra varias ciudades estadounidenses a mediados del siglo pasado para entender los efectos qué se deben esperar en caso de un ataque real.
Se llevaron a cabo los siguientes ataques aéreos/navales:
- La CIA dispersó el virus de tos ferina en la bahía de Tampa, usando barcos. Como consecuencia estalló una epidemia de tos ferina, que dejó 12 personas muertas.
- La Marina de guerra roció San Francisco con bacterias patógenas y por ello muchos ciudadanos padecieron neumonía.
- El Ejército soltó millones de mosquitos portadores de la fiebre amarilla y el dengue sobre Savannah, estado de Georgia, y Avon Park, Florida. El enjambre produjo a sus ciudadanos muchos problemas respiratorios, fiebre tifoidea, y niños nacidos muertos.
Después de estos ataques, llegaban militares disfrazados de trabajadores sanitarios a las zonas afectadas. Mientras estaban ayudando a las víctimas, su intención secreta era estudiar y registrar los efectos a largo plazo de todas las enfermedades que padecían.
Infección de guatemaltecos con enfermedades venéreas
El Gobierno de Guatemala ha determinado que más de 2.000 personas fueron infectadas con sífilis, gonorrea o cancroide sin su conocimiento (según otros datos, más de 5.000 guatemaltecos) en los años 40, mientras que EE.UU. sitúa la estimación en algo más de 1.300 personas.
El objetivo de estos experimentos, dirigidos por el médico estadounidense John Cutler, era averiguar si la penicilina podía ser usada “para prevenir enfermedades de transmisión sexual” y para ello emplearon a prostitutas, exmilitares, enfermos mentales, huérfanos y presidiarios.
Los experimentos, que nunca fueron publicados, se conocieron en 2010 después de que la profesora de la Universidad de Wellesley, Susan Reverby, se topara con ellos por casualidad.
No se ha encontrado ningún informe sobre las conclusiones del experimento, pero sí hay datos personales de los pacientes y cuadros médicos según los cuales hubo al menos 83 víctimas mortales.
LSD
La CIA realizó entre los años 1953 y 1964 experimentos con miles de civiles y militares estadounidenses con la droga alucinógena LSD y otras sustancias sin que supieran lo que les estaban haciendo.
Según una reciente filtración de documentos confidenciales de la agencia, además del Ejército, algunos experimentos se llevaron a cabo en playas, bares y restaurantes donde los agentes supuestamente colocaron el narcótico en las bebidas de los clientes.
Durante una década, la CIA llevó a cabo sus experimentos clandestinos, persiguiendo a sus 'blancos' y observando su conducta. Algunas de las víctimas que participaron en las pruebas sufrieron convulsiones y paranoia, mientras que otros murieron.
'Agente naranja' contra presos
Además de usar ampliamente como defoliante el producto tóxico durante la Guerra de Vietnam, que produjo varias enfermedades y mutaciones genéticas en generaciones subsecuentes, el Gobierno estadounidense probó el 'agente naranja' en presos voluntarios de una cárcel de Filadelfia, haciéndolo pasar por una "investigación dermatológica".
Los experimentos, que se realizaron entre 1951 y 1974, fueron encabezados por el doctor Albert Kligman. Los presos recibían pagos por permitir la aplicación de inyecciones de dioxina, uno de los componentes del 'agente naranja'. Entre los efectos que sufrieron los presos estaban las erupciones (cloracné) en las mejillas, detrás de las orejas, axilas e ingle.
¿Podría China disponer del mayor arsenal atómico del mundo?
Publicado: 27 jul 2013 | 11:12
Considerada por más de medio siglo el único país nuclear oficial de Asia, China no está dispuesta a revelar los detalles sobre su poder atómico. Algunos expertos creen que su arsenal de misiles es comparable, si no superior, a los de EE.UU. y Rusia.
Todo sobre este tema
Según el artículo publicado por el analista político Alexandr Hramchijin en el portal Topwar, al evaluar la capacidad de producción del país y su industria atómica se puede concluir que el país asiático dispone de un mínimo de miles y de un máximo de decenas de miles de cargas nucleares.
Sin embargo, de acuerdo con declaraciones oficiales de Pekín, el Estado tiene armas nucleares en cantidades extremadamente limitadas y precisamente bajo ese pretexto se niega a participar en las negociaciones sobre desarme nuclear a nivel internacional.
