sábado, 4 de mayo de 2013

QUÉ TANTO NOS TOCA EL PROYECTO HAARP. MANIPULACIÓN DEL CLIMA Y DE LA MENTE


Fuente: autor.  Un paisaje nublado pero con aire puro, que puede desaparecer por manipulación humana. Ubaté. 2013



Libardo Sánchez Gómez*

¿Son  las armas atómicas   la máxima expresión del terror que amenaza  la existencia de la vida en la tierra? Pues no,     hoy   las armas ciberespaciales  hacen de la energía atómica    un juego de niños. 

Muchas evidencias indican que los  gringos estarían desarrollando un proyecto  capaz de   producir    modificaciones en la ionosfera y de  manipular  la mente humana. Se trata del proyecto High Frequency Active Aural Research Program (Programa de investigación de la aurora activa de alta frecuencia)  conocido  como HAARP, y que hace parte de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) ("Star Wars") Su objetivo sería modificar las condiciones de la ionosfera, para producir cambios químicos en su composición, traduciéndose en cambios climáticos y en bloqueos de las comunicaciones  a nivel global.

Nick Begich y la periodista Jeanne Manning en su libro "Angels don´t play this harp" (Los ángeles no tocan esta arpa) sostienen que   “de ponerse en marcha, el proyecto HAARP podría tener peores consecuencias para nuestro planeta que las pruebas nucleares”. Los autores citados están convencidos de que a “través del proyecto HAARP se estaría enviando hacia la ionosfera haces de partículas electromagnéticas orientadas y enfocadas que estarían contribuyendo a su calentamiento”, así mismo aseguran que el objetivo es “la explotación de la ionosfera con fines meramente militares”. 

 El  Proyecto HAARP ha sido presentado a la opinión pública como un programa de investigación científica y académica;  sin embargo, los documentos militares estadounidenses muestran que el objetivo principal de HAARP es "explotar la ionosfera para propósitos del Departamento de Defensa”. Se busca realizar "modificaciones ionosféricas inducidas, alterando modelos climáticos así como trastornar las comunicaciones y el radar del enemigo”. 

Los autores mencionados piensan que  el proyecto HAARP  será probablemente "vendido" al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o  como un sistema para reparar la capa de ozono. Pero el HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Así mismo, al convertir las o­ndas de baja frecuencia en alta intensidad podría también afectar a los cerebros humanos.

De acuerdo a lo que se conoce  el  HAARP tiene la capacidad de modificar el campo electromagnético de la tierra, y es parte de un arsenal de "armas electrónicas",  que los investigadores militares de los EE.UU consideran una "guerra más suave y bondadosa".  

El físico texano Bernard Eastlund dice que lo contemplado en dicho proyecto es un  "método y un equipo para cambiar una región de la atmósfera, ionosfera y/o magnetósfera", y, al respecto,  Begich y Manning sostienen que “podría cambiar e incluso desplazar la ionósfera, provocando un caos total en las comunicaciones de la tierra, tanto terrestres como marítimas. Así como destruir misiles o aviones, cambiar las condiciones atmosféricas al modificar la absorción de los rayos solares y aumentar las concentraciones de ozono, nitrógeno e incluso afectar negativamente al cerebro”. 

Pero ahí no para el diabólico plan, pues existen  otras implicaciones todavía  más graves, se piensa  que se trata de  un sistema capaz de manipular y trastornar los procesos mentales humanos mediante la radiación pulsada de frecuencias de radio sobre extensas zonas geográficas, “pudiendo  afectar negativamente a la salud y el pensamiento humano” (Begich, 200) Los sistemas electromagnéticos podrían ser empleados incluso para provocar trastornos fisiológicos  tales como distorsiones perceptibles y/o desorientación, “y hasta para estimular las capacidades paranormales de determinados individuos”.

  Zbigniew Brzezinski,  1970, alertaba sobre la aparición de una sociedad “controlada por la tecnología y dirigida por una elite capaz de influir en los votantes gracias a la superioridad de sus conocimientos científicos”. En este sentido, Beguich  cree  que autoridades como las de EE.UU. “no dudarían en utilizar incluso técnicas capaces de influir en el comportamiento de la gente para afianzar su poder”. Para  algunos este futuro "orwelliano" ya podría estar  caminando por el planeta, y así tiene que ser, pues cómo es posible, si la mente no está manipulada, que en Colombia a personajes como el    ex presidente Uribe, inicio y culminación de un proyecto  criminal,    aún, se le considere el moderno mesías,  y que el presidente  Santos  representante del 1 % de los que se apoderaron del país desde la independencia de España  goce de tanta favorabilidad dentro del pueblo en general.

Opinan los investigadores que la manipulación de las frecuencias  de las radiaciones   “no sólo causarían trastornos de las funciones mentales humanas sino que también podría tener efectos negativos sobre las rutas de migración de aves y peces, que siguen sus trayectos dependiendo de campos de energía hasta ahora no alterados”.

