“ La Internacional”,
interpretada en las diversas manifestaciones políticas y culturales, es
uno de los himnos más emblemáticos del movimiento obrero internacional.
El texto fue escrito por Eugène Pottier (París, 1816 -1887), un
tallista de madera que, desde sus 13 años de edad, empezó a ganarse el
pan embalando cajones en la ciudad de Lille, al norte de Francia y cerca
de la frontera con Bélgica.
Se cuenta que Pottier, que era
hijo de una familia pobre, como pobre fue él a lo largo de su vida,
escribió el texto de “La Internacional” en junio de 1871, tras la caída
de la Comuna de París, en la cual participó activamente contra los
monárquicos franceses, y que Pierre Degeyter, músico y obrero
dependiente en una papelería, luego de encontrar los versos de “La
Internacional” entre los papeles de su autor, compuso la melodía en
1888, consciente de que la música no sólo debe suscitar una experiencia
estética en el oyente, sino también trasmitir un mensaje que convoque a
la reflexión y la comprensión de una realidad social indeseada.
Este canto, traducido a casi todos los idiomas por su connotación
ideológica e importancia histórica, fue creado por dos trabajadores
franceses, quienes depositaron lo mejor de sí en “La Internacional”,
cuyos primeros versos, acompañados coherentemente por una composición de
melodías, armonías y ritmos, retumban en el aire, al son de los
instrumentos de viento y percusión, y entre voces que se alzan desde el
fondo del alma, con una fuerza que estalla en el corazón: “ ¡Arriba, los pobres del mundo. / De pie, los esclavos sin pan!/ Atruena la razón en marcha, / Es el fin de la opresión...”. LEER MÁS.
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