Probablemente, opina el analista, China se aprovechó del período posterior a la guerra fría, cuando EE.UU. y Rusia firmaron varios acuerdos acerca del desarme por los que se comprometieron a reducir su arsenal, e incrementó sus capacidades en este campo de manera clandestina.
La información proporcionada por la mayoría de las fuentes occidentales parece, según el autor del artículo, "absurda y surrealista". De acuerdo con los datos que difunden algunas conocidas instituciones occidentales, entre ellos el sueco SIPRI (el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz) y el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, China no tiene más de 250 ojivas nucleares.
No obstante, Hramchijin señala que la primera prueba nuclear de China se llevó a cabo en 1964, por lo que sugiere que en 47 años la potencia mundial no pudo crear tan solo 250 cabezas, mientras que, según las mismas fuentes, Pakistán (cuyas posibilidades en tecnología y capacidad de producción son muy inferiores a las chinas), logró fabricar más de 110 en 13 años.
El analista considera que el número total de cargas nucleares de distinta capacidad con las que cuenta China podría alcanzar ya las 5.000 unidades, dado que su producción en el país se está llevando a cabo desde hace más de 40 años.
Hramchijin afirma que en los años noventa del pasado siglo, China producía al menos 140 ojivas nucleares al año y que no cabe duda de que tiene más armas nucleares que el Reino Unido, Francia y que las cuatro potencias nucleares no oficiales (India, Pakistán, Israel y Corea del Norte) juntas. Pero hasta en caso de desarme nuclear completo a nivel global, el país asiático aún gozaría de un enorme arsenal de misiles convencionales, que en la última década han mejorado mucho en calidad.
Actualmente, el Ejército chino tiene 17 brigadas de misiles que operan en diversas partes de China y tienen a su disposición misiles balísticos de medio y largo alcance, así como misiles operacionales tácticos. Algunos de ellos, como, por ejemplo los DF-4, DF-3 y DF-21, son capaces de alcanzar el territorio de países vecinos como Rusia e India. Asimismo, Pekín comenzó recientemente el despliegue de misiles de crucero DH-10, con base en tierra, cuya cantidad puede variar de 350 a 500.
El analista señala también que en China existe un gran sistema de túneles subterráneos cuya construcción costó enormes fondos a un país que no está acostumbrado a gastar dinero en vano. Según datos oficiales, estos refugios, capaces de albergar a cientos de miles e incluso a millones de personas, están diseñados para proteger a la población de los terremotos. Pero esta explicación no es satisfactoria para Hramchijin, ya que, según subraya, durante los sismos normalmente se recomienda permanecer en la superficie de la tierra lejos de cualquier estructura. Por ello, esconderse en los túneles subterráneos no parece la idea más lógica en este caso, mientras que se sabe que los refugios subterráneos ofrecen la protección más eficaz en caso de explosiones nucleares y contra sus consecuencias más destructivas (onda expansiva, radiaciones ionizantes y contaminación radiactiva).
Asimismo en los últimos años China construyó en su territorio docenas de ciudades con modernas infraestructuras, que permanecen vacías pese a la gran superpoblación que existe en la nación. Según Hramchijin, no hay duda alguna de que estas ciudades también se crean en vistas a una posible guerra nuclear para poder trasladar a las personas a una nueva ciudad tras la catástrofe.
Como Pekín de momento cede el liderazgo a EE.UU. en el campo de las armas de alta precisión, su arsenal nuclear sirve como una cierta compensación por este 'retraso' representando "una amenaza disimulada". En caso de confirmarse la existencia de estas armas, sería una sorpresa muy desagradable para el resto de la humanidad. Hramchijin concluye que hoy en día China es el único país realmente preparado para cualquier tipo de guerra, tanto convencional como nuclear, aunque el resto del planeta se esfuerza por ignorar este hecho.
Una intervención militar de Estados Unidos en Siria daría lugar a consecuencias imprevisibles y costaría miles de millones de dólares, sostuvo el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey.
Las advertencias de Dempsey surgieron el viernes en su carta remitida al senador republicano estadounidense, John McCain, y al presidente de la Comisión de Servicios Armados, el senador demócrata Carl Levin, que fue divulgada el lunes por los medios de comunicación.