Y Begich va más allá, el Departamento de Defensa estadounidense habría llegado a manipular relámpagos y huracanes a través de dos proyectos,  el Skyfire (fuego del cielo) y el Stormfury (furia de la tormenta) “en los que también se habría estado trabajando para producir efectos a gran escala a partir de pequeñas fuentes activadoras”.

En  1966, el profesor Gordon Mac Donald (miembro del comité científico del presidente) comentó: "la clave de la guerra geofísica está en identificar la inestabilidad ambiental que, sumada a una pequeña cantidad de energía, liberaría cantidades ingentes de la misma".  El  mismo escribió: "A menos que la paz llegue, habrá que encontrar la manera de destrozar el medio ambiente", lo cual se lograría mediante “la manipulación climática, modificación del clima, desestabilización o derretimiento de los casquetes polares, técnicas para reducir el ozono, ingeniería de terremotos, control de las olas oceánicas y manipulación de las ondas cerebrales desde campos energéticos terrestres”. ¿El terremoto de Haití, el tsunami  en Japón y los  últimos desastres climáticos en varias partes del planeta serán simples efectos   de los jueguitos de los maniáticos del pentágono, que se les salieron de madre?

Paul Schaefer, de Kansas City, ingeniero electrónico y constructor de armas nucleares, sostiene que: “la velocidad antinatural del movimiento de partículas de alta energía en la atmósfera y las bandas de radiación que rodean a la Tierra son la causa de los trastornos del clima”. Y es terminante al afirmar que: “si se quiere preservar al planeta, debe cesar la producción de partículas inestables que lo están enfermando”. Habría que “cerrar todas las centrales nucleares del mundo y terminar con todas las pruebas atómicas, las guerras atómicas y cualquier iniciativa relacionada con la llamada "Guerra De Las Galaxias".  Cabe la pregunta, ¿El metano y el CO2 que la actividad antrópica envía a la atmósfera serán los   responsables del calentamiento global o la causa verdadera está en  laboratorios como los del proyecto HAARP? Lo  cierto es que  el clima   está siendo   modificado a voluntad mediante las sofisticadas armas   ideadas por los que se creen dueños del universo.

 La  evidencia científica reciente sugiere que el HAARP,  como arma de destrucción masiva, está en funcionamiento con la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos.   Constituye  un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras. Desde   los EE.UU “se podría potencialmente desestabilizar economías nacionales a través de manipulaciones climáticas.  Y  esto se puede llevar a cabo sin que el enemigo tenga conocimiento de ello, a un costo mínimo y sin comprometer a personal o equipo militar. Los  EE.UU  pueden utilizar esta  arma biológica,   capaz de producir temporales o sequías sobre diversos territorios elegidos,  para modificar selectivamente el clima de una "nación inamistosa" o de un estado delincuente, destruyendo  su economía nacional". Ojo Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil. Colombia, por ahora, se salva gracias a  que nuestros gobernantes cipayos,   con tal que les ayuden a mantenerse en el poder,  no sólo les han  hecho entrega de nuestros recursos naturales sino de 7 bases militares, para que a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional   el  Pentágono vigile y manipule  hasta la postura de nuestras gallinas y las de los vecinos.

*DMV. UN. MSc. Economía. Esp. NAS. Profesor universitario.



La CIA, ¿en las nubes?: La agencia lanza un primer estudio sobre la alteración del clima

Publicado: 17 jul 2013
La CIA está financiando un estudio científico que investiga si los seres humanos pueden llegar a valerse de la geoingeniería para alterar el medio ambiente de la Tierra y frenar el cambio climático.

La Academia Nacional de Ciencias (NAS) ejecutará el proyecto de 21 meses cuyo coste total es de 630.000 dólares, y que pasa por ser el primer estudio de geoingeniería de la entidad financiado por la agencia de Inteligencia.

En particular, los científicos estudiarán cómo los seres humanos pueden influir en los patrones climáticos, evaluarán los posibles peligros que se derivan de jugar con el clima, e investigarán las posibles implicaciones de seguridad nacional de los intentos de utilizar geoingeniería.

A pesar de que esfuerzos anteriores para manipular el tiempo y el clima a menudo han sido recibidos con burlas, muchas de las propuestas de geoingeniería no solo son "fundamentalmente factibles y relativamente baratas", sino que "parecen ser capaces de reducir el riesgo climático de manera significativa, opina David Keith, un investigador de Harvard y el defensor de la propuesta de geoingeniería, que, no obstante puntualiza: "los riesgos existen".

Hay quien opinan que la decisión de la CIA de financiar este trabajo entusiasmará a los teóricos de la conspiración. No en vano, el último intento del gobierno de fomentar la investigación de vanguardia relacionada con el ambiente, en el marco del Programa de Alta Frecuencia Investigación de Aurora Activa (HAARP), desató especulaciones acerca de si podría tratarse de un rayo de la muerte, un arma de control mente o de una forma de controlar el clima.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/100346-cia-controlar-clima-global

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