En alusión a la ocupación costosa y sangrienta de Estados Unidos en Irak y Afganistán, el comandante militar norteamericano adujo que en cuanto Washington comience una intervención militar en Siria, ya no habrá posibilidad de una salida a ella.
En otra parte de su misiva, Dempsey reiteró en que Estados Unidos debería aprender su lección de las guerras emprendidas en Irak y Afganistán y evitar la repetición de un error similar, pues advirtió que el equilibrio de poder militar sin una cuidadosa consideración originaría consecuencias irracionales.
La carta de Dempsey se dio a conocer en respuesta a las declaraciones del senador republicano John McCain, que anunció que la nueva destitución de Dempsey como jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos no se llevará a cabo en caso de que éste no aplicara en su agenda un plan específico para atacar a Siria.
Dempsey, a su vez, hizo hincapié en que una intervención militar en el país árabe llevaría al Pentágono a movilizar “cientos de aviones, barcos, submarinos” y haría uso de las instalaciones de inteligencia y de “guerra electrónica”.
Al asegurar que cualquier intervención en el suelo sirio saldría costosa para Estados Unidos, el titular norteamericano sostuvo que armar y entrenar a los opositores del Gobierno de Bashar al-Asad costaría como mínimo 500 mil millones de dólares al año y necesitaría cientos, hasta miles de efectivos militares, mientras que corre el peligro de que los elementos del grupo Al-Qaeda y los otros grupos extremistas se apoderaran de las armas y municiones.
EE.UU. ha estado entrenando a militantes en Jordania y Turquía, para operar contra el Gobierno sirio, asimismo, Washington ha enviado miles de toneladas de armas a los grupos armados que luchan en este país árabe con el fin de derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad.
Siria, además de tener que hacer frente a los grupos terroristas, sufre la intervención de algunos países occidentales y regionales, que brindan su apoyo financiero, logístico y armamentístico a las bandas armadas, con el fin de derrocar al Gobierno constitucional de Damasco.
Foto: EPA
Sus formas más simples de expresión son el comercio minorista, la agricultura, los talleres pequeños, en los que se confecciona ropa y calzado y se producen objetos domésticos corrientes. Pero, existen empresas mucho más grandes como, por ejemplo, las minas de carbón particulares.
Más de uno puede preguntarse: ¿cómo trabajan los empresarios privados norcoreanos en condiciones de ausencia total de una base jurídica para su actividad?
La explicación de este fenómeno consiste en que en la Corea contemporánea ha sido anulado, en los últimos años, el límite entre el empresariado particular y el estatal, e innumerables empresas que en el papel se consideran estatales, en la práctica son propiedad de particulares.
Ello es especialmente típico para las compañías norcoreanas de comercio exterior. Desde finales de la década de los 70 Corea del Norte comenzó a hacer caso omiso del principio de monopolio estatal del comercio exterior. Organizaciones estatales norcoreanas, grandes empresas e, incluso, unidades militares han sido facultadas para crear firmas propias de comercio exterior.
Si se trata de una compañía de comercio exterior creada, por ejemplo, por una empresa del acero, la situación es del todo evidente: esa firma, al menos teóricamente, debe vender la producción de esa empresa. Sin embargo, muchas de las empresas exportadoras han sido creadas por organizaciones que, en principio, no producen nada. Por ejemplo, firmas exportadoras tienen la Dirección de Carreteras del Estado Mayor norcoreano o la Dirección de la Inteligencia Militar. Está claro que los agentes del ejército no comercian, en absoluto, bolígrafos que disparan u otros dispositivos de espionaje, sino objetos más prosaicos.
Por lo general, a una empresa de comercio exterior norcoreana se le extiende un permiso para la exportación de determinadas mercancías, producidas en un territorio determinado. Por ejemplo, una firma puede obtener el derecho exclusivo para la exportación de hongos de árbol o forestales, que se cultivan en unas cuantas localidades de una u otra provincia, o para la exportación de carbón.
Sin embargo, hace mucho que pasaron los tiempos cuando las autoridades podían ordenar a los campesinos que partieran a las montañas a juntar hongos o a los botes de pescadores a sacar calamares o bacalaos para la exportación. Hoy en día, para obtener un bien de exportación es necesario pagar un buen precio por él. Este se ha convertido justamente en el escollo para las organizaciones exportadoras, debido a que en su presupuesto no disponen del dinero necesario. Y por otra parte, esto se torna un subterfugio ideal para el capital norcoreano.
Comúnmente, los representantes de empresas autorizadas para exportar se ponen de acuerdo con empresarios locales que han amasado una fortuna en negocios clandestinos. De este empresario deviene el inversionista principal de una casa exportadora, aunque, formalmente, es considerado solo uno de sus funcionarios.
Con el dinero del inversionista se produce la compra de mercancías. El inversionista puede ponerse de acuerdo sobre la venta a China de un bien de exportación. Al término de la operación, el inversionista aporta al fisco estatal la suma antes convenida, pero todo lo que logró ganar, por encima de esa suma, va a dar a su bolsillo.
De esta manera, es posible crear empresas privadas considerables, por ejemplo, de yacimientos de carbón o de minas oro. Formalmente, dicho yacimiento o mina son considerados propiedad de una compañía exportadora, sin embargo, en la práctica, representa la propiedad privada de un ricachón. El inversionista privado contrata obreros, compra equipos, organiza la producción y la venta. El oro extraído o el carbón va a la exportación, pero solo una parte del ingreso va a dar a las arcas del Estado, la otra parte se destina para compensar a los funcionarios con los que trabaja ese empresario y, el resto, pasa directamente a su bolsillo.
Este caprichoso esquema de empresariado estatal-privado es sumamente inestable, sin embargo, es operante en las actuales condiciones. Pues, como sea, los volúmenes de las exportaciones norcoreanas han crecido de manera estable en los últimos tiempos. No cabe duda que en dicho crecimiento desempeña un papel destacado la labor semilegal del capital privado norcoreano. Sus empresarios, habiendo comenzado con pequeños quioscos y talleres de calzado de mala muerte, han aprendido a gestionar minas de oro.
sb/as/sm
¿Cuba se abre a la propiedad privada?
Foto: RIAN
Estos medios de transporte pertenecen ahora en modo de arrendamiento, a una de las ciento veinticuatro cooperativas no agropecuarias que se han sumado recientemente al sector independiente de la economía cubana. Una medida calificada de “osada” por analistas y de la que se benefician, además de los consumidores del servicio, los propios cooperativistas y el Estado, que se ve liberado de actividades productivas y de servicios no fundamentales ni eficientes hasta ahora.
Este es un paso más en el proceso de transformaciones derivado de los Lineamientos de la Política Económica y Social, aprobados en abril del 2011, y que proponen modificar principios y procedimientos rectores durante décadas en la economía cubana, como la propiedad estatal exclusiva o la centralización. Pero para muchos, este documento no refleja claramente cuál es el modelo al que se aspira y las vías y plazos para conseguirlo. “Es posible que haya una estrategia, pero no la sabemos. Yo sí querría tener más claro hacia dónde va mi país y que pasos se darán para conseguirlo” opina Alexis, joven graduado de Comunicación social.
Lo cierto es que por ahora no hay prisas. “Falta un largo y complejo camino para actualizar nuestro modelo económico y social”, afirmó el presidente Raúl Castro, en un reciente discurso en la Asamblea Nacional.
Algunas transformaciones ya empiezan a notarse en la vida diaria. Las absurdas restricciones que durante mucho tiempo arrastraron los cubanos para viajar, tener un celular, hospedarse en un hotel o vender su vivienda, son historia pasada. También ha aumentado el número de trabajadores por cuenta propia a casi medio millón.
Pero el crecimiento del 3 % del PIB el pasado año es una cifra que se mantiene lejos del bolsillo del cubano común, que sigue intentando sobrevivir con un salario que cada vez llega a menos. “Yo cobro cerca de setecientos pesos (alrededor de treinta dólares), y eso porque tengo dos especialidades y una maestría”, dice Mariela, una cirujana. “Pero casi todo debo comprarlo en CUC (moneda convertible), y al cambio son apenas 30. La cuenta no da”.
Esta situación, generalizada en los empleos estatales, es una de las causas principales de la inercia mostrada por muchos ante el trabajo.
El propio Raúl Castro ha apuntado en varias ocasiones a la imposibilidad de aumentar salarios sin productividad, y se refirió a la dualidad monetaria como “uno de los obstáculos más importantes para el progreso de la nación”. Pero muchos de los que cobran una nómina estatal a fin de mes no pueden evitar ver el problema desde su perspectiva. “Por mucho que trabaje lo que gano se me va en dos compras de comida en el agro. Ni pensar en ropa, ni casa, ni vacaciones, y menos en ahorrar”, dice Yohan, graduado de contabilidad. “No creo que así pueda crecer la productividad, y sin producir más, tampoco suben los salarios. Es como el cuento de qué fue primero, la gallina o el huevo”.
Leonardo Padura, uno de los más importantes escritores cubanos, lo resume así: “Hay una reforma sin la cual no es posible plantearse un futuro económico para Cuba, y es la solución de la trampa de la doble moneda, cuya existencia deforma todos los niveles de la economía, desde la macro hasta la doméstica”.
Otros, como el joven economista Pavel Vidal, especializado además en temas financieros, ha dicho que “la circulación de dos monedas, la sobrevaloración del tipo de cambio oficial, la dualidad de las tasas de cambio y la inconvertibilidad del peso cubano para las empresas son elementos estrechamente relacionados y que deberán, por lo tanto, resolverse de manera casi simultánea”.
Especialistas y autoridades coinciden así en lo complejo de reajustar el modelo económico y social del país. Mientras, los cubanos de a pie siguen esperando que, más temprano que tarde, la actualización signifique además un aumento sustancial en su nivel de vida.
fs/as
Colombia, a través de la Alianza para el Pacífico, sirve como punta de lanza de EEUU, para torpedear la unión Latinoaméricana.
PL- El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, alertó hoy aquí que la Alianza para el Pacífico es la contrarrevolución de Estados Unidos para detener los procesos progresistas y los avances económicamente integradores en América Latina. García compartió sus opiniones y visiones sobre diversas temáticas y problemas que aquejan a la región, durante el cierre del ciclo La Patria Grande, organizado por el Centro Cultural de la Cooperación de Buenos Aires.
“Es muy peligrosa esa alianza en términos políticos y económicos, es una alianza belicista, por lo que hay que estar atentos al presupuesto militar que se está moviendo en esa alianza”, advirtió.
Ese no es solamente -remarcó- un esquema comercial; es político y de potenciación militar.
“¿Contra quiénes? Pues contra nosotros, contra Argentina, contra Bolivia, contra Brasil, contra Nicaragua, contra Venezuela, contra Ecuador, contra los pueblos”, afirmó.
García se refirió al proyecto que bajo el concepto de libre comercio, Washington impulsa con el apoyo de varios gobiernos, en especial de corte conservador y neoliberal, en el que participan México, Chile, Colombia y Perú, y se esfuerza por involucrar a otros.
Esa es la fórmula que Estados Unidos promociona ahora después que perdió el esquema de dominio colonial que representaba la Alianza de Libre Comercio para las Américas (ALCA), derrotada por la voluntad de los pueblos progresistas latinoamericanos, observó.
Es una contraofensiva de la Casa Blanca -señaló- para contrarrestar y tratar de desarticular los progresos integradores articulados en el continente como la Unión Suramericana de Naciones, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el fortalecimiento de Mercosur y la creciente estabilidad de los gobiernos progresistas.
Con ello, dijo, Washington pretende evitar que el continente explore sus propias iniciativas, que “ya no vienen de arriba, ni de afuera para decirnos qué tenemos que hacer. Y esto ha permitido en cierto sentido, una década sensacional para América Latina”, acotó.
En opinión de García frente a esta autonomía Estados Unidos tenía que generar evidentemente una contrarrevolución. La punta de lanza de esa reacción es la Alianza para el Pacífico, no hay lugar dudas, apostilló.
García califico de vergüenza continental la perspectiva de que un país latinoamericano se integre a la OTAN invasora, y en particular se refirió como esa idea flotó en la Argentina de los años 90 durante el gobierno de Carlos Menem, y ahora la manifiestan en Colombia.
“Qué tenemos que ver nosotros con la OTAN. Qué tiene que ver esa linda Colombia de trabajadores, de gente buena, de jóvenes con la OTAN que está invadiendo Libia, que invadió Yugoslavia, que está en carrera de invasión hacia Siria”, cuestionó el vicepresidente.
Sugirió que son los pueblos, dentro del marco del respeto y la democracia, los que deben luchar por detener esa peligrosa alianza, “y en esto debemos entonces estar todos expectantes”, puntualizó.
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